
García-Blázquez A. – Estrada C. Benasque, 2017
Las negras juegan
Si la práctica del noble juego es tan apasionante, es principalmente porque hace aparecer encrucijadas en las que se presentan un sinfín de posibilidades latentes que hay que tomar en cuenta y analizar, aunque la mayoría de las veces no lleguen a materializarse en la partida.
Este rasgo es tan característico y frecuente que el escritor Eduardo Scala llegó a escribir, muy acertadamente, en el prólogo de mi antología de finales artísticos “El cuadrado mágico” (Editorial JAQUE XXI, 1998):
“Ciertas jugadas contienen maravillosas partidas.” ¡Nunca mejor dicho!
En el final que le presento esta semana, jugado en la 8ª ronda del reciente Open de Benasque, el jugador madrileño C. Estrada prosiguió con 1…De4?! y la partida finalizó pronto tras 2.a3 g4 3.Th4 Tc4 (la variante 3…Rf7 4.Dg4: Dg4: 5.Tg4: Td5: 6.Ta4: Tf5: 7.Ta7: b5 8.Ta5 Re6 desembocaba en un final equilibrado) 4.Dh1= Df5: 5.Th8+ Rf7, pero tras 6.Dh6, las negras cometieron el gravísimo error 6…Dd5:? y tuvieron que abandonar tras 7.Df8+ Re6 8.Dg8+, ante la inevitable pérdida de su Dama.
La pregunta que le planteo es: ¿De qué forma las negras podían salvarse en la sexta jugada? Dispone usted de 15 minutos para analizar este espinoso final y hallar la salida del laberinto.
Solución de “Pura lógica”:
Este problema requiere un análisis tan preciso como detallado, al presentar una notable cantidad de ensayos que fracasan. Como ya se lo indicamos en la presentación, no pueden mover ni el Rey negro ni el Ac2, ya que el jaque 1…Tc1+ impediría el estipulado mate en 2.
Por lo tanto, es el Ah6 el que tiene que mover, pero…¿dónde?
1.Ac1!
¡Lá única jugada válida! Todas las alternativas fracasan: 1.Ag7+? Rg8, 1.Ag5? Rg7!, 1.Af4? Te1!, que impide 2.Ae5# y permite refutar 2.Tb8+ con 2…Te8!
No son mejores los intentos 1.Ae3? Td1! y 1.Ad2? Te1(f1), que intercepta las amenazas 2.Ac3+ con Te5(f6) y 2.Tb8+ con Te8(f8). Hay que añadir que 1.Tf2? no sirve por 1…Tf1!
Ahora se presentan dos modelos de mate:
1…Tb2: 2.Ab2: mate y
1…Tc1(a1) 2.Tb8 mate. ¡Un problema de pura lógica ajedrecística!
René Mayer (remay47@yahoo.es)