
Un final e inicio
el blog de Jesús J. Prensa
Autores Publicaciones por Jesús J. Prensa
Jesús J. Prensa
Crónicas desde Ayamonte, 5 – Flores de plástico
El cementerio de Ayamonte, como la mayoría de los de España, y supongo que los de la mayoría del mundo entero, está repleto de flores de plástico de muchos y muchísimos colores y formas.
Crónicas desde Ayamonte, 4 – Un Everest y una sandía
Me pregunto, al mirar el azul del cielo y ver un avión cruzando, cuánto cuesta un barco de crucero y sus cruceristas sobre él, cuánto contamina moverlo una milla náutica sobre el mar, cuántos desechos genera, cuánto pesa sobre el astillero antes de navegar.
Crónicas desde Ayamonte, 3 – Desde Lisboa, apuntes
En el Brasileira, en la mesa del final, con una bica cheia de café, leo a Fernando Pessoa. Cito de su diario: De noite na Brasileira. Ali até à meia-noite e meia hora; fálamos imenso, íntima, interessantemente. ¿Hace cuánto tiempo que no hablo inmensamente con alguien? Hace tres minutos.
Crónicas desde Ayamonte, 2 – Calle Realidad e imaginación
Hay una calle en el centro de Ayamonte llamada Realidad, ella sube, ve el Guadiana y Portugal a la derecha, y baja al pueblo. En su camino Realidad se cruza con Marte, Carmen y un mirador de escalera en caída, además de la plaza de toros, casi siempre cerrada.
Crónicas desde Ayamonte, 1 – O futebol
Algo triste, esperando y a la espera, dando muchas vueltas y rondas, muchos paseos, leyendo siempre, con todo lejos y alejado, el amor, la amistad y la tierra, sin poder escribir ni crear, sin poder creer tampoco, he sentido la ilusión del fútbol, del futebol. Hoy, debo reconocer y admitir, me he hecho del portugués FC Porto. Gracias, también, a las ondas de radio que llegan hasta aquí por encima de la corriente del río, ya tan cerca del mar.
En la fiesta del yo
En mi pueblo sólo hay un semáforo y es de esos pequeños, chatos. 1 — Yo nunca me compraría un semáforo pequeño. 2 — Yo tampoco. 3 — Yo sí si pudiera. 4 — Yo no. 5 — Yo, sí. (La primera prueba de respeto hacia los otros consiste en no pasar por alto sus palabras, Elias Canetti).
Esquina doblada de Gibraltar
Los musulmanes de Ceuta y Melilla, los llanitos de Gibraltar, los lusófilos de Olivenza, los portugueses de la Raya, los andorranos que casi piden perdón por serlo y los llivienses acomodados en su foraneidad ofrecen puntos de exploración de conflictos que no aparecen en el discurso público nacional y que, sin embargo, pueden inspirar y desatascar los conflictos más serios y evidentes.
Como si fuera, Z. Bauman y la palmera
Bueno..., no sé, como que está ocurriendo algo, ¿no?, así como en el mundo, pero vamos..., tampoco te creas, porque a la vez es como si no pasara nada, y no es que no importe, no, no te creas, sí me importa, y como mucho, así que...
Tres sevillanas os
Hay en Sevilla, en el barrio de Santa Cruz, una calle de la muerte, la Calle de la Muerte, aunque hoy se llame Susona. Leyendo e investigando por ahí, a lo Cervantes y Quijote, quienes como yo, eran aficionados a leer hasta los papeles rotos de las calles, descubrí que el motivo era una historia de judíos y cristianos enfrentados en el siglo XIV.
Cafelillo no torrefacto
En España, sobre todo desde la época de la posguerra hasta hoy, se sigue consumiendo mucho café torrefacto, tanto en las casas como fuera. El torrefacto es un café tostado con azúcar, con el objetivo de conservarlo mejor (antiguamente), enmascarar la posible peor calidad del café (actualmente) y conseguir un mayor beneficio económico, pues una parte es azúcar, más barato que el café. La torrefacción hace que el café sea más amargo y negro y que sepa menos a lo que realmente es.