
Un diván en la luna, luná
el blog de Un diván en la luna, luná
Autores Publicaciones por Un diván en la luna, luná
Un diván en la luna, luná
Decidido desde antes
Los habitantes de S. sueñan cada noche, sin excepción, y durante el día viven lo que han soñado la noche anterior.
Por la calle puedes...
Del río Yantra al río de la Plata
Estudiar búlgaro siempre me ha hecho quedar como un bicho raro, más aún cuando intento explicar por qué decidí hace años profundizar en la...
Niños y otras especies marginadas
La culpabilidad en un niño inocente es el monstruo más horrible que he conocido, y ese monstruo lo creamos nosotros con nuestros vicios y nuestro hipócrita saber estar, y lo alimentamos con nuestra cobardía y nuestra ficticia superioridad.
Bulgaria eligió un huevo Kinder
En las sociedades donde la política está generalmente ausente, el capital simbólico se convierte en el recurso de poder más importante. La falta de unа confrontación ideológica sobre qué principios deberían organizar la vida común, por regla general, da paso a otro tipo de competiciones por el poder. Durante décadas, en Bulgaria no han estado compitiendo políticas, ni ideas alternativas para la gestión de los servicios y recursos públicos, ni intereses sociales diferentes, sino, sobre todo, personalismos y simbolismos.
Lukov March, ni son tontos ni son tan pocos
Resulta difícil de creer que, después de medio siglo de comunismo y tres décadas de período democrático, en Bulgaria sigan recordando a este personaje y, por tanto, rememorando los tres años en que el país se alió con la Alemania Nazi.
Ekaterina Docheva, la salvaguardia de la música clásica en Bulgaria
Cuando recibí la invitación para sentarme en el diván del Lorca con Marco, Martina y Joe, mi primer deseo fue presentar a Katya Docheva, una magnífica crítica musical, tan llena de hermosas historias. Con un estilo inconfundible nos permite conocer casi medio siglo de pasado socialista del que tan dolorosamente nos hemos separado y, al mismo tiempo, dibuja un presente marcado por tres décadas de transición democrática inconclusa.
Atravesando y construyendo las fronteras sociales
El tiempo de mi infancia va regresando gradualmente a la velocidad de la legendaria bicicleta búlgara "Balkanche": el sueño socialista de muchos niños de pertenencia y oportunidades. Recuerdo cómo recorría, volando libremente con mi bicicleta, o caminando, muchos kilómetros desde el barrio de Mladost 1 a Mladost 4.
La eterna forma del hormigón
En un país que implementó el llamado socialismo real, ¿es posible ser críticos con el sistema capitalista sin caer en la nostalgia estalinista? Si la lucha por el socialismo ha demostrado el devenir totalitario de los regímenes, ¿será que el que neoliberalismo es la única alternativa? Estas son algunas de las preguntas que me surgen tras leer y traducir a Vladimir Sabourín. Su arma poética, aunque no está cargada de futuro -representa más bien una realidad distópica y proletaria de lo cotidiano-, nos enfrenta a las contradicciones del sistema capitalista sin caer en una nostalgia por los dos regímenes que marcaron su vida: la Cuba y la Bulgaria comunistas. Nacido en Santiago de Cuba en 1967 y criado y formado en la República Popular de Bulgaria, Sabourín nos adentra, con un lenguaje a veces enrevesado y otras muy directo, en el día a día de la clase obrera y la descripción de su alienada cotidianidad.
Mi penúltima aventura balcánica
Cuando llegamos a la frontera, los fantasmas del pasado más reciente se me aparecieron en el momento que el conductor nos pidió en el control bosnio que nos bajáramos porque había tres turcos que no tenían los papeles en regla.
Juegos «políticos» en que participamos
Los búlgaros votarán dos veces este año: primero en abril en las elecciones parlamentarias y posteriormente para la elección de presidente en otoño. Está en juego la hegemonía que, durante la última década, ha tenido del partido del actual primer ministro Boyko Borissov, Ciudadanos para el desarrollo europeo de Bulgaria (GERB).