Autores Publicaciones por Miguel Ángel Hernández Saavedra
Miguel Ángel Hernández Saavedra
La ilusión de la escuela. Sobre el futuro de una institución dominada por curas,...
Una Escuela al servicio de la inteligencia siempre fue, es y será una Escuela al servicio de la emancipación de todos los seres humanos, que deben pasar por ella. Una Escuela al servicio de la sensibilidad siempre fue una Escuela al servicio de la inteligencia. Una Escuela donde los méritos no esconden las desventajas será una Escuela al servicio de la justicia. Una Escuela donde la realidad no se convierte en bulo es una Escuela al servicio de la transformación de lo real
Para una arqueología del vestigio
Cuando visitamos –después de muchos años– un lugar de nuestra infancia, nos melancolizamos. No nos hacemos los muertos; de algún modo, ya lo estamos. Vivimos una especie de resurrección desencantada y, sin embargo, poética. Encontramos el vestigio de nuestra imagen actualizada
Desde el alma a los pies. Cincuenta apotegmas entre lo clínico y lo ético
Me he propuesto elaborar una lista de preceptos, imperativos, algunos de los cuales pasarán por categóricos cuando son simples recomendaciones, mandatos hipotéticos, y viceversa. Porque no soy un dechado de virtudes, tiene sentido que me entrene. Más vale crepúsculo razonable que triste juventud
Baelo Claudia. Apuntes de playa y terremoto
Los escritores mañaneros sufrimos cuando nos da por escribir al final del día, agotada la tarde sobre un jergón de luz, que empequeñece despacio. Escribir de noche, bajo la oscura sangre, es abocarnos a la muerte, aun con la esperanza de que la escritura nos conduzca al amanecer
La escritura del paraíso. Reflexiones tartamudas sobre un mito y el rito de la...
He intentado convencer al encargado de la inseguridad del paraíso para que me deje entrar. He entonado lo mejor que sé, no he empleado...
Ahora y en la hora. El tiempo de la escritura está por debajo de...
Arriba, la solemnidad del oratorio. Debajo, el tiempo implacable. Entre medias, en una línea imaginaria, la señal del madero filosófico (sin el travesaño que marca la diferencia entre lo visible y lo invisible, las consecuencias y las intenciones)