Me sorprende enormemente la que se ha montado por algo que tiene tan poca importancia. Me refiero lógicamente al brusco cambio meteorológico que ha ocurrido en España en estos días. Son incontables las veces que ha nevado en las montañas españolas en un mes de mayo a lo largo de los últimos veinte o treinta años y, además, no son pocas las veces que lo ha hecho en ciudades como Ávila, Segovia, León, Burgos o Pamplona. Entonces, ¿a qué viene tanto escándalo mediático, tanta portada de periódico y apertura de telediario? Menos mal que no soy periodista porque me da vergüenza oír las tonterías que dicen. Suele pasar que ponen al becario tonto o a la becaria mona a dar las noticias meteorológicas y yo, claro, me subo por las paredes indignado y con ganas de matar a alguien.
La primavera es una estación de transición. La primera parte de ella, la que discurre desde el 21 de marzo hasta el 6 o 7 de mayo, se parece más al invierno y la segunda parte, desde ese día hasta el 21 de junio, siempre hablando de fechas aproximadas no exactas, se parece mucho más al verano. Estamos por tanto en esa primera etapa y nada de lo que vivimos debería resultarnos digno de ser noticiable. Además, esta transición no se produce de manera lineal, sino que la atmósfera la realiza con avances y retrocesos continuos. Nada de extraño tuvo tampoco los 29 grados que se registraron en Madrid el pasado 28 de abril, aunque sí fue histórico, pero por pocas décimas, los casi 34 que se padecieron en Bilbao la misma fecha.
Recuerdo perfectamente varias nevadas veraniegas en la sierra madrileña, dos de ellas en los útlimos días de junio y otra un 15 de septiembre. No fueron espectaculares ni la nieve cuajó mucho tiempo, pero ahí están los datos para los curiosos y amantes de las estadísticas. Más al norte, en los Pirineos, la cosa es más dura. Los que conocen el lugar hablan siempre de un retroceso al invierno que se produce muchas veces ¡en la primera quincena de julio! Así como lo oyes. Allí no es raro ver nieve en esos días. Así que señores periodistas, pónganse a buscar noticias en otra parte y no lo hagan mirando al cielo, que por allí arriba las cosas siguen más o menos como siempre.