Escribo esto a altas horas de la noche, no puedo dormir, no podía dormir, me he levantado de la cama y he pensado que podría apuntar aquí algunas ideas del libro, de alguien que tampoco puede dormir bien, que quizás ahora esté dudando entre querer seguir intentando dormirse o salir de la cama y dar una breve vuelta a ver…
Y…
02.34
—Para Julia, que ya despierta
—He vivido en tres países, en siete ciudades y en quince pisos distintos; en todos he dormido mal. He tenido varios puestos de trabajo; en todos sentí la angustia de no rendir bien por falta de sueño. He tenido parejas; el mal dormir compartió cama con todas ellas.
—Uno quiere dormir, uno intenta dormir, pero no puede. Se dice que pasamos un tercio de nuestra vida durmiendo; pues bien, el maldurmiente puede pasar una décima parte de su vida fracasando en la búsqueda del sueño.
—Nadie retoca las instantáneas de su memoria con celo propio de censor soviético como una persona con problemas de sueño. El maldurmiente invoca el pasado para cambiarlo; fantasea, incluso, con ser alguien distinto de quien ha sido.
—La floración de pensamientos y recuerdos.
—Una postura que nos permita acoger el sueño.
* Una idea, una realidad, un deseo, acogernos.
—La dificultad de adaptarnos a los horarios de sueño impuestos por los mayores.
—Mientras aguardamos, como viajeros en un andén, la llegada de algo extraordinario.
03.21
Volveré a la cama, dejaré de escribir, apagaré la luz, cerraré los ojos, miraré un poco más a oscuras, colocaré el cojín entre mis piernas y volveré.