A y B, en la oficina. A mira a B. B mira su reloj.
B.- Diez minutos. ¿No dijiste que conseguiríamos dejar de trabajar los sábados si íbamos con él al teatro?
A.- Lo dijiste tú.
B.- ¿Yo? Tal vez. (Imitando al jefe) «Adoro el teatro ¡Jajajaja!» (Mira el reloj de nuevo.) Nueve minutos y medio.
Entra C.
B (en voz baja, a A).- Que viene…
C.- Queridos, en breve, todos a casa… ¿Tenéis plan para esta tarde? Porque si no…
B.- Yo tengo una tía enferma.
A.- Y yo ceno con mis padres…
C.- Ya. Lo suponía.
B (mira el reloj de nuevo).- Nueve minutos.
C.- Pues es una pena. Me apetece ir al teatro bastante. Bastante… (Ve algo sobre una mesa.) ¿Y esto?
B.- Pues, no sé…
C.- Sí, recuerdo esta obra, coincidimos casualmente allí…
A.- Sí, es cierto, coincidimos «casualmente» allí…
C.- Veo que tenéis una postal por cada actor y otra con el padre y la hija… Pero… Un momento. (Sale.)
B.- Yo no entiendo nada. Pero tampoco me importa mucho… (Mira el reloj). Ocho minutos.
C (entrando de nuevo).- Mirad. (Les muestra una postal.)
B.- Mejor historia que la nuestra… Sí, pues estuvo bastante bien…
C.- No digo eso. Yo tengo sólamente una. La del marido, que era pintor, o algo así… Bueno, eso es irrelevante… Lo verdaderamente importante es: ¿por qué yo no tengo toda la colección? Quiero que sepáis que esto es una injusticia.
B (mira el reloj).- Siete minutos veinte segundos.
C.- Claro, que no me las podría llevar jamás.. Jamás haría una cosa así… Son vuestras… Recuerdo que nos encontramos allí casualmente, y que yo pagué las entradas… Recuerdo que me dieron esta postal únicamente… ¿De dónde habéis sacado el resto?
B.- Nos las dio una chica morena, argentina… Sí. Fue ella. La vimos después en el bar…
C.- ¿En el bar? ¿Os quedasteis a tomar algo? ¿No decíais que era tarde y que al día siguiente…?
B.- Seis minutos.
C.- ¿Os quedasteis seis minutos?
B.- Cinco minutos cincuenta segundos.
C.- No entiendo… Voy a ver la función de nuevo, y voy a conseguir la colección entera… Porque me parece una gran injusticia…
A.- Hay cosas peores.
C.- ¿Cómo?
B.- Cinco minutos.
A.- Quedan dos funciones. Martes 17 y miércoles 18. Teatro Lara.
C.- ¡Voy a ir los dos días!
B.- Cuatro minutos.
A.- ¿Ya no miras el reloj?
B.- A partir de los siete minutos tengo la cuenta atrás incorporada.
C.- !Injusticia! ¡Ignominia!
B.- Tres minutos.
A.- Qué rápido pasa el tiempo cuando hay niños en casa.
B.- Qué nos deparará el verano aquí…
C.- ¿Qué narices decís?
B.- A veces me pregunto si seguiremos trabajando los sábados durante todo el verano…
C.- ¿Qué chejovianos estáis? Uy, no sé ni yo lo que estoy diciendo…
B.- Dos minutos.
Pausa. C les mira. Primero a uno y luego al otro.
B.- Un minuto.
Pausa.
A.- Apagamos ordenadores.
Pausa. C les sigue mirando.
B.- Cero. Vámonos.
Se levantan.
B.- Mi reino por un tinto de verano…
A.- Hasta el lunes.
Salen.
C.- Hasta el lunes… ¿Eh? ¿Pero estáis locos? ¿Es el calor? Escuchad… Os iba a proponer que… (Se acerca a la mesa donde están las postales. Mira a ambos lados. Las coge en la mano. Se aleja de la mesa.) Me las llevo. Todas. Y el martes y miércoles voy a ir a verla otra vez y cogeré todas las postales. ¿Creéis que no? Pues ya veréis. ¡Y lo de los sábados olvidadlo! ¡Por muchos años!
Sale con todas las postales.
Oscuro.
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