En el libro Conversaciones españolas, Camilo José Cela entrevista a distintos personajes del mundo del arte y la política. En la entrevista al músico Andrés Segovia puede leerse, entre otras agudezas, lo siguiente:
—¿Ama la velocidad?
—Relativamente, tampoco soy un apasionado de la velocidad… Además hay otra cosa: la velocidad de la luz es una maravilla. ¿Para qué hemos de afanarnos, si esa velocidad no la alcanzaremos jamás?
Me gusta en primer lugar la pregunta, creo que se puede saber mucho de un hombre según qué contesta a esto.
Pero la respuesta me encanta, es de una finura que hace justicia al personaje; empezando por el «relativamente» y terminando por los conocimientos de relatividad que demuestra, ya que una partícula no puede superar la velocidad de la luz. Ya se que salió en la prensa una noticia diciendo que se podía superar la velocidad de la luz, pero yo sólo me creo lo que estudié en los libros de texto, no lo que leo en la prensa.