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Mientras tantoCrisis, pobreza y delincuencia

Crisis, pobreza y delincuencia


 

Vamos a plantear dos hipótesis: que la crisis económica aumenta el número de delitos y que, a más pobreza, más incidencia de éstos. Veremos si los datos las corroboran.

 

Hace unos días hemos conocido la estadística de condenados que elabora el INE correspondiente al año 2013. En ella vemos que el número de adultos condenados por sentencia firme inscritos en el Registro Central de Penados se situó en los 219.776, un 0,6% por debajo de la cifra de 2012. Pero, si abrimos el foco, si ampliamos el horizonte temporal de análisis, comprobamos el fuerte aumento registrado desde el año 2007, cuando el número de condenados ascendió a los 160.938. De ellos, 147.160 fueron varones y 12.778, mujeres.

 

El año 2013 fue el segundo consecutivo de descensos en el número global y entre los varones. Entre las mujeres, la cifra no ha dejado de crecer en ningún ejercicio, para alcanzar las 25.000 condenadas el año pasado.

 

En el número total de condenados, el mayor crecimiento tuvo lugar entre 2007 y 2008, cuando el indicador saltó de los 160.000 hasta superar los 206.000. En el año 2006, apenas llegó a los 142.000. En 2004, 134.000, cifra prácticamente idéntica a la del inicio de la serie del Instituto Nacional de Estadística, en 1998.

 

¿Podemos sacar como conclusión que la crisis económica aumenta el número de delitos, el número de condenas? Sería, sin duda, algo que habría que estudiar. Porque otra de las posibles hipótesis es que haya aumentado el número de delitos tipificados, por ejemplo, o que la justicia se haya endurecido.

 

En este punto es interesante añadir que, atendiendo a su tipología, la mayoría de los delitos son los que tienen lugar contra la seguridad vial, que suponen un 36,8% del total, mientras que los delitos de lesiones apenas supusieron un 12,3% del total y los robos, un 11,1%.

 

 

Las Comunidades autónomas con más delincuencia… ¿son las más pobres?

 

Ahora queremos ver de qué manera influye el riesgo de pobreza en la delincuencia. Para ello, cruzaremos dos estadísticas, la de número de delitos desagregados por Comunidades autónomas con la información que proporciona la Encuesta de Condiciones de Vida, que también ofrece la tasa de riesgo de pobreza por regiones.

 

Ceuta es el lugar de mayor incidencia de la delincuencia, con 22,4 delitos por cada 1.000 habitantes de 18 y más años. También Ceuta es la zona de España en la que mayor es la tasa de riesgo de pobreza, con un 40,8% de la población.

 

Tras Ceuta, Melilla es el segundo lugar con mayor incidencia de delitos, con 31,2 por cada 1.000 habitantes. En su caso, la tasa de riesgo de pobreza se sitúa en el 21,7%, por debajo de Castilla-La Mancha, Extremadura o Andalucía, Comunidades autónomas donde este indicador ronda el 30% de la población. En estas tres autonomías, la tasa de delincuencia es reducida. De hecho, Castilla-La Mancha, con 6,1 delitos por cada 1.000 habitantes, tiene una de las incidencias más bajas de España, sólo superada por Aragón (5,5), Castilla y León (5,7) y País Vasco (6). Extremadura también tiene una de las menores tasas de delincuencia de España, con 6,8 delitos por cada 1.000 habitantes. En Andalucía el indicador sube un poco, hasta el nivel de 8,1 delitos.

 

Vemos, pues, que no hay una relación directa entre tasa de pobreza y delincuencia.

 

Porque, ¿qué ocurre en aquellos lugares en los que menos riesgo de pobreza hay? Navarra, con un 9,9% de población en riesgo de pobreza, es la región de España donde la prosperidad está más generalizada. Ahí, la tasa de delincuencia está en los 6,5 delitos por cada 1.000 habitantes, por debajo de la media, que se sitúa en los 7,2.

 

Tras Navarra, la tasa de riesgo de pobreza más baja se encuentra en el País Vasco, con un 10,5%. Ya hemos visto que es una de las Comunidades autónomas con menor incidencia de la delincuencia.

 

En la Comunidad de Madrid, con un 13,4% de la población en riesgo de pobreza, se cometen 6,5 delitos por cada 1.000 habitantes.

 

Pero sorprende que Baleares, que es la tercera región (aunque muy lejos de las dos primeras, Ceuta y Melilla) en la que más delitos se cometen (9,8 por cada 1.000 habitantes), se encuentre prácticamente en la media en cuanto a porcentaje de la población en riesgo de pobreza (19,8%).

 

 

Menores condenados… a la baja

 

En 2013, la justicia condenó a 14.744 menores, un 8,8% por debajo de la cifra de 2012 y lejos de los máximos de 2010 (18.238). Pero aún se encuentra por encima de la de 2007 (13.631).

 

Ceuta vuelve a ser el lugar de la geografía española más afectado, con 37,2 menores condenados por cada 1.000 habitantes de entre 14 y 17 años. Después, Melilla, con 19,3. La media española se encuentra en los 8,6. Por debajo de ese promedio se encuentran País Vasco, Canarias, Aragón, Galicia, Cataluña, Navarra y Madrid. Entre los lugares donde hay menor delincuencia protagonizada por menores nos encontramos con aquellos en los que menor riesgo de pobreza hay, como País Vasco, Navarra, Madrid o Cataluña.

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