El festival pone su foco en la difusión, experimentación, formación y producción en torno a las diferentes posibilidades artística de la relación entre el vídeo y la danza. Para ello este año ocupa las salas del Castelinho do Flamengo (Rio de Janeiro) con más de 300 horas de videodanza nacional e internacional y la participación de 35 países. Además de las proyecciones, el festival cuenta con talleres, encuentros, conferencia y residencias con algunos de los artistas como Jeannette Ginslov, Maia Sørensen o Vinícius Cardoso