A los más acérrimos partidarios del Brexit: si esa mala bestia llamada Trump los elogia, es que la cagaron bien cagada.
De mi Diario / Semana 26 / 2016
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Weiß/Colonia, 19.6.
Henri hasta el mediodía con nosotros. Como está embebecido con los programas del canal infantil y ni siquiera aceptó mi invitación a la heladería, me dedico a traducir los fragmentos que ya he seleccionado, de The Catcher in the Rye, para los dos artículos que tengo que escribir, uno para La Jornada, el otro para El Espectador. El problema que se presenta es el de identificar de qué pelis habla cuando habla de cine. Hay momentos en que lo dice expresis verbis, como cuando habla de su hermana menor Phoebe y cuenta que «la puede llevar uno a todas partes. Cuando por ejemplo va uno con ella a una peli mala, sabe que es una peli mala. Cuandos se va con ella a una peli buena, sabe que es una peli buena. D.B. [el hermano mayor, escritor y guionista de cine] y yo la llevamos una vez a una peli francesa, La mujer del panadero, en la que actuaba Raimu. Le pareció fabulosa. Pero su peli favorita es 39 escalones, con Robert Donat. Se conoce la maldita peli de memoria, porque la he llevado a verla unas diez veces. Por ejemplo, cuando Donat está huyendo y llega a la granja escocesa, dice Phoebe en voz alta justo en el momento correcto: “¿Puede comer arenque?” Se sabe el diálogo entero de memoria. Y cuando el profesor, que en realidad es un espía alemán, detiene a Donat con el meñique en el que falta una de las falanges, Phoebe se le adelanta y en la oscuridad me pone su dedo meñique en la nariz». Pero este botón de muestra es la maldita excepción.
En el partido Francia vs. Suiza, a siete jugadores suizos se les desgarraron las camisetas en sendas agarradas de sus contrincantes galos. El equipamiento del equipo helvético corre a cargo de la firma Puma, y me ha hecho sonreír el comentario de su centrocampista Xherdan Shaqiri, uno de los “descamisetados”: «Espero que Puma no fabrique preservativos».
Weiß/Colonia, 20.6.
2:40 am : Carlomagno en un reportaje histórico. Este tipo cada vez me cae más gordo y cada vez me parece más hijueputa. Y más imbéciles los “europeos” que lo tienen como santo y seña.
Hoy por fin, al cabo de un par de meses de observación empírica, lo dejo registrado en este diario como confirmación de lo que alguna vez he escrito ya en él; que a Einstein se le ocurrió la teoría de la relatividad del tiempo esperando buses o tranvías de la KVB [la compañía de transportes públicos de Colonia]. Ahora es documentable en los paneles electrónicos instalados en las paradas y anunciando el tiempo que tardará en llegar el próximo bus o tranvía. Cuando solo faltan 2 minutos, el observador científico no debe perder de vista el panel el más mínimo parpadeo, y al cabo de un cierto tiempo que pueden 1’, 2’, 3’, en el panel aparece la palabra “Sofort [=Enseguida]”. O sea, que en la concepción KVB–lógica del tiempo, el escalón inferior a los dos minutos no es un minuto sino lo que los chilenos dirían “Altiro”. Gente quisquillosa, que las hay, me podrán oponer que en tiempos de Einstein no existían estos paneles, pero eso, a mi juicio, no hace sino acrecentar el genio de don Alberto.
11:00 pm : Pasaban seguidos dos episodios del DCI Barnaby (el bueno, John, no el estereotipo Tom), de manera que País de Gales no pudo contar con mi apoyo sine qua non desde este lado del televisor, razón de más para que me alegre saber que le cascaron 3:0 a once conciudadanos de Putin en calzoncillos y de que se clasifican para octavos por delante de Inglaterra. ♫♫ Rules Wales–Cymru, Wales–Cymru rules the balls! ♫♫ Etcétera.
Weiß/Colonia, 21.6.
Una de las primeras cosas que se aprenden al venir a vivir a Colonia es que su diócesis es la más rica del mundo, con 3.4 millardos €, sólo superada, si acaso, por la de Chicago. Pero ya en el 2015 hubo que ceder el honor a Paderborn, con 4 millardos €, y según leo esta mañana en el diario, la de Múnich, a fines del 2015, disponía de un patrimonio de 5.5 millardos €. Me temo que el próximo paso sea que el arzobispo–cardenal de Colonia se vea obligado a ir a la zona peatonal, con una guitarra, para sufragar sus gastos.
Hoy es Ulli quien nos acompaña a La Modicana y mientras Carlitos y yo nos conformamos con nuestros espaguettis à lo pobre (sólo con mantequilla y queso rallado), ella se manda a bodega una monumental ensalada con tiras de carne de conejo, amén de un plato aparte con bruschettas (no estoy muy seguro de si ese es el plural correcto en italiano, pero Guillermo o Héctor me lo van a confirmar apenas lean esto). Los espaguetis a nosotros y la ensalada y las bruschettas a Ulli nos arrancan unos hmmmmmmms entusiasmados, y ello me hace recordar un trino de la tuitera colombiana @dulcedesal que descubrí hace poco: «Si cierras los ojos mientras ves porno, los sonidos son los mismos que yo hago cuando como Nutella».
En camino a la casa de Arzola, de repente descubro el Enrique–Schmidt–Cuadra–Weg, del que sabía su existencia pero nunca lo había visto. Me vienen a la memoria los días gloriosos en que nuestra redacción de la Deutsche Welle era como una filial del sandinismo militante que echó del poder al impresentable Somoza. Cuando visité Nicaragua en el 84, iba a alojarme en casa de Enrique y Mariví, quien fue nuestra secretaria en la redacción hasta que con el triunfo de los sandinistas se fueron a vivir a Managua. Pero dos días antes de llegar yo, desde Costa Rica, a Enrique lo mataron en una emboscada de la contra.
Con Arzola una hora de intenso trabajo con la compu portátil de Diny (el tercer ejemplar que le han cambiado en Otto) y al final decidimos que hay que comprar una distinta, aunque sea de segunda mano y con garantía por sólo un año. Arzola sabe dónde y cómo, y esta misma noche me ha pasado un enlace con la que podemos comprar en eBay.
Veo en el tranvía, cuando regreso a casa, un cartel de la Escuela de Traductores e Intérpretes de Colonia: «Aprenda a traducir, puede hacerlo mucho más rápido de lo que piensa». Carajo, debo ser un retrasado mental como la copa de un pino, llevo más de sesenta años aprendiendo a ser un trujamán y a lo más que he llegado es a ser un más o menos fiable aproximador.
Oskar felicita a Ana, en Huelva, por su cumpleaños, y le manda una foto que lo define:
La escribo a Nicolás Gelormini acerca de su trujamán «Dos en una», «porque ya le dediqué al tema una de mis columnas en El Espectador, de Bogotá, y si abre el anexo y lo lee, y luego la cauda de comentarios en el foro de la propia columna, verá que el tema da para mucho. Yo, a las amigas que me alegan que siempre dicen «uno» porque es lo que han aprendido, les pido que me digan con una absoluta convicción interior «Es que cuando a uno le baja la regla, se pone uno insoportable», y claro, se echan a reír y me responden que para eso está el salvador «me»: «Es que cuando me baja la regla me pongo insoportable», lo cual a mi vez me lleva a decirles que, siendo así, el «uno» es más falso que el beso de Judas».
Weiß/Colonia, 22.6.
Ha muerto Gertrud “Mucki” Koch, la última pirata Edelweiß de Colonia, a los 92 años. Desde que supe de ellos he admirado a esos jóvenes que no quisieron doblegarse a la disciplina nazi con sus Juventudes Hitlerianas y que fueron el flower power de los 12 años que duró el imperio milenario del cabo Hitler. No gozan de la fama que acompaña el nombre de Sophie Scholl porque su resistencia no fue política, sencillamente repudiaban al nazismo como instancia de poder que quería lavarles el cerebro. Decidieron seguir usándolo para no dejar de pensar por su cuenta, y a no pocos de ellos les costó la vida en el tétrico recinto de la guillotina que usaba la Gestapo en casos tan recalcitrantes como los suyos.
[Repasando el texto después de escribirlo me encanta lo espontáneo que me salió eso del flower power. El edelweiss es una de las flores más bellas, la flor de las nieves, de un blanco puro que la define en alemán. Y el movimiento de resistencia al que pertenecían los hermanos Scholl era La Rosa Blanca. Definitivamente, pues, sí, el flower power contra el nazismo].
¡Islandia pasa a octavos de final! Yupiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii… Y en los octavos le toca contra Inglaterra, así es que espero que los gentlemen ingleses tengan la decencia de saber perder e irse del continente con la música a su isla. ¡Islandia, mon amour!
Dedico prácticamente todo el día a pergeñar el texto de las palabras que leeré el 2 de julio, en la fiesta de nuestras bodas de oro nupciales. Se me ocurrió una idea creo que bastante buena y, al mismo tiempo, divertida, para hablar de los 50 años que llevamos casados Diny y yo, pero, para que funcione, tengo que plasmarla en muy pocas palabras y que no falte ni sobre una sola. Por dicha, las 43 personas que van a oírlas, Diny incluida, son todos de la mayor intimidad, así es que si la marro, y como no aspiro a la gloria de Demóstenes, todo queda en la familia.
Weiß/Colonia, 23.6.
MM recibe la última entrega de The Twitte’s Digest, con desnudo femenino como pronóstico meteorológico (una idea que le copié al tuitero alemán @DrWauMiau), y me escribe: «Sueño dorado. Fotos de hombres desnudos como colofón de TTD». Le contesto ipso fuckto: «Ay qué sueños dorados los tuyos… Lo entiendo, pero corro el riesgo de que si hago lo que sueñas, me tomen por marica, y no es que me importe, pero tampoco me gusta». Y le paso algún que otro enlace ad hoc, como decimos los clásicos, pa que se consuele.
Por pelotudo me perdí el segundo episodio de la 2.ª temporada de Lewis. Por pelotudo en parte, ya que estuve intentando escribir el artículo sobre The Catcher in the Rye, para La Jornada, y no me sale, ¡la protegenitora que me dio a luz!, no me sale por mucho que me empeño. Ay.
Weiß/Colonia, 24.6.
1:18 am : Al parecer tendremos que seguir soportando a los insoportables ingleses en la Unión Europea. Ahora sólo falta que además, como muestra de solidaridad con nos, los continentales, ganen la Eurocopa. Merde alors!
2:10 am : Un reportaje sobre Mary Shelley y su escritura de Frankenstein. Curiosamente, hace un par de horas, el primer episodio de la 2.ª temporada de Lewis*, en Oxford, el que se titula “An the Moonbeams kiss the Sea”, un bello verso de Shelley, gira alrededor de la falsificación de unas cartas del poeta en las que inspira y anima a su joven esposa para que escriba el relato tal vez más truculento de la historia universal, con excepción de las biografías de Gengis Kan, Atila, Carlomagno, Drácula, Napoleón, Hitler, Stalin, Franco, Mao Tse Tung, Pol Pot, Pinochet, Videla, Mobutu, Mugabe, y una larguísima lista más de hijueputas que han ingresado todos a la Historia por la cloaca y formando parte de sus deyecciones.
[* Nota bene : Repasando la cronología de la serie, me doy cuenta de que los responsables de la serie la programan probablemente borrachos. Esta noche pasaron en primer lugar el segundo episodio de la 2.ª temporada y a continuación el primero].
11:11 am : Me levanto de la cama justo cuando suena el timbre de la puerta, es el repartidor de DHL que nos trae la nueva compu portátil para Diny. Antes de desembalarla y desayunar abro la mía para encontrarme con la triste/alegre sorpresa del Brexit, no vamos a tener que seguir soportando a los insoportables ingleses. Lo que me consuela en medio de todo es pensar que incluso los más acérrimos partidarios del Brexit deben estar dándose cuenta de que han metido la pata hasta donde el vientre pierde su honesto nombre, y es al leer las jubilosas declaraciones al respecto de esa mala bestia llamada Trump. Si él los elogia, es que la cagaron bien cagada.
A lo largo del tardío mediodía y las primeras horas de la tarde le programo su nueva compu a Diny, «y aún parece que entré con pie derecho, / pues fin con este verso le voy dando».
11:30 pm : La serie del inspector Lynley y la sargento Heavers es otra de mis predilectas entre las policiales inglesas, entre otras cosas sobre todo por el contraste de sus protagonistas, un DI que es un Lord de Cornualles y una DS proletaria londinense. El trabajo de caracterización, y cómo de una confrontación sin la más mínima concesión recíproca, van naciendo un respeto y un afecto mutuos convierte esta serie en una perla. Inglesa, pero perla.
Weiß/Colonia, 25.6.
Como era de esperar, el diario le dedica hoy páginas y páginas al Brexit. Lo que más me llama la atención es la reproducción del discurso de Tomás Moro en un drama isabelino de Anthony Munday a cuyo texto aportaron varios de sus colegas; entre ellos Shakespeare con ese discurso del Lord Canciller, predecesor –pues– del infeliz David Cameron. He intentado rastrear el texto en castellano pero sólo existen unas líneas traducidas en una crónica de la BBC. Por supuesto, en alemán está traducido el parlamento completo, y es un encendido alegato a meterse bajo la piel del otro, en este caso de los emigrantes, un canto a la solidaridad humana, una condena del aislacionismo, en suma un discurso anti–Brexit en todo y por todo. Me apasiona sobre todo el verso final, «This [is] your mountainish inhumanity». El traductor alemán, como yo, se debió convencer de que no había una manera que no pareciese ridícula de traducir ese “mountainish” y optó por «Esa es vuestra montaña de inhumanidad».
Entre las esquelas, el recordatorio de la muerte, hace 25 años, de una joven de 24, Natalie H. Ritterbach. A la izquierda una foto, posiblemente de ella, en un paso de danza à la Isadora Duncan, descalza, y un epígrafe: «En el cielo se puede bailar bien». Amén de una cita de su diario, que también traduzco: «Quien teme a la muerte / está muerto antes de morir. / Quien muere / antes de tenerle miedo a la muerte / de seguro que ha vivido más».
Henri en casa. Comienzan los octavos de final de la Eurocopa. Suiza vs. Polonia. Le pregunto que por cuál piensa torçer. Me contesta con la pregunta: «¿Y tú por cuál?» «Yo, por Polonia». «Entonces yo por Suiza». Previsible como un “Amen” en la iglesia. Me lo comería a besos.
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