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Mientras tantoDe mi Diario: Semana 42 / 2013

De mi Diario: Semana 42 / 2013


 

Weiß/Colonia, 13.10.

Hoy se corre la maratón de Colonia y en el diario viene una entrevista con el profesor Wolfgang Decker, especialista en historia del deporte. El resumen es anonadante: la carrera del soldado Filípides, desde el campo de batalla de Maratón hasta Atenas, jamás tuvo lugar, no pasa de ser una leyenda. En cambio no se sabe tanto que hay una carrera de casi 250 km, entre Atenas y Esparta, esa sí llevada a cabo por Filípides, antes de la batalla, para solicitar el auxilio de los lacedemonios. Una carrera que se sigue celebrando hoy, la espartatlón, y el profesor Decker la ha presenciado, ha visto cómo los corredores llegan al cabo de 32, 35 horas, poco menos que arrastrándose pero mostrando en sus caras una sonrisa de felicidad increíble. Los 42,195 km de la maratón son, a decir verdad, una bicoca si los vamos a comparar con los 246 de la espartatlón, y en todo caso no son la distancia entre Maratón y Atenas, sino –en Londres– entre el castillo de Windsor y el estadio White City donde concluyó la carrera en los juegos olímpicos de 1908, una distancia que luego fue canonizada por el COI y es la que se corre desde entonces. Pero la Real Academia no se ha enterado todavía de nada de esto. En la entrada “Maratón” da por buena la siguiente etimología: «(De Maratón, gr. Μαραθών, lugar a 42 km de Atenas, distancia que recorrió un soldado griego, en el año 490 a. C., para comunicar la victoria sobre los persas)». Toma del frasko, Karrasko. ¡Qué falta le haría un buen historiador del deporte a esa docta casa, ¿por qué no postulará nadie a Jesús Castañón, que es una eminencia en la materia?

 

Email de Annemarie. Para cumplir la voluntad de la madre, de que sus cenizas fueran enterradas en un bosque, los hijos decidieron que lo mejor era llevarlas a un vivero, mezclarlas con tierra de cultivo, injertar un retoño de tilo en la mezcla y dejar que crezca allí. Cuando esté lo bastante crecido van a llevarlo a ’t Pesske, la laguna del bosque cercana a Beek de Montferland, donde nacieron todos los Hansen, para plantarlo allí. Ya han conseguido el permiso del propietario del terreno, y quieren que ese día acudamos todos. Será dentro de un par de años. A lo mejor llego a estar presente, pero si no, me alegro desde ya por ese hermoso destino de las cenizas de Annie.

 

Una nueva serie sueca, del sicólogo de la policía Sebastian Bergman. Es con Rolf Lassgård, que fue un fracaso como Wallander en el primer intento de la tele sueca de programar una serie con el comisario de Ystad. Pero en esta, a juzgar por el primer episodio que acaban de pasar, se le ve muy en su papel. Lo curioso es que el personaje que interpreta vive traumatizado por la pérdida de su esposa y su hija en el tsunami de Tailandia, es decir, sufre las consecuencias que llevarían al suicidio a Johanna Sällström, la Linda de la primera temporada de Wallander sin Lassgård en el papel del comisario. ¿Si sea esto un guiño de complicidad entre las dos series?

 

Weiß/Colonia, 14.10.

En el diario una oferta a toda plana, del supermercado discount Lidl, con productos italianos, entre ellos un Chianti Clásico del 2011 que se llama Contado de Grifo. Como sé que Lidl tiene sucursales en España, espero que sus responsables no pongan allí a la venta ese vino, y mucho menos, como acá, ahora, entre las ofertas especiales. El recochineo no tendría fin.

 

Fui a Rodenkirchen en el bus, saqué dinero del banco, envié facturas por valor de 4.723.11 € al seguro y a la subvención estatal (veremos cuánto me retornan), unas fotocopias a Bucaramanga y Simpatía por King Kong a Julio en Nettetal; ya le dije que creo que le va a gustar, no sólo por el tema, tan musical, sino por la mucha gracia con que escribe Ibsen, de quien creo que no leyó aún nada. Y en la farmacia me informé del buen uso del inhalador, porque las instrucciones de uso no hay quien las descifre, y mi neumóloga me las explicó tan a la carrera que no retuve nada; es lo que siempre pasa con quienes saben, que creen que los demás saben tanto como ellos.

 

Dice Henry James en Portrait of a Lady: «From five o’clock to eight is on certain occasions a little eternity» y traduce Miss Google: «De cinco a ocho es en ocasiones un poco de eternidad». Para empezar, no me gusta nada que mi amiga se coma el «certain» como si fuese un scoon para acompañar el five o’clock tea. Pero es que además, en el sentido que yo creo que lo escribió HJ, debería decir: «De las cinco a las ocho es en ciertas ocasiones una pequeña eternidad». 

 

Weiß/Colonia, 15.10.

Cuando llegamos a La Modicana la encontramos casi a tope, un martes, el día que los dioses nos habían reservado (creíamos, inocentemente, Carlitos y yo) para que nos perteneciese a nosotros, los dos, solos. ¿Cómo comer enmedio de semejante algarabía? Estamos considerando muy, muy en serio, la posibilidad de cambiar nuestro jour fixe, como decimos los puristas del idioma. Sea como fuere, los espaguetis con marisco hicieron honor a nuestra fidelidá sin tacha. Cheers!

 

En febrero 1986, Ingmar Bergman inicia los ensayos de su cuarta puesta en escena de una obra de Strindberg, Ett drömspel [El sueño], y apenas comenzados asesinan a Olof Palme. Este es un capítulo sumamente angustioso en sus memorias, porque quizás como reacción sicosomática al magnicidio, el buen IB enferma, y la cadena de desgracias continúa durante todo el período de los ensayos, hasta el estreno, que no cumple las expectativas. Me impacta en especial cuando le sale esta confesión: «Por primera vez sentí el envejecimiento como una especie de sabotaje».

 

Estoy teniendo suerte con Cernuda. Hoy me puse de nuevo a la tarea y cuando quise comprobar cuánto había avanzado, la calculadora me da la agradable sorpresa de que ya tengo casi 17.000 espacios, es decir, casi la mitad del texto. Y lo más agradable de la sorpresa es que he reducido a 42.260 los 55.302 de que partí ayer. Decido dejarlo por hoy.

 

Weiß/Colonia, 16.10.

Henri en casa, sólo por tres horas, porque a las 3 pm hay una fiesta infantil en su Kindergarten. En realidad Diny y yo habíamos trasladado a mañana el día de Henri en casa, porque íbamos a ir al cine con Carlitos, pero Carlitos no puede hoy, de manera que decidí ir nosotros también otro día (tal vez mañana) y llamamos a Montse para ver si prefería que Henri viniese a casa hoy como siempre los miércoles, en vez de mañana. Y sí, y me alegro de haberlo decidido así, mi pobrecito Henri seguro que no irá mañana al Kindergarten, los síntomas de un resfriado (sobre todo la tos) son inequívocos. ¿Qué Dios miserable debe ser ese que se ensaña con los niños como si fuesen adultos? La recontrarremilputa que lo recontramilparió.

 

He descubierto un ejercicio mental y profesional bastante bueno para afinar mi herramienta, el idioma. Consiste en rastrear cuentas alemanas en Twitter y elegir varios trinos que valga la pena pasarlos al español. Lo que sucede es que como hay que darle crédito al autor y el traductor, los caracteres se reducen de 140 a ±125. Primera dificultad. Y la segunda es que hay algunos que se trasladan sin pérdida y en el marco del formato Twitter, por ejemplo «Mein Restzweifel an der Nicht-Existenz Gottes begründet sich im Wesentlichen auf Tomatensauce» se deja convertir sin mayor problema en «Mi resto de duda sobre la inexistencia de Dios se basa fundamentalmente en la salsa de tomate». Pero, por ejemplo, «Krankenwagen und Notarzt vor dem Gemüse- und Obstladen. Ich wusste, dass auch diese Gesundheitslüge bald auffliegt!» se convertiría, ¡ay!, en «Ambulancia y médico de urgencia delante de la tienda de la tienda de fruta y verdura. ¡Yo sabía que también fracasaría pronto esa mentira de la alimentación sana!» Son 162 caracteres sin contar los créditos. Lo he resuelto así: «@vintagemind (trd.: Bada)Ambulancia y médico de urgencia delante de la tienda bío.¡Ya sabía yo qué montaje era eso de los alimentos sanos!» 139 caracteres. Uno afina bastante su herramienta con ejercicios como este.

 

Weiß/Colonia, 17.10.

1:55 am: El canal Arte acaba de pasar uno de los cuatro episodios de Ro.Go.Pa.G, una peli de 1963, y el que han pasado es el de Pasolini, que yo ni conocía ni tenía la más mínima idea de que existiese, a pesar de que interviene Orson Welles, cuya filmografía este afrodescendiente dizque se sabía al derecho y al revés. Mierda, nunca en la vida había visto hasta ahora nada que fuese tan refrescantemente sacrílego, irreverente y divertido como este cortometraje. Buñuel es el Neolítico (¿o el Paleolítico?), si se lo compara con esto.

 

Durante la siesta, semidesvelado, me estuve acordando de algo que citaba mi abuela Remedios, de una comedia de sus años mozos, y tenía que ver con la Iª y la IIª Repúblicas, la primera de 1873 y sus cuatro presidentes (Figueras, Pi i Margall, Salmerón, Castelar) en menos de un año, y la segunda, iniciada en 1931 teniendo como presidente a Alcalá–Zamora. Y en esa comedia que recordaba mi abuela, una gitana se quejaba con mucha gracia a su gitano, que la quería llevar al altar cuando ya tenían casi ochenta años: «¡Ay Dios mío, que me lo prometiste con Pi i Margall y me lo vas a cumplir con Alcalá–Zamora!» Es curioso que la historia se registre así gracias a la literatura. Recuerdo siguiendo el hilo, una comedia de los años 50, Ayer será mañana, donde en el Madrid popular de comienzos del siglo XX se hacía un chiste que era un juego de palabras en base a los políticos Maura y Sánchez Toca: «¿A que no saben ustedes cuando baila Maura?Pues Maura baila cuando Sánchez toca». La memoria, qué lo parió

 

Por un reportaje de mare.tv me entero de que el Mar Negro se llama así a causa de que, en el idioma antiguo de los turcos, los puntos cardinales se nombraban con colores, y el norte era el negro; de manera que cuando se extendieron por Anatolia, hacia el norte, y alcanzaron el mar, lo bautizaron como “mar al negro”, es decir “mar del norte”. Nunca te acostarás sin aprender algo nuevo, como dicen las putas con un alto sentido de la profesionalidá.

 

Terminé el borrador del texto de la conferencia sobre Cernuda, 37.493 espacios, lo que significa un par de minutos más de los cuarenta programados, pero creo que vale la pena. Ahora me toca guardar ese archivo y no volverlo a abrir en una semana, para que repose, y poderlo mirar con otros ojos dentro de siete días, en frío. Porque la verdad es que lo he trabajado en caliente, con el horno al rojo vivo. Y sí, lo he leído antes de archivarlo y enviarle una copia de seguridad a Carlitos, y me deja un buen sabor de boca, aunque posiblemente podría haberle sacado mucho más partido a ese material de lujo. Sólo que luego me digo que sacarle más partido siempre es posible, porque guardo en un archivo distinto todo ese material, y puedo componer con él hasta un pequeño ensayo. Pero una conferencia, para mí, siempre será un texto para el oído, y en ese sentido me parece que la solución que adopté fue la mejor. Quienes acudan el 5 de noviembre al Cervantes de Hamburgo saldrán habiendo oído más Cernuda que a lo largo de todas sus vidas. Y de eso es de lo que se trata, digo yo.

 

Weiß/Colonia, 18.10.

Día negro para mi rodilla. Y más negro para mí. Tuve que anular una cita con la gatita gatota, y tumbarme en la cama después de haberme aplicado una loción dizque sanalotodo. Y pensar en cómo se me va yendo la vida, y con ella las últimas alegrías, y recordar eso de Juan Ramón que siempre me acongoja cuando lo recuerdo: «Y yo me iré. Y se quedarán los pájaros cantando». Y sí, dejé la ventana entornada y estuve oyéndolos, pero mientras los oía llegué a la conclusión de que a fin de cuentas quizás (y hasta sin quizás) mejor fuera morir así. Y

 

Un nuevo ejemplo de lo que anoté hace un par de días. La gatita gatota subió a su cuenta T un tuit alemán que dice: «Süße Idee: Kollegen haben ihren Sachen im Bürokühlschrank Namen gegeben! Gerade esse ich einen Joghurt, der «Sabine» heißt». Si lo traduzco literalmente se me amplía hasta 146 caracteres, sin los créditos. Al cabo de un rato le regalo esta traducción a la retuiteadora, para que sus seguidores hispanoleyentes no se queden sin saber lo que dijo la tuitera alemana: «@st4rbucks (trd.: Bada): Chévere, cada colega rotula sus cosas en la heladera de la oficina. El yogur que me como ahora se llama “Sabine”». 138 caracteres.

 

Algo que me está resultando fascinante en la relectura en paralelo de las memorias de Ingmar Bergman y las de Miguel de Molina –cuando termino un capítulo de uno empiezo un capítulo del otro– es que se ha producido una asimetría muy enriquecedora y que nada tiene que ver con la natural asimetría de ambos memorialistas. MdM sigue rigurosamente la cronología de su vida, desde el momento de su nacimiento en 1908, pero IB, aunque comenzó también con él (1918), utiliza casi desde el segundo capítulo la técnica cinematográfica del flash backsólo que al revés, flash ahead, y ahora, por ejemplo, en el capítulo sexto, está contando las razones de su retirada del cine. Fundamentalmente se derivaron de las sevicias propias de la edad, que en su caso tenían una larga trayectoria, su estómago nervioso y sus intestinos harto incalculables se manifestaron ya en la infancia. Después de confesarlo con palabras que no dejan lugar a dudas acerca de sus padecimientos, concluye diciendo: «Los remedios no ayudan, porque o bien embotan o bien tardan en surtir efecto. Un médico listo me aconsejó que aceptase mi hándicap y viviera en función del mismo. Fue lo que hice. En todos los teatros donde trabajé durante un largo periodo, siempre tuve a mi disposición mi propio inodoro. Tales inodoros sospecho que son mi servicio más duradero a la historia del Teatro». Por cierto que él data esa retirada en 1982, tras el rodaje de Fanny & Alexander, pero una mirada curiosa a su ficha en www.imdb descubre que después de esa obra maestra, ese canto de cisne, todavía produjo 15 telefilmes. Se ve que le resultó muy difícil «arrinconar la cámara», como él mismo dice, tan gráficamente.

 

Weiß/Colonia, 19.10.

Larga conversación telefónica de Diny con Ilse. La estábamos llamando constantemente por teléfono desde su cumpleaños, y nunca respondía. Ahora le contó a Diny que tuvo un infarto, pero eso no es lo peor de la historia. Lo peor de la historia es que han tenido que internar a Manfred en una residencia geriátrica, y en ella vive, atado a una silla de ruedas. Oyendo a Diny pienso instintivamente en la esquela que vi esta mañana en el diario, mientras desayunaba, y en el epitafio de Hilde Domin que la encabeza: «Me llama el jardinero. / Bajo la tierra sus flores / son azules». Me llamó la atención porque junto a la cita están reproducidas tres calas, una flor inequívocamente blanca. ¿Si serán azules debajo de la tierra?  Me oigo decirle a Diny que lo mejor es que almorcemos mañana en el chino, y vayamos después a visitar a Manfred.

 

Sintomático; el cartero me entrega un sobre con un libro que me regala otro gran amigo, Javier Maderuelo, y me lo envía desde Madrid: Amistar, de Gilles A. Tiberghien. Amistar, qué verbo tan maravilloso y tan poco usado. ¿Y Moguer, por qué no es verbo “moguer”, Juan Ramón?

 

***********FIN***********

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