Cuando mis alumnos no europeos me preguntan qué ciudades les recomendaría del vecchio continente escribo cuatro nombres en la pizarra, Venecia, Melilla, París, Ceuta.
Anoto esto porque su pregunta ha coincidido con otro ciclo de películas sobre Venezia después del trabajo. Locuras de verano (1955) de David Lean, la última.
Calle della Scorciatoia.
Después vendrá otro ciclo de películas en París mientras ceno. France (2021) de Bruno Dumont, la próxima.
Rue du Croissant.
No conozco ninguna película de las ciudades españolas de ultramar.
Escribo esto porque al contemplar las ciudades del continente europeo en la pantalla vislumbro una diferencia entre el cine y la literatura.
Entre la película y el libro.
Reconozco muchos lugares y sé que hay al otro lado, avanzando por esa calle, detrás de la cámara…
Recuerdo Venecia y París…
Estábamos…
Cuando mis alumnos me preguntan al final qué hay que ver en Melilla y Ceuta les digo que voy a escribir algo y mañana lo leeremos.
Imprimiré una copia para todos.