Borges solía decir que los autores contemporáneos acaban influyendo sobre los muertos. Desde luego influyen sobre nosotros cuando los tras leernos volvemos a visitar a los autores que leímos, porque en nuestras retinas y cerebros se han depositado interpretaciones y placeres que nos hacen ven con otros ojos el pasado de nuestra cultura. Algo así logra el formidable museo Rijksmuseum de Ámterdam con la convocatoria «Rembrandt y Degas, dos artistas jóvenes». En óleos y grabados, los dos artistas se miran a los ojos desde los autorretratos, un género por el que ambos mostraron devoción y que aquí, al juntarlos, leemos con ojos nuevos, de tal forma que luego, al volver al hotel, o a casa, nos invitan a vernos de otra forma. Como escribió Isabel Ferrer en «El País», «la exposición pulveriza la distancia temoporal entre los dos maestros».