Sublime:
Buscar en Facebook a Dania Londoño Suárez, la mujer del «quiero mi
dinero, baby» –hoy, la frase de todos– y pedirle amistad.
Grotesco:
Leer a Krugman y sacar el dinero de Bankia y, al día siguiente,
escuchar a De Guindos (o a Alierta) y volverlo a meter.
Próxima edición:
Resaca