Allí, Vegas entró en contacto con ese don de la ternura que reivindica en el disco para combatir la soledad. La ternura no solo es un sentimiento importante porque implica algo cariñoso, sino porque es lo contrario al cinismo, que solo tiene en cuenta tu propia concepción del mundo. Implica reconocer a la otra persona. Tiene un poder. Termina por necesitar de un apoyo mutuo.
Caminé cinco lunas más – me creía morir – cualquier ser se puede arrastrar
seguir
no sé cómo llegué a un lugar – donde nadie podría encontrarme – me creía a salvo hasta que al fin
tuve que preguntarme
y si nadie me encuentra jamás – sentiré soledad – el rumor de su locura – desde mi oculto rincón
sin mostrar que es la ternura nuestro don
no era el único por allí que se hallaba bien escondido – comenzamos por las noches a salir y al fin lo hicimos al sol – así fue como te encontré
y vi brotar tu sangre oscura
y una duda me asoló
en verdad es la ternura nuestro don
– ¿lo es o no? –
– en la lucha como en el amor –
y te crees inmortal – y es brutal el dolor – pero el cuerpo se seca – y te toca lidiar con la sangre y el don
no hay victoria que sea final ni derrota total.
Es el don,
nuestro don.