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Mientras tantoEduardo Galante, un entomólogo comprometido

Eduardo Galante, un entomólogo comprometido


Imagen de Eduardo Galante

Eduardo Galante Patiño es biólogo, doctor por la Universidad de Salamanca donde fue profesor desde 1978 a 1991 en que obtuvo la cátedra de zoología en la Universidad de Alicante. Ha sido presidente de la Asociación Española de Entomología desde 1993 a 2023, y del Comité español de la UICN entre 2001 y 2007. Entre sus diversas actividades ha sido coordinador de obras de referencia en conservación como el Libro Rojo y Atlas de especies amenazadas de Invertebrados de España e impulsor de la Red de Reservas Entomológicas de España. En la Universidad de Alicante creó en 1998 el Centro Iberoamericano de la Biodiversidad, CIBIO, y mediante acuerdo con el Ayuntamiento de Ibi (Alicante) fundó la Estación Biológica de Torretes y el Museo de la Biodiversidad, referentes de investigación y difusión del conocimiento de la biodiversidad y su conservación. Ha compaginado la investigación con la divulgación del conocimiento a la sociedad y su labor ha sido reconocida con el Premio Castilla y León de Medio Ambiente, Premio de Cantabria de Medio Ambiente y Doctor Honoris Causa por la Universidad de Piura, Perú, entre otros.

Conocí a Eduardo en un encuentro con otro amigo común Carlos Blanco del que también tuve el honor de entrevistar. En las primeras conversaciones que tuvimos, compartimos nuestra preocupación por la situación actual en la que nos encontramos con la crisis climática y como no, de los grandes simios y la labor del Proyecto Gran Simio. Es una persona sencilla, cercana, amante también de los insectos que son indispensables para la vida de nuestro planeta y que muchas veces no nos damos cuenta de ello. Es abierto y con ganas de realizar proyectos encaminados a favor de la biodiversidad que alimenta los ecosistemas de la Tierra.

Sus estudios con insectos tal vez ha sido la consecuencia de que sus trabajos no sean tan públicos, no por la importancia, sino posiblemente por el rechazo de muchas personas a estos grandes seres que cuidan nuestro hábitat.

Eduardo además es el Director de un Museo de Biodiversidad donde se  muestran los  diversos ecosistemas con exposiciones itinerantes de alta calidad educativa. Un espacio donde nos adentramos en la historia natural y del cual se sale con una visión amplia de la importancia de la naturaleza en su conjunto.

Sacando tiempo de donde ha podido debido al volumen de su trabajo y por lo cual se lo agradezco de corazón, nos deleita con sus palabras y mensajes profundos, en un tiempo donde la humanidad necesita de sabios para poder enderezar el camino de nuestra existencia.

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ENTREVISTA A EDUARDO GALANTE PATIÑO

1.- Eduardo, eres un científico que trabaja en el silencio de los medios pero que sin embargo estas realizando una gran labor en defensa de nuestro medio ambiente y la protección de especies. Una labor además educativa, tanto dentro de la universidad como en tu etapa de director del Instituto Universitario de Investigación, Centro Iberoamericano de Biodiversidad (CIBIO) de la Universidad de Alicante o presidente de la Asociación española de Entomología, además de muchos frentes en los que estás involucrado. ¿Puedes decirme en qué proyectos estás involucrado ahora?

Es verdad que, aunque he colaborado siempre con todos los medios de comunicación que me han requerido, no siempre los mensajes han tenido una gran repercusión mediática debido probablemente a que trabajo con insectos y este grupo de animales no ha sido hasta los últimos años objeto de atención en la conservación de la biodiversidad. Sigo trabajando en diversos frentes, y eso que me jubilé a finales de agosto de 2023 después de 48 años de profesor universitario, pero actualmente sigo vinculado a la Universidad de Alicante como Profesor Emérito. Con mi grupo de investigación seguimos conociendo la biología y ecología de los insectos ligados a los árboles de nuestros bosques, ya que en este grupo de insectos se encuentran algunas de las especies más amenazadas de Europa y por otra parte, nos da una valiosa información sobre el estado de conservación de nuestros bosques y nos permite predecir los cambios inducidos por el cambio climático. También estoy coordinando los trabajos impulsados por el MITECO, a través de la empresa pública Tragsatec, para conocer el estado de conservación de las poblaciones de especies de artrópodos y otros grupos de invertebrados de España incluidos en la Directiva Hábitats y en los Atlas y Libros Rojos de especies amenazadas españolas, así como las invasoras. Es un gran proyecto cuyo objetivo final es contribuir a los informes sexenales que el gobierno español tiene que remitir a la Unión Europea en 2025 y en el que participan más de 50 investigadores de toda España, siendo el centro coordinador nuestro instituto de investigación CIBIO, en colaboración con la Asociación española de Entomología.

2.- Eres además el director del Museo de Biodiversidad situado en la localidad de Ibi (Alicante) que poca gente conoce. Una especie de gabinete de historia natural, donde además de exponerse diversos ecosistemas, también hay una exposición sobre el tráfico de especies y mucho más. Creo que es un lugar con mucha importancia que todos  deberían visitar. ¿Cómo se te ocurrió lanzarte en este apasionante proyecto?

El Museo de la Biodiversidad (MUBIO), es más que un gabinete de ciencias naturales, es un espacio de difusión y educación para sensibilizar, concienciar y capacitar a los diversos grupos de la sociedad sobre el concepto de biodiversidad, las amenazas que sufren las especies y sus hábitats y la necesidad de emprender acciones responsables y respetuosas con el Medio Ambiente. Necesitamos cambiar muchos de nuestros hábitos de vida para contribuir a crear un entorno mejor conservado y más sostenible. Esta fue la idea que me llevó a crear el MUBIO, quizás uno de los proyectos que más satisfacciones me ha dado junto con la creación en la Universidad de Alicante del instituto universitario de investigación CIBIO, Centro Iberoamericano de la Biodiversidad. Fue una idea que tuvo una feliz acogida tanto por parte del Ayuntamiento de Ibi como de la Universidad de Alicante y que desde sus inicios se encuentra vinculado al instituto CIBIO. Este año estamos de celebraciones, ya que el CIBIO cumple 25 años y 20 años el MUBIO.  La importancia del MUBIO y su mensaje ha crecido a lo largo de todos estos años, y por sus instalaciones pasan anualmente más de 12.000 escolares que se llevan a casa el mensaje de la conservación. Hoy es un museo muy activo, con numerosas actividades a lo largo del año y que genera exposiciones itinerantes que visitan otras ciudades, lo que hace que el número de visitantes total que reciben nuestro mensaje supera las 60.000 personas por año.

 3.- Creo, bajo mi punto de vista, que las agencias de turismo no publicitan la visita al museo a pesar de ser muy importante e instructivo, en comparación con la visita a Tierra Mítica y a otros lugares de Alicante. ¿A qué crees que se debe?

Creo que a pesar del largo recorrido que ya tenemos, y que el MUBIO es uno de los museos más activos de la red de museos de la Generalitat Valenciana, sigue siendo un gran desconocido para parte de la sociedad. Por sus instalaciones han pasado medios de comunicación escritos y visuales tanto comarcales, como autonómicos y nacionales que han grabado programas y entrevistas que se han emitido incluso de forma repetitiva, pero sin embargo todavía hay muchos gestores y responsables de las administraciones locales que desconocen su existencia. En más de una ocasión he propuesto que se incluyese en circuitos turísticos, una iniciativa que creo es especialmente importante en una tierra que recibe miles de visitantes que desean informarse de nuestro territorio y buscan algo más que sol y playa. Pero para ello, los responsables de estos programas primero debieran conocerlo. Todo el que lo visita se queda sorprendido porque no imagina su contenido y el mensaje de conservación que encierra.

4.- Como biólogo, eres amante de los insectos a los que consideras esenciales para los ecosistemas de nuestro planeta. Además, te encuentras investigando en la aplicación de insectos para el control de plagas. ¿Qué me dices de ello?

Los insectos, con una antigüedad cercana a los 400 millones de años, han logrado colonizar todos los rincones de la Tierra, siendo animales imprescindibles para el buen funcionamiento de los ecosistemas terrestres y dulceacuícolas. Con más de un millón de especies conocidas y más de diez millones por descubrir, según las estimaciones científicas, es el grupo de seres vivos con la más alta diversidad, agrupando más del 60% de las especies conocidas. Entre los insectos encontramos los principales recicladores de materia muerta, contribuyendo de manera eficiente a la fertilización del suelo. Los insectos son los principales polinizadores y de ellos depende en gran parte la producción de frutos y mantenimiento de la diversidad vegetal; más del 80 % de las plantas con flores son polinizadas por insectos. Son el principal componente de las redes de alimentación de las que dependen numerosos vertebrados y en los insectos encontramos un extraordinario recurso natural utilizado en la agricultura ecológica que permite hacer frente a las plagas mediante su uso de control biológico que evita el uso de agroquímicos y protege nuestra salud y la del planeta. Actualmente estamos en un momento crucial de pérdida de biodiversidad, es una extinción silenciosa a la que no se ha querido prestar atención cuando desde el mundo científico y conservacionista muchos veníamos desde más de tres décadas insistiendo en la gravedad del problema.

5.- Has recibido numerosos premios y diplomas a lo largo de tu carrera científica. ¿De cuál o cuáles te sientes más orgulloso? Ya sé que todos son importantes para tu vida profesional y personal.

Los reconocimientos relacionados con la protección del medio ambiente, todos ellos, independientemente de quien los otorgue, siempre constituyen una satisfacción al advertir que el mensaje de la conservación llega a la sociedad, constituyendo un acicate para seguir en la senda de la protección del medio ambiente. Entre las distinciones recibidas una de las que más satisfacciones me produjo fue el Premio de Protección del Medio Ambiente de Castilla y León en 2003, ya que me formé en la Universidad de Salamanca y en ella di mis primeros pasos como profesor antes de venir a la Universidad de Alicante. Asimismo, el Premio Internacional Augusto González de Linares de Medio Ambiente de Cantabria en 2007 fue una satisfacción por el reconocimiento que suponía a mi labor en Iberoamérica, donde por cierto recibí con gran cariño el diploma entregado por una comunidad de indios Mam de Chiapas, México, en reconocimiento al apoyo para la conservación del bosque de niebla y sus habitantes.

 

6.- Eres miembro del Comité Internacional del Corredor Biológico Mundial.  Un esfuerzo titánico para unir zonas protegidas o no y formar un pasillo de biodiversidad planetaria. ¿Qué te parece la iniciativa?

Es una magnífica iniciativa que remueve conciencias y busca la implicación de las administraciones locales, regionales y nacionales, así como universidades y centros de investigación para crear una comunidad que, superando barreras e ideologías, busquen transmitir la idea de que vivimos en un mundo interconectado a través de la Naturaleza y donde todos tenemos la obligación moral de su conservación. Ya son muchos los municipios, regiones, entidades científicas e investigadores que se han integrado en el Corredor Biológico. Creo que ha llegado la hora de pasar de las buenas intenciones a la acción, impulsando acuerdos y compromisos ambientales por parte de sus integrantes. Cualquier iniciativa llevada a cabo por cada uno de sus miembros, por pequeña que sea, se convertirá en un potente mensaje y reforzará la acción común de protección de la biodiversidad.

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7.-  Nos hemos reunido varias veces y para mi considero que eres una persona abierta hasta tal punto que como no, nos hemos hecho amigos. ¿Qué te parece la lucha por la defensa de los derechos básicos de los grandes simios y la protección de su hábitat en los que Proyecto Gran Simio está inmerso?

Me parece una excelente iniciativa, ya que remueve conciencias y nos hace reflexionar sobre la realidad de la biodiversidad. Los grandes simios, al ser seres vivos con los que compartimos aproximadamente un 90% de nuestro componente genético, el observar sus comportamientos, reacciones y gestos, nos ayuda a comprender la necesidad de emprender acciones para su protección y de la biodiversidad en su conjunto.  Proteger a los grandes simios, es proteger una larga historia evolutiva que se desgajó de un tronco común del que hace millones de años nuestra especie formó parte.  El problema es que siempre nos hemos considerado seres ajenos a la vida que nos rodea. Hemos interiorizado la idea de que la diversidad biológica está para ser usada en nuestro propio beneficio, e incluso exclusivamente a nivel personal. Hemos perdido la conexión con la naturaleza y no hemos comprendido que formamos parte de ella, de que somos una especie que se ha multiplicado más de 100 veces lo que en condiciones naturales cualquier animal de nuestra talla hubiera logrado. Hemos ocupado todos los territorios, desplazado y en muchas ocasiones exterminado a ese conjunto de seres vivos que nos acompañan en esta aventura de la vida y de cuya comunidad formamos parte.

8.- ¿Consideras que los grandes simios que son homínidos no humanos deben ser considerados personas no humanas como ya hay en Argentina dos sentencias a una chimpancé y una orangutana? ¿Qué exista una Declaración por las Naciones Unidas por los derechos de los homínidos no humanos? ¿Qué la UNESCO los declare como patrimonio vivo de la humanidad?

Soy de la opinión de que quizás no debemos enredarnos en disquisiciones que pueden llevarnos a discusiones semánticas que nos distraigan del objetivo real de protección de las especies, y esto nos haga perder tiempo. El caso de Argentina ha supuesto un hito, y soy consciente de la gran carga emotiva que conlleva, y el simbolismo que representa para la consideración y protección de los grandes simios. Hay que conseguir su protección, es una obligación ética y moral que pasa por conservar sus hábitats y perseguir con más contundencia el comercio ilegal de las especies. El resultado sería no sólo la protección de los grandes simios, sino la conservación de unos ecosistemas en los que los grandes simios conviven con millones de otros seres vivos imprescindibles para el buen funcionamiento de sus hábitats.

9.- El gobierno tiene la obligación por Ley de legislar una Ley de grandes simios. ¿Qué te parece? ¿Lo apoyas?

Somos un país con una legislación ambiental bastante consistente que por sí misma debería ser una garantía para la protección de los grandes simios. No obstante, el desarrollo de una nueva ley centrada en los grandes simios, reforzaría su protección y daría mayor visibilidad a este grupo de seres vivos. En todo caso, el principal problema lo encontramos en la destrucción creciente de sus hábitats naturales y un creciente comercio ilegal movido por redes mafiosas internacionales. Tenemos que luchar con contundencia para detener este drama y ser implacables con el comercio ilegal.

 10.- Respecto a los zoos, ¿crees que se deberían de reconvertir y no ser centros de negocio donde se mantienen a los animales cautivos y donde se les ha amputado su cultura siendo meros cromos sin vida? Pienso que hoy en día no hace falta para ver un delfín, llevar a los niños a un espectáculo burlesco de la especie donde se les obliga a realizar filigranas circenses.

Afortunadamente los zoos han evolucionado mucho en las últimas décadas. Ya no son aquellas casas de fieras donde se exhibían enjaulados animales en condiciones deplorables que habían sido extraídos directamente de sus hábitats naturales. Actualmente los ejemplares de los zoos han nacido en cautividad, y además muchos acogen especies decomisadas, muchas de ellas procedentes del comercio ilegal, que no tienen posibilidad de retorno a su hábitat natural. Los zoos tienen que ser espacios, como reconoce la Comisión para la Supervivencia de Especies (SCE) de la Unión Mundial para la Conservación de la Naturaleza (UICN), que desempeñen un papel importante, no siempre reconocido, en la conservación y recuperación de especies. Es verdad que todavía existen núcleos zoológicos donde este nivel de concienciación y de desarrollo de programas de conservación todavía no se lleva a cabo, al menos en su totalidad, pero cada vez son más los que aplican un enfoque de conservación, llevando a cabo grandes esfuerzos para la recuperación de las especies.  Existe legislación europea y española que regula los zoos y define como prioritario el papel de estos en la conservación de la biodiversidad. Nuestra normativa tiene ya cerca de veinte años, y quizás, debiera ser revisada introduciendo condiciones más estrictas de adecuación de hábitat adecuado y estado de bienestar. Para mi, en la actualidad, la función primordial de los zoos tiene que ser la educación ambiental y la transmisión de los valores de la conservación. Bien gestionados en cuanto al estado de bienestar de las especies que albergan, pueden ser espacios que acerquen a la sociedad al conocimiento de una biodiversidad a la que muchas personas no pueden acceder de forma natural, pero que su contemplación forme parte de un proceso educativo que permita conocer las especies, sus amenazas y los programas que se desarrollan para su recuperación.  En definitiva, los zoos tienen que ser espacios de vida donde los animales vivan en lugares bien dimensionados, recreando sus hábitats naturales y con un diseño que no permita que los visitantes interactuar directamente con ellos, pero que al final de su recorrido los visitantes salgan concienciados sobre las amenazas y la necesidad de conservar la biodiversidad.

11.- La entomología forma parte también de tus investigaciones. ¿Nos podrías contar lo que haces por ese maravilloso mundo de los insectos?

Los insectos son desde hace más de cincuenta años el grupo de animales a los que he dedicado mis esfuerzos en investigación.  Es un mundo fantástico, con una gran diversidad de formas y colores que muchas veces nos fascinan y, sin embargo, siguen siendo bastante desconocidos para gran parte de la sociedad. Tan sólo en España superan las 45.000 especies, más que el número total de especies de vertebrados de todo el mundo. A lo largo de mi carrera profesional he trabajado sobre todo con coleópteros, si bien he prestado atención a otros muchos grupos. Con nuestro grupo de investigación he tenido la fortuna de poder investigar en numerosos ecosistemas de nuestro país, principalmente en bosques mediterráneos donde hemos analizado la biodiversidad de insectos y su estado de conservación. Esto nos da una información muy valiosa para conocer el estado de conservación de los bosques y la biodiversidad que encierran, nos informa sobre problemas derivados de la gestión de sus masas forestales y nos permite evaluar los riesgos futuros derivados de impactos debidos a la acción humana o por el cambio climático. También he tenido la satisfación durante más de veinte años de trabajar con mi grupo de investigación en bosques tropicales de América, particularmente en México y Costa Rica, desde las selvas tropicales lluviosas costeras, hasta los bosques de niebla por encima de los 1700m de altitud, lo que permitió descubrir más de 60 especies de coleópteros nuevas para la ciencia y conocer algo más sobre el funcionamiento de las comunidades de insectos tropicales.

12.- Estamos inmersos en una grave crisis climática donde la responsabilidad principal a mi modo de ver son los políticos que no ponen los medios suficientes para atajar lo que se nos viene encima. ¿Qué opinas de esta grave situación planetaria?

La crisis climática es una evidencia que debiera concienciarnos mucho más en nuestras acciones diarias. Es un proceso grave, muy preocupante que requiere de acciones concretas, decididas y con implicación de toda la sociedad. No podemos reclamar que se implementen políticas para mitigar el cambio climático y no modificar nuestros hábitos personales de consumo y uso de los recursos naturales. Debemos exigir a los políticos que impulsen la lucha contra el cambio climático a través de la implementación de regulaciones que promuevan la sostenibilidad, reducción de emisiones, apoyo a las energías renovables respetando la naturaleza, fomentar las prácticas agrícolas libres de contaminantes y respetuosas con la biodiversidad del entorno, etc. Necesitamos un gran acuerdo internacional para promover una eficaz cooperación entre países que permita abordar los grandes desafíos ambientales del siglo XXI, el cambio climático y la creciente pérdida de biodiversidad. Las políticas muchas veces se canalizan a través de grandes cumbres internacionales sobre el clima, o la biodiversidad, que constituyen un camino lleno de obstáculos que apenas permiten avanzar. Se discute en un marco internacional multicultural donde afloran intereses de todo tipo y distintas formas de entender la vida y el estado de bienestar. A veces sirven para discutir más sobre cuestiones semánticas y definitorias que sobre los problemas reales que afectan al medio ambiente, pero creo que son necesarias estas cumbres para mantener el espíritu de lucha y seguir intentando llegar a acuerdos que permitan encontrar soluciones.

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13.- Como profesor de Universidad, tienes contacto con muchos jóvenes todos los años. ¿Crees que son conscientes del cambio climático producido por el hombre? ¿Les ves con inquietudes referente a este tema? Lo digo porque no existe una plataforma fuerte y continuada de lucha social por parte de los jóvenes, a pesar que serán ellos y su futuro los que se ven amenazados.

Yo quizás tengo una visión algo sesgada dado que mi contacto es con estudiantes de biología y medio ambiente. No creo que las generaciones actuales sean muy diferentes a las nuestras cuando éramos estudiantes. Ahora hay mucha más información y esto les permite el acceso rápido a informes y noticias, lo que supone una mejora sustancial respecto a lo que era nuestra sociedad a finales del pasado siglo. La percepción que tenemos de su actitud creo que está sesgada por nuestra brecha generacional. El ser humano inevitablemente vuelve al pasado para valorar el presente. Nuestros recuerdos y percepciones los modelamos de manera imperfecta y con fallos de memoria condicionados por nuestra experiencia, y esto nos lleva a creer que los tiempos pretéritos fueron mejores. Son muchos los jóvenes que se implican en temas sociales, luchan por un mundo mejor, contribuyen con su bien hacer diario y se preocupan por el mundo y el medio ambiente. No creo que sean en porcentaje ni menos ni más de lo que éramos en nuestras épocas juveniles, y a estas generaciones de jóvenes, preocupadas por múltiples temas de nuestra sociedad actual y emprendedoras, hay que darles paso, apoyarles en sus ideas y si fuese necesario contribuir a guiarlos, pero desde un segundo plano.

14- ¿No debería existir una asignatura obligatoria en las universidades en cualquiera de las carreras sobre la naturaleza, su conservación, sus ecosistemas y en líneas generales, la biodiversidad?

Conocer la naturaleza, reflexionar sobre el medio ambiente, preocuparse por la conservación de la biodiversidad debiera formar parte de nuestro interés cotidiano. La naturaleza no es un ente aparte de nuestra especie, nosotros formamos parte de ella, somos tan sólo una especie más de ese puzzle maravilloso que es la biodiversidad. Por este motivo el conocimiento de la naturaleza debiera formar parte de nuestro acervo cultural. La biodiversidad que contemplamos es fruto de la historia de la tierra, de procesos evolutivos que han diversificado las especies y finalmente de una larga historia humana. Para entender el mundo en el que vivimos, y poder contribuir a conservar la biodiversidad, tenemos que integrar historia, cultura y naturaleza, y esto sólo se logra modificando currículos de enseñanza empezando por la educación secundaria. No se trata de sobrecargar los currículos de los estudios universitarios, sino de dar la oportunidad de que existan complementos de enseñanza sobre la naturaleza y el medio ambiente para que los alumnos puedan acceder, formarse y tener el debido reconocimiento académico.

15.- Una pregunta personal. Me gustaría saber qué te parecen esta clase de entrevistas que estoy realizando a muchas personas, mis artículos encaminados a denunciar la crisis climática y crítica social, mis libros….

Para mí supone en lo personal un momento de reflexión en la vorágine del trabajo diario que nos consume y que muchas veces nos impide llevar a cabo un trabajo con la calma que la investigación y la transferencia del conocimiento reclaman. Admiro a los que tenéis esa capacidad de escribir libros como es tu caso, con mensajes claros, marcados por la lucha por la protección del medio ambiente y la conservación de la biodiversidad. Este tipo de entrevistas van en esa línea, y son una plataforma eficaz para dar a conocer el mensaje de muchos profesionales en campos diversos que trabajan por dar a conocer la biodiversidad y luchan por su conservación.

16.- Hablando de libros, se que has escrito numerosos artículos científicos, pero ¿para cuándo un libro que hable de tus investigaciones y de tu gran pasión por lo que haces?

Es verdad. Tengo numerosos artículos científicos donde doy a conocer resultados de investigaciones. Son publicaciones especializadas dirigidas a la comunidad científica internacional, pero también he procurado transmitir hacia la sociedad en general el conocimiento adquirido a lo largo de los muchos años, todo ello a través de la participación en capítulos de libros y artículos en revistas de divulgación. Sobre cuándo escribir un libro, es algo que más de una vez me he planteado, pero no encuentro el momento de calma suficiente para emprender esta tarea, y además hay muchos autores mejor preparados que tienen muchas cosas interesantes que contar. Me gustaría escribir ese libro simplemente para transmitir a las generaciones jóvenes que cuando se tiene entusiasmo y convencimiento en lo que haces, se pueden alcanzar las metas que te propones y contribuir en la medida de tus posibilidades a la conservación de la vida en el planeta tierra.

 17.- Para terminar, me gustaría que dijeras si ha quedado algo no aclaratorio en mis preguntas o quieras decir algo más y por supuesto,  dejar un mensaje para la humanidad, para nuestros jóvenes, para la sociedad en general. 

Creo que hemos hablado de todo un poco con el entusiasmo que a ti y a mí nos caracteriza en esta lucha por la conservación de la biodiversidad y protección del medio ambiente. A las generaciones jóvenes les diría que tienen la suerte, a pesar de miles de vicisitudes que puedan enturbiar en un momento dado sus vidas, de vivir en un mundo maravilloso poblado por millones de seres vivos que nos facilitan con su labor nuestro estado de bienestar. Que sean capaces de interiorizar que no somos una especie dominante que debe subyugar al resto de seres vivos, sino que formamos parte de la naturaleza donde somos un integrante más. Formamos parte de las redes ecológicas que rigen los destinos de la naturaleza y por tanto nos veremos indefectiblemente afectados por lo que le ocurra al resto de seres vivos que nos acompañan. Son muchos los jóvenes que tienen sueños e iniciativas que han de marcar su futuro y el de nuestra sociedad, por tanto, deben tomar responsabilidades reclamando su lugar desarrollando ideas y proyectos. El mundo necesita un cambio de rumbo, y las tecnologías por sí solas no nos van a sacar del abismo ambiental al que nos enfrentamos, por eso se necesita de la implicación personal de estas nuevas generaciones a las que debemos ayudar, pero no condicionar, compartiendo conocimientos y dejando que asuman libremente sus responsabilidades.

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