
El comboi es la sección de El Gallinero dedicada a la cartelera valenciana. Viene de la expresión “fer comboi” (“hacer convoy”), que significa ‘juntarse con amigos para organizar un evento, normalmente una comida o una fiesta, con el simple motivo de celebrar la alegría’. La AVL (Acadèmia Valenciana de la Llengua) lo define como “Actividad festiva, diversión colectiva”, porque así entendemos el teatro, una excusa para que un grupo de gente, en la butaca y a pie de escenario, se junten para celebrar la vida.
Ocaña. La noche del sol – foto de Paola Berná
Ocaña. La noche del sol
Autoría y dirección: Alberto Giner
Con: Alberto Giner
Producción: Enclavados Teatro
Del 30 de mayo al 1 de junio en Teatre Patraix
Suele decirse que lo urgente a veces no nos deja ver lo importante. En Ocaña. La noche del sol, el hombre de teatro que es Alberto Giner (actor, director, autor, profesor, animador) decide apartar las encrucijadas del día a día, las tensiones del mundo hiperconectado y alienante en que nos vemos envueltos, y se centra durante un rato en lo importante: dignificar el teatro como máquina de la memoria para vindicar figuras históricas o sociales (pasadas o presentes, según quien reciba el espectáculo) quienes, como el magma soterrado pero latente que acumula cualquier cambio social que parece repentino (desde la aceptación comunitaria a los derechos civiles), el tiempo y el desinterés pueden relegar al olvido.
Ya comentaba en otro artículo cómo el teatro es una herramienta sin comparación para recrear figuras que existieron: acto en vivo, ocurre en un presente continuo y compartido con el público, y no hay medio que supere eso (a la inversa, quizá medios más masivos suman algunas otras virtudes de potencia mayor, pero ese es otro debate). Aquí, Alberto nos da permiso para conocer la vida de José Pérez Ocaña de su propia voz. Libertatario (“que es más que libertario”, aclara), coplista, teatrero, “el travesti oficial de la Transición”, el alma de las Ramblas pero sobre todo, pintor incomprendido. En nuestro descubrimiento como jóvenes gays de los años 90 y 2000, muchos lo conocimos gracias al film de Ventura Pons, siempre programado en televisión a horas intempestivas y sospechosas. En una España en la que aún se aplicaba la Ley de Peligrosidad Social a homosexuales y transexuales (era la Ley de Vagos y Maleantes preconstitucional con una capa de barniz aplicada), Ocaña se atrevió a mezclar en sus pinturas misticismo cristiano con folclore andaluz, alma gitana y ambientes suburbanos, un kitsch de la tradición ibérica que va de Lorca a Sarita Montiel y Almodóvar. Alberto Giner concede una recreación generosa y dotada: de recursos teatrales pulidos y sólidos (corporalidad, voz y ritmo textual ayudan mucho en esta caracterización), de valor documental y vindicativo para construir memoria, comunidad y una necesaria puesta a punto de dignidad humana, personal y colectiva.
Ocaña. La noche del sol – foto de Paola Berná
UN CAFÉ CON… ALBERTO GINER
Charlamos un rato con Alberto Giner, autor, director y actor de Ocaña. La noche del sol, un montaje unipersonal biográfico del que nos da algunas de sus claves sobre el proceso de creación, así como cierto descontento esperanzado sobre la situación teatral en la Comunidad Valenciana.
¿Cuál fue el punto de partida para construir tu versión de Ocaña? ¿Empezaste trabajando el acento y recursos corporales y de voz, o partiste antes de lo que te proporcionaban el texto y el personaje?
El punto de partida fue todo el material audiovisual que hay sobre Ocaña. Además de su película, entrevistas de radio y televisión, artículos de prensa, etc… Con ellos tejí un primer borrador que tuve la suerte de contrastar con su sobrina Encarni y su hermano mellizo Jesús, que lo leyeron y me dieron consejos, apuntes, me contaron anécdotas desconocidas, etc…
Ocaña, como todos, era hijo de su tiempo. Activista, provocador, teatrero y pintor, fue un verso libre en la sociedad posfranquista, inclasificable, incorruptible. ¿Crees que, en el siglo XXI, habría hecho uso de las redes sociales, o seguiría creyendo en la fisicalidad y la cercanía a pie de calle? ¿Sería Ocaña hoy youtuber, o todo ese mundo le provocaría rechazo?
Sí que creo que habría hecho uso de las redes sociales. Luchaba por ser reconocido, y ahora es el mejor medio. Pero lo habría hecho desde la rebeldía, usándolas a su manera. En la actualidad, personajes como Samantha Hudson (que domina las redes), me recuerdan un poco a lo que podría haber sido Pepe en esta época. Su disidencia, su desparpajo, y su lucha por una vida sin prejuicios.
¿Qué tiene el teatro para ofrecer en la recreación de personajes reales, pasados o recientes, que no ofrecen otros medios? ¿El papel del público en vivo te nutre como actor en obras como esta?
El público es indispensable en esta función. Muchos desconocen la figura de Ocaña. La función se convierte en una pequeña conversación de patio, algo cercano, con las reacciones del público, con sus miradas, sus emociones. Esa cercanía no la consiguen otros medios.
Como alicantino, ¿estás satisfecho con la recepción que está teniendo la obra?
Como alicantino… no, no mucho. Es más, se estrenó en 2021, y a día de hoy todavía no la he podido representar en ningún teatro de mi ciudad. Sin embargo, hemos viajado a Madrid, Murcia, Valencia, Ciudad Real, Sevilla y a muchas poblaciones de la provincia sevillana… No soy profeta en mi tierra. Donde se ha representado, ha funcionado de maravilla, con público joven o incluso con público de edades más avanzadas. Incluso en poblaciones gobernadas por la derecha.
Ocaña. La noche del sol – foto de Paola Berná
Una pregunta que hacemos a todos nuestros colegas entrevistados: ¿cómo ves el panorama teatral valenciano actual? No hay respuestas incorrectas.
Lo veo mal. No hay tejido, no tenemos un circuito que nos dé seguridad y la posibilidad de trabajar en nuestra comunidad. Apenas hay apoyo. Y para compañías de Alicante o Castellón, mucho menos que para las valencianas.