Este reloj de tres aspas atornillables podría haber formado parte del mobiliario de la mansión familiar de Franz Kafka.
El trípode invertido, (en el que se acurruca la esfera blanca de la torre del reloj de la Antártida), es de agrimensor. Sus tres patas terminan en puntas de hierro, para ser clavado y nivelado en tierra, y poder realizar sus mediciones correctamente.