El 11 de septiembre de 2001, Michael Richards fallecía a causa de la caída de la Torre Uno del World Trade Center, mientras estaba trabajando en su estudio World Views del Consejo Cultural de Lower Manhattan. Había nacido en Brooklyn en 1963, aunque tuviese orígenes jamaicanas y costarricenses; representó un componente emblemático de la nueva generación de artistas negros que interpelaban el arte de forma crítica y provocativa, convencidos que la producción artística debía pasar necesariamente por la reevaluación de la negritud y el papel de la desigualdad racial en los procesos históricos.
Las injusticias sociales, la rebelión frente a la represión y la lucha constante entre la asimilación y la exclusión, entre el papel de la historia en los procesos de memoria nacional y el olvido, fueron solo algunos de los argumentos favoritos de sus obras. Ya que su inspiración aspiraba a abarcar tanto lo cotidiano de las realidades sociales, como lo metafísico y lo trascendente de las distintas religiones y culturas. Una voz poderosa e imprescindible, en el marco de la reflexión que ha caracterizado la obra de toda la generación de artistas negros de los 90, como Renee Cox, Lyle Ashton Harris, Kerry James Marshall, Dread Scott y Kara Walker. Para el vigésimo aniversario del 11S, Miami rinde homenaje a la memoria de un artista que durante mucho tiempo trabajó en esta ciudad.
Dónde: Museum of Contemporary Art North Miami, Miami, Estados Unidos
Cuándo: Hasta el 10 de octubre