Fantasía oriental

370

 

El pintor Álvaro Trugeda dejó el jardín subtropical de Taiwan en el que vivía y regresó a Pekín, la mega urbe, para encontrarse allí con otra realidad compuesta de abrasadores veranos, frío extremo invernal, contaminación, despiadada sociedad capitalista bajo el nombre comunista, una diferencia de clases abismal, una cultura profunda y rica en gusto por la belleza y la filosofía desapareciendo en aras de la productividad y el crecimiento económico y la brutal competitividad entre la gente, entre otras cosas. Vivencias que han marcado su camino en la pintura y han convertido su obra en la única vía de escape. La Galería Siboney expone sus trabajos en una exposición titulada La sombra.