
Tal día como hoy y hace 85 años, nació el protagonista de nuestro artículo de hoy: el gran Viktor “el terrible” como es conocido mundialmente. Viktor Korchnoi, nació en Leningrado (URSS) el 23 de Marzo de 1931 y es sin duda una de las grandes estrellas de la historia del ajedrez.
No fue Campeón del Mundo, pero está considerado como el mejor jugador de la historia que no ha alcanzado dicho título. De hecho Kasparov le dedicó en su fantástica obra “Mis geniales predecesores” un capítulo. En dicha obra Kasparov analizaba uno a uno a los Campeones del Mundo que le habían precedido.
Korchnoi siempre ha sido un gladiador del tablero, gran luchador que ponía en graves problemas a sus rivales incluso en posiciones muy inferiores, donde en muchas ocasiones conseguía escaparse milagrosamente. Por ese espíritu de lucha se ganó el apelativo de “el terrible”
Fue cuatro veces Campeón de la Unión Soviética, y participó en un total de diecisiete Olimpiadas, consiguiendo seis oros olímpicos por equipos y cuatro individuales.
Representó tanto a Rusia como a Suiza en dichas Olimpiadas. Korchnoi tuvo muchos problemas políticos que desembocaron en su exilio en 1976. Estuvo jugando un tiempo sin bandera hasta alcanzar la nacionalidad suiza.
Su última Olimpiada la jugó con 77 años, defendiendo el primer tablero de Suiza. En el total de sus participaciones sólo perdió 22 partidas de las 211 jugadas.
Lucha por la corona
Korchnoi estuvo a punto de conseguir la Corona Mundial en varias ocasiones, pero se cruzaron en su camino las dos “K” Karpov y Kasparov. Llegó en tres ocasiones a la Final de Candidatos (cuyo ganador se ganaba el derecho a disputar el título mundial al último Campeón del Mundo) ganándola en dos ocasiones.
– En 1974 disputó la final del Torneo de Candidatos contra Karpov, que ganó. En la disputa por el título mundial, Fischer, el campeón anterior, renunció a jugar y Karpov alcanzó la Corona Mundial.
– En 1978 venció en la final del Torneo de Candidatos y se enfrentó de nuevo a Karpov, esta vez por el título de Campeón del Mundo. De nuevo venció Karpov (se decidió en la última partida) y retuvo la corona. Fue un encuentro rodeado de circunstancias muy extrañas, como veremos más adelante.
– En 1981 se repitió la final del Campeonato del Mundo. Se disputó en Italia y se conoce como “la masacre de Merano”, por la paliza que recibió Korchnoi (6-2).
Finalmente se enfrentó a Kasparov en la semifinal de Candidatos. Nuevos problemas políticos tuvieron lugar y la federación rusa impidió que Kasparov se presentara en California, donde se celebraba el match. Ganó Korchnoi por incomparecencia, sin embargo Korchnoi permitió que se repitiera el match. La nueva final tuvo lugar en Londres en 1983 y venció Kasparov (7-4)
La anécdota del enroque
Durante la final de Candidatos de 1974 frente a Karpov tuvo lugar una anécdota muy divertida. En la partida número 21 se llegó a la siguiente posición.
Posición tras 17…Axd5
Korchnoi, con piezas blancas, tiene ventaja de material, pero el negro plantea algunas amenazas.
La jugada que gana es 0-0, pero Korchnoi no estaba seguro si esa jugada era legal o no (el Alfil ataca la Torre con la que se quiere enrocar Korchnoi… pero es el rey el que no puede estar amenazado).
Korchnoi se levantó y le preguntó al árbitro. La respuesta del árbitro, sorprendido, fue afirmativa y la partida siguió con 18.0-0 Axc4 19.f4 y Karpov abandonó. Hay que decir que muchos piensan que Viktor quiso hacer una «gracia» al hacer la pregunta.
El misterioso Campeonato del Mundo de 1988
El encuentro enfrentaba a Karpov, héroe nacional, y Viktor Korchnoi (¡con 57 años!), enemigo público número 1, que había desertado de su país 2 años antes. Viktor menciona en su libro “Chess is my live” que la URSS empleo todos los medios para que el traidor no le arrebatara el título al héroe nacional.
Tuvo lugar en Baguio y la historia del campeonato es más propia de una película de espionaje, que de un encuentro de un Campeonato del Mundo.
El primer problema que surgió fue el tema de la “bandera” con la que iba a jugar Viktor Korchnoi, ya que no tenía nacionalidad al haber desertado de la URSS dos años antes. Además, al llevar menos de un año viviendo en los Países Bajos, no podía jugar con bandera holandesa. Finalmente ambos jugadores jugaron sin “bandera” porque la FIDE no permitió que Korchnoi jugara con un cartel que pusiera “apátrida”.
La segunda incidencia tuvo lugar a raíz de la decisión de Korchnoi de negarse a jugar con la silla de la organización. Se llevó una silla propia, Karpov protestó y la silla tuvo que ser examinada con Rayos X.
Karpov – Korchnoi en un match de lo más extraño
Si el lector se sorprende por esto, me pregunto qué pensará cuando se entre que entre el equipo de Karpov había un hipnotizador (Dr. Zujar). Por su parte Korchnoi tenía entre sus filas a dos miembros de una secta con antecedentes penales, uno de ellos por un delito de homicidio.
Pero aún hubo más incidencias, Karpov protestaba por unas gafas con espejos que llevaba Korchnoi y a su vez Korchnoi se quejaba de que a Karpov durante las partidas tomaba un yogurt, que tenía «mensajes codificados». Según Korchnoi, a Karpov le entregaban un yogurt el cuál era de un sabor u otro en función de la técnica que tendría que seguir Karpov en la partida.
Visto todo esto había que dar la razón a Korchnoi cuando mencionaba en una de sus frases más famosas “Ningún Gran Maestro es normal, lo único que difiere es el tipo de locura».
El resultado final del match fue de 21 tablas, 5 victorias de Korchnoi y 6 de Karpov. Se jugaba a 6 partidas ganadas, sin contabilizar las tablas.
Un resultado asombroso
Korchnoi no cesó de jugar torneos, y sus resultados siempre han sido impresionantes, pero para mí hay uno que sobresale sobre todos. Tuve además la suerte de vivirlo en directo.
Se celebró en Madrid en 1995 y era un torneo cerrado en el que participaban Valery Salov, Artur Jussupow, Nigel Short, Vladimir Epishin, Jan Timman, Alexander Beliavsky, Judith Polgar, Miguel Illescas, Pablo San Segundo y el propio Viktor Korchnoi.
Korchnoi ganó el torneo a impresionante edad de 64 años, increíble. Nunca olvidaré la frase de un gran jugador del ajedrez madrileño, Gabriel Rojo. “Ha alcanzado el pleno conocimiento del ajedrez, 1 año por cada casilla”
Clasificación final del torneo de Madrid 1995. Korchnoi vencedor con 64 años
Sus últimos años de competición
Viktor ha estado jugando hasta hace relativamente poco. En el año 2011, con la impresionante edad de 80 años se proclamó campeón de Suiza.
Ese mismo año venció al prodigio Fabiano Caruana durante el torneo de Gibraltar. El joven de 18 años y 2720 puntos de ELO Internacional (número 25 del mundo en ese instante) se vio superado del abuelito de 79 años y tan solo 2544 puntos de ELO. Fue una partida que dio la vuelta al mundo.
En 2012, sufrió un derrame cerebral y desde entonces su estado de salud ha sido muy malo, en total ya ha sufrido dos ictus, y se mueve en silla de ruedas. A pesar de eso se enfrentó a Uhllmann en un match amistoso en febrero del año pasado.
Korchnoi – Uhllmann en 2015
José Vilarnovo