El artista burgalés Gonzalo Páramo recupera el uso del papel que marcó sus primeras obras en un retorno a los orígenes que le sirve de punto de partida para crear en Inceptio un espacio de conexión entre el pasado natural y el presente manufacturado. La utilización del collage con elementos actuales como fotografías o mapas y elementos naturales como hojas, plumaje de aves o diseño de pieles, el texto y una influencia evidente del arte rupestre convierte a la muestra en un espacio tridimensional en el que se unen misterio y ciencia dando forma al imaginario propio de Páramo. De forma paralela el Palacio Quintanar recibe la obra del artista segoviano Carlos Costa. Con La poesía de las hojas, Costa invita a un viaje a través de la primavera. Utilizando una paleta llena de contrastes y con su vigoroso trazado dota a espacios abandonados y perdidos de una belleza única. Con esta inyección de poesía permite, a través de sus pinturas, a los espectadores disfrutar de un paisaje que de otro modo pasaría inadvertido.