(Se puede leer la primera parte aquí.)
TIAGO.- A ver, han pasado seis meses, sin noticias del fantasma, y Carol y Raúl se van a casar y pretenden comer perdices. Pero, durante un baile de disfraces de Nochevieja, que celebran en el super, un extraño personaje disfrazado de la muerte sale del almacén y entra en la fiesta. Es el fantasma, claro, seguro que lo has adivinado… Es el fantasma, que ha vuelto y trae unos nuevos horarios para las cajeras, y le exige al encargado que se cumplan. Como son unos horarios endiablados, el encargado dice que no, que el jefe es él, y que no hace caso de los horarios que le dan los idiotas que se ponen máscaras y que matan a la gente y la tiran del techo y que encima escriben en servilletas. Entonces, Raúl le pregunta a Madame Gira si sabe quién es el fantasma, y ella le cuenta que es un tipo muy feo, pero muy listo. Aunque, por muy listo que sea, Raúl piensa que le va a atrapar.
GONÇALO.- Claro…
TIAGO.- Todo esto lo escucha el fantasma, y luego se marcha enfadado.
GONÇALO.- Oh…
TIAGO.- Raúl le dice al encargado que acepte los horarios que le ha dado el fantasma, pues seguro que así el fantasma irá al súper a comprobar que todo va como él desea, y le podrán atrapar. Pero Carol tiene el corazón partío, porque ama a Raúl y también le agradece al fantasma aquella noche en su cabaña.
GONÇALO.- ¿Por qué? ¿Qué hicieron?
TIAGO.- No lo sé, yo no estaba…
GONÇALO.- ¿Pero ni siquiera te lo imaginas?
TIAGO.- No sé, harían cosas de humanos. Quizá se pelearon, o se dieron besos en los morros, que es de lo más desagradable que hacen esos seres…
GONÇALO.- Sí, es asqueroso… ¿Cómo sigue?
TIAGO.- Carol acepta seguir los horarios del fantasma, y resulta que a las demás cajeras les cuesta seguir esos horarios porque no pueden abandonar la caja ni para hacer pis, y mucho menos salir a fumar. A Carol eso no le importa, porque ella ni mea ni fuma. Y un día Carol va a visitar a su tía Adela, y por el camino se le aparece el fantasma y la hipnotiza, y llega Raúl a rescatarla, pero el fantasma se enfada y sucede esta escena:
RAÚL.- ¡Suéltala!
FANTASMA.- ¡No quiero!
RAÚL.- ¡Pues la voy a rescatar! ¡Ven, Carol, ven conmigo! ¡No hagas caso a este idiota!
FANTASMA.- ¡Pues voy a ir a por los dos y os voy a cortar en pedacitos!
RAÚL.- ¡No nos das miedo! ¡No creo que te atrevas a cortar en pedacitos a nadie!
FANTASMA.- ¿Me estás poniendo a prueba?
GONÇALO.- ¡Qué emocionante!
TIAGO.- Y entonces llega el día siguiente, y cuando están en la caja, aparece el fantasma disfrazado del encargado… Porque al encargado, el fantasma le tenía ya una tirria que no podía con él, y le ha debido cortar en pedacitos. Y aunque el fantasma se disfraza de él, se le reconoce porque tiene una máscara… Y es que se pone una máscara porque, como decía Madame Gira, es un señor muy feo…
GONÇALO.- Pero muy listo…
TIAGO.- Eso es. Y coge de nuevo a Carol y se la lleva por los vestuarios a cruzar el lago otra vez, en su barquichuela a remos, hasta su guarida. Al mismo tiempo, una clienta encuentra el cuerpo del encargado hecho pedacitos en el cajón de las patatas, y da un grito desgarrador. Todas las cajeras, al oír a la señora, también dan un grito desgarrador. Y ahí sucede esta escena entre Madame Gira y Raúl:
MADAME GIRA.- Yo soy profesora de danza, pero también sé cómo se va a la cabaña del fantasma.
RAÚL.- ¿Y por qué lo sabes?
MADAME GIRA.- Menos preguntas, jovenzuel0.
RAÚL.- ¿Has estado allí alguna vez?
MADAME GIRA.- ¿Alguna vez?
RAÚL.- ¿Haciendo qué? ¿Acaso tú y el fantasma…?
MADAME GIRA.- Eso no es de tu incumbencia. ¡Sígueme!
TIAGO.- Y no solamente la sigue Raúl, sino todas las cajeras y todos los clientes, que se meten en el vestuario tras Madame Gira, y van hacia el lago, llegan a la cabaña…
GONÇALO.- ¿En la barquichuela a remos?
TIAGO.- Quizás sí. No lo he pensado. Y entonces encuentran allí al fantasma con Carol, y resulta que es feo, pero no solo por fuera, porque por dentro también tiene un corazón podrido del todo y un alma muy turbia. El fantasma agarra a Raúl de las solapas de la chaqueta y le dice a Carol que lo va a matar, a no ser que ella se quede con él, aunque él tenga el alma podrida. Pero las cajeras y clientes se acercan más, y él se asusta, suelta a Raúl, mira a Carol, y les dice a ambos que se marchen. Y antes le confiesa a Carol su amor, su profundo amor, y le asegura que por ese amor le ha preparado esos horarios de trabajo, y que si se fuera con él, le construiría supermercados solo para ella… Ella le mira con desdén, porque Raúl es más guapo, por dentro y por fuera.
GONÇALO.- Claro, y la belleza está en el interior.
TIAGO.- Bueno, Raúl tiene la belleza en los dos sitios, en el interior y en el exterior.
GONÇALO.- ¿Crees que podría interpretar yo a Raúl? ¿Soy lo suficientemente guapo por fuera?
TIAGO.- ¿Sabes cantar?
GONÇALO.- Puedo intentarlo.
TIAGO.- Bueno, ya veremos. Veamos, el fantasma se mete en su cabaña. La multitud le sigue, entran todos en la cabaña, no sé cómo caben ahí todos, pero entran, y allí solo encuentran un montón de platos sin lavar en el fregadero y la máscara del fantasma, junto a una caja de música con un mono que baila. Fin.
GONÇALO.- ¿Ya?
TIAGO.- Ya. ¿Te ha gustado?
GONÇALO.- Mucho. Es una obra muy bonita.
CAROL.- (Apareciendo de detrás de una montaña de papel higiénico.) Eso lo has copiado.
TIAGO.- ¿Cómo? ¿Y tú de dónde sales?
CAROL.- Eso es igualito a El fantasma de la ópera, que se estrena de nuevo en Madrid por estas fechas…
TIAGO.- Mentira. Es una obra original que estoy escribiendo. El fantasma del supermercado. Y además, quizá le ponga canciones.
CAROL.- Ya, y me vas a decir que no te has copiado.
TIAGO.- Bueno, quizá una ligera inspiración sí que he tomado prestada de El fantasma de la ópera, porque casualmente me metí en un ensayo general un día que pasaba por el teatro antiguamente llamado Albéniz. Pero una ligera, ligera inspiración. Ligerísima. Tan ligera que no se parece en nada a…
GONÇALO.- ¿Me has estado engañando?
TIAGO.- ¿Yo?
GONÇALO.- Me habías dicho que era una obra tuya. Y ahora resulta que la has copiado de una obra que se llama El fantasma de la ópera…
CAROL.- Y que está en cartel de martes a domingo, algunos días con doble función, y que se pueden comprar las entradas en este enlace.
GONÇALO.- Tiago, ¿por qué me mientes? Creía que éramos amigos…
TIAGO.- Pero…
GONÇALO.- No sé si volveré a confiar en ti… (Sale volando, como murciélago que es.)
TIAGO.- ¡Carol, mira lo que has hecho!
CAROL.- ¿Yo?
TIAGO.- Y eso que le pongo tu nombre a un personaje… ¡Gonçalo, espera! (Sale volando tras Gonçalo.)
@nico_guau