Finea está discutiendo con Marcelo posados ambos sobre unas cebollas, mientras Tiago les mira subido en una patata y comiendo guisantes de una lata que tiene delante.
FINEA.- No, si yo no digo que se vaya, pero ya me dirás cómo hacemos ahora.
MARCELO.- ¿Cómo hacemos qué?
FINEA.- Bueno, una boca más para alimentar, ya me dirás tú.
MARCELO.- ¿Alimentar? ¿Acaso te preocupas tú de buscar comida?
FINEA.-Bueno, esa lata de guisantes se la he traído yo porque estaba hambriento…
MARCELO.- La comida está aquí disponible, mires donde mires, esto es un supermercado…
FINEA.- Bueno, pero tendremos que alimentarle, y…
MARCELO.- ¿Tendremos? Es hijo mío, y tú y yo no somos familia…
FINEA.- ¡Porque tú no quieres!
MARCELO.- El niño no se va.
TIAGO.- Papá, que no soy un niño, soy un murcielaguito.
MARCELO.- Lo que seas, Tiago…
FINEA.- Es que, me parece muy fuerte… No lleva ni dos semanas en Madrid y ya le has llevado a la presentación de temporada del Conde Duque y de Pentación.
TIAGO.- Y me lo pasé muy bien, aunque dice papá que antes en esos actos daban canapés…
FINEA.- Tú cállate, que estamos hablando los mayores.
MARCELO.- Y en las presentaciones nos apuntamos un montón de obras que vamos a ver en esos teatros.
TIAGO.- Es verdad, tengo un diario que me ha regalado papá, y me apunto las obras y…
FINEA.- Qué pesado eres, chaval…
TIAGO.- Finea tiene muy mal genio, papá, casi como mamá…
FINEA.- Te lo has llevado a… A… Ah, ya… La voluntad de creer en Matadero.
MARCELO.- ¿Creer en Matadero? Querrás decir “Al Matadero a ver La voluntad de creer”.
FINEA.- ¡Como se diga!
Rebeca Hernando en La voluntad de creer – foto de Coral Ortiz
TIAGO.- En esa la gente se reía mucho, y yo a veces también, y era de mucho pensar… Bueno, eso dijo papá, porque yo, pensar no sé, como soy muy chiquitito… A papá le gustó mucho… Y hablaban de poesía, y de muerte, y ponían una peli en blanco y negro en la tele de la izquierda, que me dijo papá que esa peli es para cultos y yo aún pues no soy muy culto, y…
FINEA.- Te lo has llevado a ver Adictos al Reina Victoria.
MARCELO.- Adictos al Reina Victoria.
FINEA.- ¿Y qué he dicho?
MARCELO.- Decir “Adictos al Reina Victoria” es decir que hay gente que va todos los días al Reina Victoria porque es adicta…
FINEA.- Qué gilipollez… ¡Deja de corregirme!
Ana Labordeta y Lola Baldrich en Adictos
TIAGO.- Papá, creo que quiero ser adicto.
MARCELO.- Qué raro, hacía ya media hora que no querías ser nada…
FINEA.- ¿Adicto a qué?
TIAGO.- Al teatro.
FINEA.- Qué cursi. ¡Fuera de mi supermercado! ¡No quiero cursis aquí!
MARCELO.- No es tu supermercado.
FINEA.- Es más mío que suyo, yo llegué antes.
MARCELO.- ¡Tiago no se va a ir!
FINEA.- ¡Come mucho!
MARCELO.- ¡Pues, que coma!
FINEA.- ¡Va a acabar con todas las existencias del súper!
MARCELO.- ¡Que acabe con todo!
FINEA.- ¡Ya casi no quedan guisantes!
MARCELO.- Pues le diremos a Carol que pida que los traigan del almacén.
TIAGO.- ¡Soy adicto a los guisantes! Y en la obra no sé a qué eran adictos, eso no me quedó claro, pero lo que sí recuerdo es que había una cosa del gobierno que era muy mala, porque espiaba a la gente en su casa y la mataba, y…
FINEA.- Te lo has llevado al TQSF, Te Quiero Sin Fisuras, antes llamado Galileo, a hacer doblete, El bar prodigioso, y el Homenaje a los Álvarez Quintero…
TIAGO.- Anda, ahora que lo pienso, esto se parece a la escena final del Homenaje a los Álvarez Quintero, Ganas de reñir, cuando ella se inventaba cosas para discutir con él…
FINEA.- ¡Que te calles, niño!
TIAGO.- ¡Que no soy un niño!
Homenaje a los Álvarez Quintero
FINEA.- ¡Yo no me estoy inventando nada, imbécil!
MARCELO.- Eh, Finea, no trates así a mi hijo.
FINEA.- ¿Tu hijo? ¿Tú estás seguro? Y, además, ¿viene ahora, justo cuando tenemos que ensayar El murciélago fingido?
MARCELO.- ¿La has terminado de escribir?
FINEA.- Pero, ¿cómo voy a haber terminado si no haces más que distraerme, te vas de ferias y te plantas aquí con un hijo…?
MARCELO.- Lo que te pasa es que estás envidiosa.
FINEA.- ¿Envidiosa?
MARCELO.- Porque a ti no te he llevado al teatro. Ni a las presentaciones. Ni a las ferias. Ni…
FINEA.- No estoy envidiosa, idiota. A mí me da igual. Pero tenemos que ensayar y no hay papel para él en esta obra.
MARCELO.- Pues lo escribes. O no, espera… Lo que te pasa es que no tienes ni idea de escribir una obra, y lo que haces es tirar balones fuera.
TIAGO.- ¿Jugamos al balón?
FINEA.- Este supermercado no es lo suficientemente grande para los dos, Tiago…
TIAGO.- ¿Qué dos?
FINEA.- Pero, si es que es tonto…
MARCELO.- ¿Cuánto llevas escrito de la obra?
TIAGO.- ¿Qué obra?
MARCELO.- Aquí donde la ves, Finea dice que el verano que viene vamos a hacer una obra llamada El murciélago fingido en Almagro, Olmedo, Cáceres, Olite, Peñíscola, Nave 73, y no sé dónde narices más.
FINEA.- Pues sí, listo.
MARCELO.- ¿Cuánto llevas escrito?
FINEA.- Un montón.
MARCELO.- ¿Cuánto?
FINEA.- Cuatro versos.
MARCELO.- ¿Los mismos cuatro versos que hace dos meses?
FINEA.- Sí, ¿qué pasa?
MARCELO.- Tú, murciélago fingido,
que finges estar despierto
con el oído bien abierto,
y lo que estás es dormido.
FINEA.- Esos.
TIAGO.- Ah, pues hemos visto una obra en que en la época de los corrales de comedias un joven empieza a escribir obras porque es muy mal actor, y va y se hace famoso. Esa obra se llama Mil amaneceres, está en Nueve Norte. Pero todo lo escribe después de remar, porque es malo y le ponen a remar… Y remando conoce a un actor que… Papá, quiero ser actor.
Carlos Manrique Sastre en Mil amaneceres – foto de Arturo
FINEA.- ¡Lo que faltaba, un actor en el súper!
MARCELO.- No hay quien te entienda.
FINEA.- Ya; sin embargo, tú es cristalino como el agua de la fuente.
TIAGO.- ¿Qué fuente?
FINEA.- ¡Es una canción, payaso!
TIAGO.- ¡Aaaahhh!
FINEA.- No le soporto más, Marcelo, ¡o él, o yo!
MARCELO.- ¡Y yo no te soporto a ti, y no voy montando estos numeritos!
FINEA.- ¡O él, o yo!
MARCELO.- ¡Pues si alguien se tiene que ir, te vas tú! ¡Y ya te voy avisando que no pienso ir a los ensayos hasta que no termines de escribir la obra!
FINEA.- Pues precisamente hoy es cuando me tienes que firmar el convenio…
MARCELO.- El convenio está lleno de chorradas y yo no firmo chorradas. A mí lo que tienes que hacer es darme de alta en los ensayos.
FINEA.- ¿Y hacer todo el papeleo de la seguridad social de murciélagos? Paso.
MARCELO.- Y yo paso de convenios alegales.
FINEA.- ¿Alegales?
MARCELO.- O lo mismo ilegales. Cualquiera sabe.
FINEA.- El convenio lo tienes que firmar.
MARCELO.- El convenio lo voy a firmar con la punta del rabo.
TIAGO.- Papá, ¿tú tienes rabo, como las lagartijas?
MARCELO.- ¡Tiago, estoy discutiendo con esta zoqueta, cállate un poco!
TIAGO.- ¡Vaaaale!
FINEA.- ¿No vas a firmar? Pues Ramón y Jorgito ya han firmado hace mucho.
MARCELO.- Pero yo no soy como ellos. Yo soy un actor con neuronas. Yo no firmo.
TIAGO.- ¡Papá! ¿Eres actor? ¡Yo quiero ser actor!
FINEA.- ¡Y TE HE DE DECIR QUE ESTOY MUY ENFADADA PORQUE TE LO VAS A LLEVAR A VER QUEEN LEAR AL TEATRO ESPAÑOL Y A MÍ ME VAS A DEJAR EN EL SÚPER!
MARCELO.- ¡Si quieres ver Queen Lear, te buscas las vida, y a mí me dejas en paz, Finea!
(¿Por qué está Finea tan enfadada con Tiago? ¿Es verdad que Tiago es hijo de Marcelo? ¿Tiene futuro lo de El murciélago fingido, o se va a quedar en el cajón como tantos y tantos proyectos? Para saber todo lo que pasa en este terrible supermercado y algunas cosas fuera de él, pulsar aquí.)
@nico_guau