Sublime el modelito que lució la infanta Cristina para ir a comparecer como imputada. Estética de la becaria-precaria que marcará época.
INFANTA
Lo sublime:
El modelito que lució la infanta Cristina para ir a comparecer como imputada. Estética de la becaria-precaria que marcará época.
Lo grotesco:
La defensa de la infanta Cristina que tiene un trasfondo tipo Portero de noche (Liliana Cavani, 1973), que no encaja en la trama y que ya han bautizado como «teoría del amor».