Internet y sus paradojas

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Ya advertía Böhr que las predicciones eran difíciles, sobre todo las que se refieren al futuro. También que era maravilloso encontrarse con paradojas, porque eso significaba que era posible el progreso.

 

En mi opinión, Internet es un gran ejemplo de la primera y uno de los mayores tests de a segunda. Recojo aquí algunos ejemplos:

 

En sus inicios, se suponía que Internet no era capaz de enviar contenido con calidad o seguridad. Hoy Internet hace no ya lo que se pensaba que no podría, sino lo que no se podría pensar que se podía.

 

– Los ordenadores iban a crear la «oficina sin papel», pero realmente nos convirtieron a todos en pequeños impresores y multiplicaron el consumo de celulosa.

  
– La aficción a Internet se suponía que era el refugio de personalidades asociales si no autistas o esquizoides. Ahora se ha visto que es un multiplicador de la relación social, haciendo (al menos en ciertas edades) casi sospechosos a los que no están.

  
– Internet iba a comoditizar todos los productos, hacer más perfectos los mercados y eliminar los intermediarios. Hoy las Tecnologías de la Información no sólo no han hecho más perfectos los mercados, sino que han contribuído a la burbuja financiera. Y el secreto de los más exitosos en Internet es precisamente posicionarse como intermediarios adicionales, como Google o Apple.

  
– El gusto por los videojuegos de los adolescentes fue y sigue siendo objeto de pánico social ante lo desconocido. Las reseñas de muchos telediarios parecen trailers de El Pueblo de los Malditos. Sin embargo, varios estudios, incluído un informe del Comité de Protección al Consumidor del Parlamente Europeo (Febrero 2009) concluyó que tenían elementos beneficiosos para los usuarios, como estimular el aprendizaje, la creatividad, el pensamiento estratégico y la innovación.

 
– Los blogs eran la punta de lanza de la producción amateur, un nuevo paradigma económico que se extendería a otros ámbitos. Sin embargo, en el último informe de Technorati, se calculaba que un 28% de los blogueros (y desde luego, casi todos los más visitados) recibían algún tipo de remuneración.

 
– Las redes sociales favorecen la presentación de ideas, y por tanto parecen ser un impulsor de la democracia y el activismo. Sin embargo, según Morozov, las redes sociales pueden ayudar a un gobierno autoritario a detectar y neutralizar a los disidentes antes incluso de que sepan que lo son. Una especie de aplicación perfeccionada y masiva de la estrategia de Mao de «que broten mil flores». Los regímenes no democráticos ahora pueden generar comentarios, movimientos y opiniones de forma artificial, de acuerdo con la agenda oficial, y dar apariencia de participación y de escucha. Además, el ruído y la saturación informativa puede tapar los debates relevantes e imponer la superficialidad.

 

 

Se me ocurren otras paradojas, como que Wikipedia (que era el ejemplo de creación espontánea de inteligencia colectiva) tuviera que poner administradores, que Dell (nativa virtual y paradigma de ello) tuviera que abrir canales de venta física, que haya toda una profesión basada en batir al algoritmo de búsqueda imbatible…

¿Más madera para esta hoguera de las seguridades?