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Jordi Pérez Colomé: «¡No es un blog! Son horas y horas de trabajo»



Si de algo es merecedor el protagonista de esta entrevista es de tener olfato periodístico y de no perder el norte cuando las cosas han empezado a irle bien. Jordi Pérez Colomé es el creador de ObamaWorld, un blog especializado en Estados Unidos y política internacional que le ha otorgado presencia y reputación digital y, por supuesto, periodística. Aun así, él no se considera un emprendedor, sino simplemente un profesional que supo explorar un terreno de tratamiento informativo nuevo y cubrir unas necesidades sociales insatisfechas. O dicho de otra forma: supo encontrar un estilo propio a la hora de comunicar, y supo captar a unos lectores cansados de las grandes cabeceras. 


Aunque ObamaWorld nació en 2009 en el seno de la ya desaparecida Factual (prensa digital), Jordi decidió seguir trabajándolo por su cuenta. Y en todos los sentidos. Principalmente, en el económico. De hecho, nos tenemos que remontar al verano del 2010. Un momento en el que su autor cobraba poco más de 1.200 euros y que, a pesar de ello, decidió invertir en viajes con los que seguir ofreciendo información de primera mano. No tuve miedo en ese momento porque era optimista, y todo era más fácil. Tenía unos ahorros y la idea era darme a conocer para conseguir que alguien me contratase. Estaba convencido de que cuando eso sucediese el blog desaparecería, pero al final está pasando todo lo contrario: me salen nuevos trabajos tales como cursos, charlas, colaboraciones…
 

A día de hoy, casi 15.000 seguidores en Twitter y otros tantos miles de lectores del blog avalan un producto informativo muy potente. Pero creo que el verdadero éxito de este periodista es haber conseguido que sus propios lectores financien su trabajo mediante herramientas como Paypal o Verkami. Para que nos hagamos una idea, el año pasado consiguió ingresar 5.786,10 euros a través de su blog (cabe incluir las ganancias generadas con la venta de sus libros).
 

En diciembre de 2010 Jordi publicaba esto en su blog: (…) ya hay blogs excelentes en inglés que cubren estos asuntos desde Estados Unidos. Sería añadir algo a lo bueno que ya hay. Obamaworld solo tiene sentido en español. He valorado las opciones, he hablado con gente y he optado de momento por el botón de PayPal, que también permite tarjetas. Algunos comentarios aquí también me han animado a esta idea que ya me rondaba. En blogs en inglés es más común. En España es infrecuente, igual que son raros los donativos. Ya lo sé. No tengo la sensación de pedir un favor. Si no creyera en el valor de este blog no daría este paso. (…) Siempre he visto las horas dedicadas y los viajes -sobre todo el de Estados Unidos para las elecciones- como una inversión. Lo ha sido. Aprendo cada día. Tengo nuevos planes de libros y viajes. Veré hasta dónde llego.
 

Creo que ha llegado bastante lejos. En pleno 2013, Jordi es escritor, dirige El Ciervo, y ha ganado el premio José Manuel Porquet de periodismo digital 2012. ¿Su historia nos sorprende? ¿Nos encontramos ante un nuevo paradigma de negocio periodístico?
 

¿Un blog…?
 

De esto, de nuestro oficio, de la autocrítica, de la prensa extranjera, de nuestro futuro… De todo ello pude hablar con un hombre sencillo, amante de su trabajo y un ejemplo para los que, por encima de todo, seguimos creyendo en el trabajo bien hecho. Contrastado. Consciente. Pausado. 


«El periodismo ya hace muchos años que está en un profundo proceso de cambio»

 

Jordi, en algunas de tus entrevistas dices que lo que está en peligro no es el periodismo, sino el negocio.
Sí porque la gente seguirá queriendo saber qué sucede. Pero ahora el sistema de negocio de una parte de los que ejercemos el periodismo está en crisis porque los anunciantes se están yendo sobre todo en prensa-. De todas formas, esto también hará que mejore nuestra profesión porque tendremos que buscar nuevas fórmulas para llegar al lector.
 

Pero también hay quien es menos optimista y habla de la muerte de un oficio. ¿Nunca se te pasa por la cabeza esa posibilidad?
No, nunca. ¡El reto ahora es mejorar! Yo también he crecido mucho con el periodismo que se hace en otros países, y donde claramente hay más opciones para hacer las cosas mejor de lo que se han hecho aquí.


¿Qué se ha hecho mal aquí?

Básicamente la diferencia radica en los pequeños detalles, que al final se convierten en lo importante. Por ejemplo, la manera en cómo se busca la información está poco trabajada, así como la manera en cómo se explica esa información, la elaboración de los textos…


¿Te refieres a cosas tan básicas como el contrastar la información?
Sí. Hablo de esas cosas básicas, pero también de la manera en cómo se explica. Por ejemplo, a veces hay piezas tanto de información como de opinión- que son muy pesadas de leer…
 

¡Absolutamente de acuerdo!
Un periodista tiene que comunicar. En prensa, en ocasiones, da la sensación de no tener una opción más…
 

¿Didáctica? ¿Cercana? ¿Comprensible para todos?
Sí. Más didáctica y basada en el esfuerzo de hacer un cuadro más general. Yo, por ejemplo, le dedico horas a que la información en mi pieza fluya. Llamadas, estadísticas… Si tú como periodista lo que haces es intentar esquivar los datos que no conoces…
 

O que no tienes tiempo de buscar…
Eso es más lícito. Pero… Tendríamos que preguntarnos por qué no tenemos ese tiempo. En todo caso, son problemas que llevan a los lectores a buscar alternativas. Además, los profesionales tenemos que entender y aceptar- que nuestra competencia ya no son sólo otros medios de comunicación. Ahora, los lectores pueden consultar la información en 3 diarios diferentes, conocer titulares vía Twitter… Es decir, buscan la información de aquello que más le interesa. Seleccionan.
 

También dices que la gente, hoy en día, está dispuesta a pagar por la buena información…
Sí. Yo creo que hay gente que no le importa pagar por algo que no encontrará en otro lugar, por contenidos que le interesen, por un tono, por un modo de presentarlos… Como cuando compramos una novela.
 

Es curioso porque en ningún momento incluyes el concepto ‘verdad’.
¡Por supuesto que sí! Pero quiero pensar que eso ya lo damos por hecho. En mi caso, por ejemplo, la gente que consulta ObamaWorld quiere saber qué sucede en Estados Unidos, en Irán, en Israel… No que alguien les cuente historietas. Si yo no fuese capaz de cumplir con ese límite básico-, ¿entonces…?
 

Sí, pero la sociedad ya no confía tanto en la información de algunas grandes cabeceras. Y, en cambio, programas como Salvados arrastran una audiencia considerable… Algo pasa, ¿no?
Bueno, es una manera de verlo. Ese programa aunque dispone de un gran equipo de guionistas, y los que nos dedicamos a esto sabemos lo importante que es- hace muy bien su trabajo. Los espectadores obtienen respuesta a muchas de sus preguntas y, pasada la hora, apagas el televisor teniendo la sensación de haber aprendido algo más.
 

Un día oí que el éxito de ese programa radica en que la sociedad se ha dado cuenta de que no estaba loca…
Yo, Dímpel, creo que la gente ya sabe que no está loca. Creo en su inteligencia, en la tuya…
 

Sí, pero está claro que no nos hemos empezado a plantear determinadas cosas hasta que los problemas se nos han cruzado en el camino…
Es lógico, ¿no? Pero la ventaja que se nos ofrece a los periodistas ahora es que se abren puertas, nuevas oportunidades. Más allá de la crisis financiera, el periodismo ya hace muchos años que está en un profundo proceso de cambio en todo el mundo. Por eso, yo separaría la crisis de la sociedad de la del periodismo. Ahora bien, tenemos internet y ahí pueden desarrollarse muchas cosas.


«Nos pensamos que la información es indispensable»


Veo que eres de los pocos que ve la crisis como una oportunidad para el gremio…

Sí, pero entiendo que otros no lo vean así. Yo tuve la suerte de ponerme en marcha poco a poco. No como tú, que ahora te ves en el paro y te ves obligada a empezar de cero en el 2013. Yo pude ser freelance antes de la crisis y, a día de hoy, tengo la suerte de poder seguir siéndolo sin una presión excesiva. Pero claro, no veo a los grandes medios buscando profesionales y los periodistas sobramos. Tan sólo tenemos que fijarnos en el número de graduados que consiguen trabajar en los medios. Pero, ¿los que están dentro son los mejores? No. La realidad es que muchos de esos medios no buscan a gente porque ellos mismos están intentando no hundirse. Pero una cosa te digo: ahora ellos también tienen la oportunidad de ofrecer algo mejor, de adaptarse a los nuevos cambios. Y lo que veo es que, a diferencia de otros países, en España no se está haciendo.

 

¿Crees que la sociedad verdaderamente valora LA INFORMACIÓN? Te lo pregunto teniendo en cuenta que la crisis financiera está abriendo el peligroso debate de tener que escoger dónde se quieren aplicar los recortes: o en sanidad y educación, o en medios de comunicación públicos.
Evidentemente, si una familia con problemas económicos tienen un hijo enfermo dirán: ¡a tomar por culo Catalunya Ràdio! (radio pública catalana) Todos lo haríamos, Dímpel.
 

Entonces la información no es tan necesaria…
Dímpel, el problema es que nos pensamos que es indispensable. Y lo es hasta cierto punto. Pero hay gente que le interesa 10 el Barça, y 0 Síria.
 

Pero continúa siendo información…
Sí, sí claro. Pero que esta información la pueda ofrecer el grupo PRISA o los medios de la Corporació Catalana de Mitjans Audiovisuals (CCMA)…
 

(silencio)
 

Mira, yo confío en que la gente será suficientemente inteligente para escoger, y si todo esto se hunde habrá sido porque realmente la gente no lo quería. Entonces, será en ese momento cuando tendremos que preguntarnos el valor que tiene la cultura para nuestra sociedad. Y seamos realistas, en España somos aproximadamente 45 millones de personas, y tan sólo unos 10 millones de ellas siendo muy generosos con las cifras- leen algo en prensa diariamente. Posiblemente, muchos más ven la televisión, o consultan medios digitales… Pero está claro que hay una gran parte de la sociedad que vive al margen de todo esto.
 

¿Y qué me dirías si te digo que un corresponsal territorial (externo) de Catalunya Ràdio cobra 17 euros por crónica?
(Silencio) Es ridículo… ¿Qué quieres que te diga?
 

Lo que te hace sentir…
Mira, sé de jóvenes profesionales que están en el extranjero y que cobran 50 y 60 dólares por piezas escritas para grandes medios nacionales. ¡Es absurdo! Pero no me sorprende…
 

Vale. Pero, ¿cómo hemos permitido esto?
El problema es que somos muchos para pocas plazas. Y a aquel que no le interese cobrar eso sabe que detrás suyo habrá otro que sí que lo aceptará. De algún modo, no se está valorando el valor añadido de un profesional con años de experiencia y, por eso, baja el nivel.


Y todos guardamos silencio…
Sí.


¿Tú has vivido esa precariedad?
No. Pero si yo llevo un blog y no trabajo de freelance es porque sé lo que pagan.

 

(…)

Yo, cuando al principio asumí económicamente el desarrollo de ObamaWorld, decidí publicar mi trabajo ahí antes que en otros medios que sabía que me ofrecerían cantidades de dos cifras. Y aunque sí he publicado algunas pequeñas piezas en otros medios, creo que el contenido tiene un cierto valor que sólo puedo hacer crecer en el blog.


Precisamente tu blog te ha abierto las puertas a otros trabajos. ¿Se podría decir entonces que estás económicamente en un buen momento?
No. Pero si me comparo con otros colegas como tú-, entonces te diría que sí. Lo que está claro es que gracias al blog me salen colaboraciones puntuales en otros medios, cursos de verano, charlas… Que complementan el sueldo base que obtengo trabajando en la UOC y en El Ciervo.
 

Fíjate lo que puede llegar a dar de si un blog…

¡No es un blog! Son horas y horas de trabajo. No es un lugar donde explico mis cuatro paridas personales, es un esfuerzo por explicar determinadas cosas que pueden ser de interés para la gente. Y más te diré, ayer acabé de redactar un post a las 4 de la mañana que leerán quizás… ¿2.000 personas?, ¿1.500? 

 

Vamos, que tú sigues ahí porque sigues sintiendo pasión por tu profesión…

 Claro, ¿si no?
 

¿Crees que los periodistas deberíamos comprometernos más con nuestra profesión?

Todo lo que podamos, pero no me gusta dar lecciones de nada. Para mí el compromiso es con la sociedad, y yo cuando redacto una pieza tengo en mente a las personas que van a leerlo y a mí mismo. De ese modo, mi trabajo nos reporta algo a todos.
 

 

En la línea de los idealismos, ¿te has desengañado de la profesión?
No, para nada. En este oficio conoces a muchos profesionales que ejercen el periodismo con muchísima calidad y otros que no tanto, pero yo he tenido la suerte de poder dedicarme siempre a lo que realmente me gusta. Ahora bien, no descarto que mañana o dentro de 3 meses esté dando clases de castellano en Nova Delhi, por decir algo.
 

No creo que eso suceda viendo lo bien que te va ahora. Posiblemente, la clave de tu éxito ha sido no parar nunca…

¿Sabes? Los intereses de la gente son infinitos, las historias por contar también… Y yo lo que hice fue buscar un modo de explicar los temas que, hasta ahora, no se hacía en España. Pero claro, eso lo puedo hacer ahora que tengo más experiencia. Intentar algo parecido con 22 años y recién salido de la facultad no hubiese sido igual. Es decir, todo ha ido rodado. Pero siempre que encuentras es porque buscas. Por ejemplo, ahora cuando tú te vayas me  pondré a investigar qué sucede en el mundo y cómo otros profesionales lo explican. Me gusta leer reportajes y ver todo el esfuerzo que hay detrás…
 

Por tanto, la información es necesaria…

Sí, yo ya te he dicho que sí, pero para quien le interese. Para mí viajar es imprescindible, pero tengo amigos que no quieren pasar de Perpinyà… ¿Qué hacemos con ellos? ¿Los matamos? No. A ellos posiblemente le gusta más la música y se gastarán 100 euros en el festival del Primavera Sound. ¡Pues fantástico! Por tanto, el periodismo es necesario para unos cuantos, y de esos habrá algunos que estarán interesados en lo que yo haga. Pero yo sigo pensando en la viabilidad de un negocio, y en una necesidad que sólo yo pueda cubrir. No debemos olvidar que habrá mucha gente que le dará exactamente igual lo que suceda en Palestina o cómo yo pueda explicarlo. Pero habrá otra a la que no, y es ahí donde yo centro mi esfuerzo.


 

«Es una maldita casualidad con muchas horas de trabajo detrás, y que muchas veces tampoco se valora»


De algún modo estamos hablando de emprender y de tener creatividad… Siempre digo que son conceptos que dan miedo porque ¿y si hay personas que sienten que no tienen nada de eso?

No. ¡Yo jamás me he visto como un emprendedor! ¡Jamás pensé crear este blog para cubrir necesidades! Fue una cuestión de que tenía tiempo libre y de ver que aquello no se hacía en España. Me puse a ello, y cuando vi que estaba poniendo demasiado dinero empecé a pedirlo. Y, a lo mejor, puede llegar un momento en el que pido tanto dinero que tendré que cerrar. Y si eso pasa, pues entonces tendré que replantearme otras opciones como juntarme con otras personas, etc…  Pero una cosa es innegable: Internet ofrece un lugar donde desarrollar tus proyectos sin necesidad de pensar en crear un negocio al uso.

 

Es decir, hay que tener paciencia…
Exacto.
 

(…)

¿Qué te gusta?
 

Explicar historias.

¿Qué tipo de historias?
 

Las más humanas.

Pues empieza a buscar. ¿Vídeo, radio…?
 

Vídeo y prensa.

Busca la historia primero. Después, intenta venderla. Conoce a gente, busca contactos… Imagínate: yo no tengo ni idea de como conectar un maldito micro y resulta que consigo reunir 7.000 euros. Pues, a lo mejor, te llamo a ti para que hagamos juntos el viaje y participes en un proyecto aportando una cualidad de la que yo no dispongo. Para mí ya estarías siendo emprendedor…
 

Uno de los fundadores de Lamarea.com me dijo una vez que ser emprendedor es también acercase a alguien que ha tenido una idea y trabajarla.

Claro, hacer piña. Es lo que te decía, yo nunca me he considerado un emprendedor. Simplemente fue una casualidad que yo me encontrase con unas necesidades que intenté cubrir. Y la gente me dice: ¡oh, estás abriendo un camino! Sí bueno, es una maldita casualidad con muchas horas de trabajo detrás, y que muchas veces tampoco se valora.
 

¿Tú has querido tirar la toalla alguna vez?

No, porque siempre tuve la sensación de que iba a algún lugar. Y sigo pensándolo porque siempre sale mejor, siempre sale algo nuevo, siempre hay un nuevo lector…
 

A mí no me llama nadie….

Dímpel… ¿Cuánto tiempo llevas sin trabajo? ¿Cinco meses? Yo llevo 3 años sin parar, ¿eh?
 

(silencio)
 

Yo recuerdo perfectamente como, al principio, tan sólo tenía 57 seguidores en Twitter. Y mis posts ¿quién los leía? ¿30, 40 personas?


«Nuestro compromiso es con la sociedad»

 

¿Cuál fue el punto de inflexión?

 Durante el 2011 con las revueltas árabes. 12 horas diarias delante del ordenador…

 

¿Y qué tenemos que aprender de la prensa extranjera?
Aquí, en España, hay miedo al poder. Los británicos, por ejemplo, tienen muy claro que su trabajo es controlarlo y hacerle ver los errores que comente. O Estados Unidos, donde diferentes medios de comunicación -de todos los colores- están sacando información de los últimos escándalos de Barak Obama y no se plantean esa cosa estúpida de no publicar una información que podría afectar al político de su partido. Aquí todavía somos una sociedad muy joven que tiene la sensación de formar parte de ese poder, y los periodistas a veces sienten que se les debe -o deben ellos- un favor. La gracia sería que hubiese hostias por poder publicar una información, y que del 100% decidieses contar un 80% porque el 20 restante no ha sido suficientemente contrastado, o porque podría afectar a tus fuentes… Pero nunca porque podría no interesarle al poder. Insisto: nuestro compromiso es con la sociedad.


@DimpelSoto

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