La alcoba luminosa

280

 

 

En el interior de la alcoba-pirámide de Don Pedro 7 la luz era de color miel por las tardes. El hecho de ser exterior y estar orientada al oeste, permitía al sol colar su cañonazo de luz en aquel menguado cuarto de reposo.

 

Estrangulaba el calor a las cinco de la tarde, cuando se tomó esta serie de imágenes. De ahí la desnudez del modelo-fotógrafo y el ojo implacable del ventilador en funcionamiento. Reposa Silverio –que así se llamaba el aparato- sobre una caja de libros ya precintada. Aquel mes de Julio de 1995 se respiraba mudanza por todos los poros de la casa.

 

La lámpara azul con forma de diabolo procede de La Oca; la acuarela abstracta del cuadrito es una obra temprana del pintor sevillano Juan Lacomba, que recibió Vizcaíno doblada entre las cuartillas de una carta. Se trataba del boceto de un lienzo de gran formato que pintaría más tarde en su taller de Carmona.

 

La foto correspondiente al espejo está realizada en el fotomontaje como abatible, de forma que puede levantarse y desaparecer de la vista.

 

El fotógrafo fumaba Chesterfield; en el baúl junto a la ventana guardaba sus sueños, y la memoria de los múltiples amantes que había gozado en aquel  cuarto.

 

 

Fotomontaje: Vizcaíno

46’5 X 31’7 cms.