El 16 de septiembre de 1987, veinticuatro naciones firmaron en Canadá el Protocolo de Montreal con el objetivo de evitar el deterioro de la capa de ozono que protege a la Tierra de las radiaciones ultravioletas nocivas. Desde entonces, la aplicación de ese instrumento ha logrado la eliminación de casi 100 sustancias, que destruyen esa capa de la atmósfera.
Los ajustes más recientes se centraron específicamente en los hidroclorofluorocarbonos o HCFC. El tipo de gas HCFC más utilizado por la industria es casi 2.000 veces más potente que el dióxido de carbono (CO2) en cuanto a sus efectos sobre el calentamiento global.
La capa de ozono es fundamental para la salud humana, sobre todo para evitar el cáncer de piel y las cataratas, y para proteger el sistema inmunológico, subrayó Artie Dubrie, especialista del Programa de la ONU para el Medio Ambiente (PNUMA).
Duración: 4’40″
Producción: Carlos Martinez