Comúnmente la desnutrición y la obesidad se tratan como asuntos independientes que afectan tanto a ricos como a pobres. Sin embargo ambas están arraigadas a la pobreza y afectan cada vez más a las comunidades vulnerables.
Los países de ingresos medios son particularmente susceptibles a esta combinación de factores vinculados a procesos económicos y a cambios en el estilo de vida, lo que da lugar a una dieta excesiva y a enfermedades relacionadas.
Estos datos hace parte de un reciente informe realizado por dos organizaciones de Naciones Unidas en América Latina, Beatriz Barral nos tiene los detalles.
Producción: Laura Quiñones