Las salas de la Fundación Luis Seoane ensalzan hasta el próximo marzo a dos figuras destacas de la cultura y el arte gallegos del siglo XX unidas gracias a Luis Seoane. La primera de las exposiciones está dedicada a la compañera y persona clave en la vida y obra de Seoane durante cerca de cincuenta años, Maruxa Seoane. La muestra elabora, a través de una selección de óleos, fotografías, obra gráfica, documentación y testimonios, un retrato de una mujer que tras la muerte de su esposo consagró su vida a la obra de este y la puso al servicio de la sociedad gallega con la creación de la Fundación Luis Seoane en A Coruña. La segunda muestra es resultado de la colaboración entre la Seoane y la Fundación Laxeiroy reúne más de 100 dibujos realizados entre 1930 y 1950 que confrontan a dos de los principales artistas gallegos del siglo XX. Seoane y Laxeiro se conocieron a principios de los años 30 en Santiago de Compostela y se reencontraron como exiliados en Buenos Aires a principios de los cincuenta. La exposición recorre estos años de exilio en los que ambos cultivaron el dibujo con una notable influencia gallega, pero con rasgos estilísticos y temáticos marcadamente diferentes.