
Allá por el pasado mes de julio, les mostraba un magnífico Premio de Belleza que se le concedió al ajedrecista apodado “La Muerte Negra”, Joseph Blackburne, por una extraordinaria victoria que infligió a una auténtica leyenda como fue Emanuel Lasker. Pero éste sin igual juego del ajedrez es realmente inmenso y en la partida que les muestro hoy, al genial Blackburne, le toca ser la víctima, pues la diosa Caissa, va repartiendo favores entre sus devotos y por mucho poder celestial que tenga, difícil es que pueda premiar a uno, sin perjudicar a otro. Dicho premio, nuestra musa del ajedrez, lo tenía reservado en el torneo de Londres de 1883 al fabuloso Johannes Zukertort. Fortísimo jugador polaco que si bien es cierto que no consiguió el relumbrón de los Fischer, Kasparov, etc., fue un temible jugador de torneos y también fue el primero en disputar un campeonato oficial por el título de campeón mundial.
Zukertort, gran jugador a la ciega, poseía una memoria prodigiosa. Hablaba correctamente al menos, ocho idiomas. ¡Aprendió italiano y español para leer “La Divina Comedia” y “El Quijote” respectivamente y el sánscrito con el objeto de investigar el origen del ajedrez!. Fue crítico musical y fundó varias revistas de ajedrez. Algunos le consideraron el mejor jugador de su época, justo detrás del campeón mundial Steinitz, el cual dijo de él que «Zukertort ha sido el jugador más fuerte con el que me he encontrado en mi camino ajedrecístico.»
La partida seleccionada está considerada la “Inmortal de Zukertort” y sin duda, aumenta su relevancia la talla del rival, pues Blackburne estaba considerado el mejor jugador de torneos del momento. Sobre la partida, el propio Steinitz comentó: “En conjunto con el juego previo de las blancas, se ha llegado a una de las más nobles combinaciones concebidas sobre el tablero. No hay palabras suficientes que puedan expresar nuestra admiración por la maestría con la que Zukertort ha conducido esta partida”.
Y vamos ya con esta joya inmortal
Blancas: Johannes Zukertort (1842-1888)
Negras: Joseph Henry Blackburne (1841-1924)
Evento: International Masters
Lugar y fecha: Londres, 1883
1.c4 [Apertura Inglesa, que con cierta frecuencia deriva a otros sistemas]
1…e6 2.e3 [Movimiento poco usual, ya utilizado por el propio Zukertort dos años antes]
2…Cf6 3.Cf3 b6 4.Ae2 [Otro movimiento realmente pacífico, impropio de un grandísimo jugador de ataque como Zukertort ¿Quizás son tretas psicológicas que esconden sus verdaderas intenciones?]
4…Ab7 5.0–0 d5 6.d4 [Y ahora se ha llegado a esquemas propios de la India de Dama] (Ver diagrama)
Apertura Inglesa que derivó a la Defensa India de Dama
6…Ad6 7.Cc3 0–0 8.b3 Cbd7 9.Ab2 [Para la época en que se jugó la partida, extraña posición supersólida, más propia de nuestros tiempos]
9…De7 10.Cb5 Ce4 11.Cxd6 [Así, Zukertort elimina la a veces excesivamente valorada pareja de alfiles]
11…cxd6 [Dobla un peón, pero a cambio, refuerza la casilla «e5» y abre la columna «c»]
12.Cd2 Cdf6 [Esta jugada de lógica apariencia, fue criticada porque va a permitir que Zukertort inicie una fuerte ofensiva]
13.f3 [¡Eso es! este peón apoyara seguidamente el avance del peón de rey]
13…Cxd2 14.Dxd2 dxc4 15.Axc4 d5 16.Ad3 Tfc8 [«Blackburne sobrevalora su posición y no cree en el ataque que sigue. Debió haber dejado su torre en el flanco de rey» (Zukertort)]
17.Tae1 [¡El asunto está que arde! Cada contendiente juega donde cree tener ventaja] (Ver diagrama)
Zukertort ya ha dispuesto sus efectivos
17…Tc7 18.e4 [Zukertort, ya sin disimulo, toma la iniciativa y nos enseña la diferencia entre simplemente hacer jugadas aceptables o elaborar un plan de largo alcance. Para Blackburne, significará el principio del fin]
18…Tac8 [El negro ya tiene el dominio de la columna «c», pero de nada le sirve si los alfiles blancos controlan las casillas de entrada]
19.e5 [Cuando un virtuoso del juego de ataque avanza un peón central con tanta decisión, ¡ojo!]
19…Ce8 20.f4 [Por supuesto. Lógica jugada que justifica la anterior. Sin duda, los peones son el alma del ajedrez ¡y Zukertort lo sabe!]
20…g6 [Blackburne era de los mejores jugadores del mundo y acierta con la mejor jugada defensiva, que dificulta el avance de la infantería blanca]
21.Te3 [Fuerte jugada de ataque, (que créanselo o no), según opinión de los expertos de la época, está basada en un profundísimo cálculo de Zukertort ¡¡ hasta la jugada 28 !!]
21…f5 [Un intento de echar el cerrojo a la posición y así, abortar el ataque del blanco]
22.exf6 [Por supuesto. Con la captura al paso, Zukertort abrirá la posición sí o sí.]
22…Cxf6 [En las posiciones complejas, de poco sirven las consideraciones generales o las jugadas más aparentes. Según todos los análisis, lo que procedía era capturar con la dama, pero reconozcan que a todos se nos va la mano al caballo, que dicho sea de paso, es una jugada que funciona en todas las variantes menos en una]
23.f5 [¡Ahí está! Como tantísimas veces, serán los humildes peones la base de un imparable ataque. Como un servidor repite continuamente a sus alumnos, solo con piezas es bastante difícil quebrar una buena defensa]
23…Ce4 [Por extraordinario que parezca, a estas alturas, ya no existen jugadas aceptables para el negro. Su posición está perdida; claro, siempre y cuando el blanco acierte con las jugadas precisas]
24.Axe4 [¡Y acierta! Cualquier otra jugada echaba por tierra todo lo conseguido, pero Zukertort demuestra tener muy claro lo que persigue]
24…dxe4 [¡Ojo al detalle!, ahora el peón blanco de «d4» podrá avanzar y así «despertar» al dormido alfil de casillas negras]
25.fxg6 [¡Entrando en la historia por la puerta principal! Muchos espectadores se agolparon alrededor del tablero -eran otros tiempos- pensando que Zukertort se había dejado una pieza. «Sin duda, todo dentro del orden exacto que ya tuvo que ser calculado anteriormente al más alto nivel» (Steinitz) «Esta inesperada jugada, que permite a las negras penetrar con su torre hasta «c2″, ‘ganando pieza’, había sido, indudablemente, prevista por Zukertort mucho antes. La esencia de la idea sobre la que se basa esta extraordinaria combinación dista de ser evidente» (Romanovsky)]
25…Tc2 [Blackburne ataca la dama y el alfil ¿Pierde Zukertort?]
26.gxh7+ [¡No! Zukertort está haciendo gala de una enorme capacidad de cálculo y de nuevo, ejecuta la única jugada que gana la partida y probablemente ¡todo previsto desde la jugada 21!]
26…Rh8 [Cualquier otra pierde más rápidamente. Blackburne intenta que el peón enemigo sirva de parapeto a su monarca. Un recurso muy conocido, pues el blanco no puede capturar su propio peón para abrir la columna «h»]
27.d5+ [¡Que no pare el espectáculo!. Blackburne incorpora el alfil al asedio del rey enemigo]
27…e5 [Pero sea como sea, parece que las cuentas le cuadran a Blackburne, pues ha conseguido neutralizar las principales amenazas de su enemigo y de nuevo, la atención se centra en la circunstancia de que el blanco tiene dos piezas bajo amenaza. Entonces ¿qué? Pues entonces, simplemente, El genial Zukertort va a efectuar el fantástico movimiento que ya había imaginado ¡con 7 jugadas de antelación!] (Ver diagrama)
La torre negra ataca 2 piezas.
28.Db4
[¡¡ Boooom !! ¡Superior, fantástico, extraordinario! Pongan el adjetivo que deseen. Blackburne debió quedarse helado, pero es que no podía saber que Caissa estaba «inmortalizando» a su rival -y a él de paso-. Ésta es la jugada que debió anticipar Zukertort, para dar sentido a todas las anteriores. ¡Realmente asombroso! La idea es que la dama negra abandone la defensa de su peón de «e5» y así el alfil blanco asestará un golpe mortal que comienza con la captura de dicho peón]
«¡Un movimiento glorioso!» (Steinitz)
28…T8c5 [Asombrosamente, haga lo que haga Blackburne, su rey está en red de mate. No quiero aburrirles con interminables variantes, pero sí indicar que es extraordinario que el negro disponga de hasta 8 jugadas que defienden o bien el peón o bien la dama, y ni una sola cambia el destino del monarca negro]
[Capturar la dama, acababa la partida en 7 jugadas 28…Dxb4 29.Axe5+ Rxh7 30.Th3+ Rg6 31.Tg3+ Rh6 32.Tf6+ Rh7 33.Tf7+ Rh6 34.Af4+ Rh5 35.Th7 mate. Pero esperen que el espectáculo no ha acabado] (Ver diagrama)
Un iluminado Zukertort, continúa con la exhibición
29.Tf8+
[¡Cuesta creerlo! ¡Ahora es la torre la que se inmola! Todo con tal de que la dama negra abandone la defensa del peón de «e5». «Esta jugada, en conjugación con el juego precedente de las blancas, constituye una de las combinaciones más extraordinarias que jamás se hayan visto sobre un tablero de ajedrez» (Steinitz)]
29…Rxh7 [¡La magia de Zukertort sella el destino de Blackburne!: Ahora, o la dama abandona la defensa del peón «e5» o el rey elimina su protector peón blanco. Por supuesto que a 29… Rg7 sigue 30.h8D con mate]
30.Dxe4+ [Bueno, pues el jaque se produce en «e4» en lugar de en «e5». A Zukertort le da lo mismo. ¡En los tiempos actuales, hubieran registrado hasta su cabello para comprobar si estaba recibiendo ayuda tecnológica!]
30…Rg7 [30… Rh6 perdía antes]
31.Axe5+ [Y por fin el temible alfil entra en escena, jaqueando en «e5». 31.Tg8 llevaba a un mate más breve, pero da igual]
31…Rxf8 [Bueno, pero en este momento, Zukertort tiene una torre de menos. O da jaque mate, o va a perder la partida. ¿Qué puede hacer?] (Ver diagrama)
Blackburne ¡a casa!
32.Ag7+
[¡Pues entrega el alfil! Evidentemente. Si 32… Dxg7 33.De8 mate y si 32… Rxg7 cae la dama con 33.Dxe7+ y hay mate poco después]
32…Rg8 33.Dxe7 [Y en esta histórica y desesperada posición, Blackburne abandona, entrando también en el olimpo, aunque por esta vez, como víctima] 1–0
Posición final
“Un ejemplo clásico de brillante juego combinatorio” (Kasparov)
“Sin duda, una de las más brillantes de todos los tiempos” (Leontxo García)
Luis Pérez Agustí