La Virgen del Carmen de la Huerta del Retiro desfila el 8 de diciembre, y para el 16 de Julio ya es todo mar. Durante el largo invierno perdió la cabeza de su niño y ganó la libertad. Al encontrase sola por primera vez, pudo entregarse por fin a las solitudes amatorias del torero de vidrio, el viejo maestro de la Huerta del Retiro. Y no es que se le cayera la cara de vergüenza por ello, sino que el amor muerde como un cuervo de Van Gogh.
Con el tiempo madre e hijo volvieron a estar reunidos, cara y cabeza regresaron a sus sitios respectivos; aunque nunca fueron tan felices ni se sintieron tan completos, como cuando cada uno por su lado se entregó al amor mortal.
Si Luis Cernuda, el poeta que nunca se hizo viejo, escribió que “los marineros son las alas del amor”, es ciertamente porque su patrona, La Virgen del Carmen, no sólo lleva en sus brazos a su hijo, sino al mismísimo Cupido.
Foto: Gabriel Faba