Un descubrimiento. Como escribe Katharina Hausel en el precioso catálogo, “el trabajo de Bernd Große (Alemania, 1941) destaca claramente entre la moderna, omnipresente y veloz inundación de imágenes del consumo de masas. Las obras de “Vida quieta” son foto-gráficas: la mayoría en blanco y negro y algunas en color. La tonalidad de la mayor parte de
sus imágenes es más bien discreta, recatada, casi pálida”. Primera exposición en España de este discreto artista que en la puesta en escena de la madrileña Utopia Parkway destaca por lo que siempre se busca en un fotógrafo: una mirada, un punto de vista que contribuya a ver de otra manera, los objetos, los seres (sus retratos de mujeres son de una sensualidad cuajada de referencias literarias, y al mismo tiempo propia), de la luz. Y todo en pequeño formato, nada del estruendo de los fotógrafos que quieren apabullar. Hausel reconoce “un conspicuo homenaje a Kertész”, pero también menciona “otros indicios” que “dejan pensar en Imogen Cunningham, Toni Schneiders o Ralph Gibson; en conjunto, salta a la vista una cierta afinidad a la Nueva Visión y a la Fotografía Subjetiva”. En cualquier caso, exactitud y emoción.
Cuándo: Hasta el 7 de enero
Dónde: Utopía Parkway, Madrid.