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Mientras tantoLas chicas son guerreras

Las chicas son guerreras

El sexo de Lucía   el blog de Lucilob

 

«Es que de todas formas a ningún hombre le gustaría estar con una fucker, a mí no, desde luego”. Me decía esto plantando sus ojos negros en los míos, aún con las sábanas calientes tras el último polvo que habíamos echado. Y la fucker era yo. Fucker por reputación, la que me da esta plataforma desde la que escribo, que ni que me fuera acostando todas las semanas con un tipo distinto y además, lo pregonase a los cuatro vientos. Lo paradójico es que me lo decía él, que se había tirado a más tías en las últimas semanas que yo en el último año. Me lo decía un monógamo, vaya. Me juzgaba por una promiscuidad, e insisto, supuesta, cuando él lo era manifiestamente. Manda cojones.

 

O sea que si es ella la que folla a diestro y siniestro, está feo. Si es él, no tanto. El chico que hablaba era un tipo con estudios superiores, educado, viajado, interesante. No vayan a pensar que estos pensamientos casposos, micro-machismos, los tienen solo los que ven Tele 5, por poner un ejemplo. No, y no es cosa solo del mercado nacional. Arnaud, un atractivo canadiense que suele hacer lo que el Guadiana, desaparecer en algunos tramos, usuario de redes sociales de ligoteo, decía que se había topado con devoradoras de hombres: esas mujeres que se acuestan con tipos como si fuesen únicamente una muesca más en su pistola. Lo decía él, que en menos de un mes había tenido numerosos encuentros y sexo con otras tantas mujeres. ¿Se pondría para sí mismo algún calificativo?

 

Mario, un cultivado periodista de 31 años, me comentaba el otro día que había quedado con una chica pero que la había visto ya en varias redes sociales de dating y que eso le echaba para atrás, porque una tía que estaba en varias redes sociales… vaya, ¿no? Me pregunto cómo había hecho él para verla en las susodichas, ¿con bola de cristal o a través de su cuenta?

 

Me he levantado con la necesidad de contar esto. Y no se me ocurre mejor día para hacerlo que hoy, día de la mujer. Porque mientras estos micro machismos subsistan, no digamos ya los más gordos, da igual cuántos días de la mujer haya. Como si son semanas enteras. A ver si nos quitamos esta caspa de encima. Ganaremos todos.

 

(Dedicado a todas las mujeres fuertes, independientes, libres, que pelean por lo que quieren, que tratan al hombre como igual, que disfrutan libremente de su cuerpo y que por todo ello, siguen pagando un peaje. Ánimo, que las chicas son guerreras).

 

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