En el ajedrez, con frecuencia, David se come a Goliat. En este caso, volvemos a la leyenda del ajedrez, Robert James (Bobby) Fischer.
Las Miniaturas en ajedrez (II)
Volviendo con la serie recién iniciada de “Miniaturas” (véase artículo del 27.8.2015), la partida que he seleccionado hoy, probablemente sorprenderá a más de un lector, pues la víctima fue nada más y nada menos que la leyenda del ajedrez Robert James (Bobby) Fischer.
Bobby se había desplazado a Argentina para disputar el torneo de Buenos Aires 1970, donde más que ganar, arrasó, pues su rendimiento después de 12 rondas, era ¡!11 ganadas y una tablas!! y menos mal que se relajó al final y “sólo” aventajó en tres puntos y medio al segundo clasificado, fruto de ¡13 victorias y 4 empates! y al decir de varios participantes, estos eran conscientes de que únicamente luchaban por el subcampeonato, dada la insultante superioridad que demostraba ronda a ronda el genio norteamericano.
En una entrevista al que quedó en segundo lugar, el soviético Tukmakov, éste comentó:
“… haber jugado con Fischer -me ganó muy bien y yo jugué muy mal- fue otra gran experiencia. También me sorprendió cómo los organizadores le veneraban y aceptaban todas sus condiciones; llegó tarde al torneo y en vez de jugar hizo que se cambiaran las luces y se modificaran las butacas con permanencia de público en la sala de juego (el Teatro San Martín). Muchos extranjeros nos quejamos, eso demoró 2 o 3 días el final del torneo; pero parecían todos felices haciendo feliz a Fischer. Yo no dije más nada, en definitiva me habían invitado a ese torneo…”
¿Y por qué fue invitado?
“…Tal vez la razón fue que los soviéticos me mandaron allí porque ninguno quería enfrentarse con Fischer…”
Bueno, amigos lectores, como verán, el portento norteamericano es una fuente inagotable de anécdotas y si el propósito de este largo preámbulo ha sido el remarcar una vez más la grandeza de este jugador, es porque lo que van a ver es la otra cara de la moneda.
Existe una modalidad del ajedrez denominada simultáneas, en la que el maestro se enfrenta simultáneamente -de ahí el nombre- contra varios oponentes de buen nivel aunque no pasan de ser aficionados o jugadores de club, pero que dado que el número de rivales es muy elevado, no es ni mucho menos fácil terminar con éxito la demostración, pues ésta es agotadora tanto intelectual como físicamente.
Por muy aficionados que sean, la historia del ajedrez contempla casos en los que entre los simultaneados, se halla algún jovencito que años más tarde se convertirá en Gran Maestro o incluso en campeón del mundo, cosa imposible de adivinar en el momento que el maestro está haciendo la exhibición y algo así le ocurrió a Fischer que después de su exitoso torneo en Buenos Aires, se desplazó a la ciudad de La Plata para realizar unas simultáneas contra 25 jugadores, ganando a… ¡24! pero ¡ay! le faltó uno para que le salieran las cuentas y es que entre los participantes, se encontraba un jovencito de 16 años de nombre Carlos García Palermo, que 15 años después conseguiría el título de Gran Maestro. Tal fue la precisión de este joven manejando las piezas negras, que bastaron 15 movimientos para que el genio americano no tuviera más remedio que rendir su rey y felicitar cortésmente a su rival.
La partida, rápidamente circuló por todos los medios, pues por mucho que Fischer tuviera la enorme desventaja de jugar contra 25 a la vez, no por ello es menos extraordinaria la secuencia de jugadas que elaboró la mente del joven Carlos contra el que dos años después, se convertiría en campeón del mundo.
Vean esta joya:
Blancas: Bobby Fischer (1943-2008)
Negras: Carlos García Palermo (1953-)
Lugar y fecha: La Plata, Argentina, 1970
1.e4 e5 2.f4 [El Gambito de Rey es un arma que pertenece al pasado y que Fischer sólo empleaba esporádicamente y nunca contra jugadores de primera fila]
2…d5 [Contragambito Falkbeer. La idea es no sólo no aceptar el peón de «f4», sino entregar uno propio con el propósito de completar rápidamente el desarrollo]
3.exd5 e4 [Ésta es la idea del contragambito; los dos alfiles ya tienen vía libre y el peón en «e4» es una cuña en territorio enemigo e impide el normal desarrollo del caballo de rey blanco]
4.Ab5+ [Raro en Fischer que persiga la ganancia de un peón a costa de retrasar el desarrollo. ¿quizás porque su rival era un desconocido de 16 años? «Gana un peón, pero posibilita a las negras un excelente despliegue de piezas» (Keres)]
4…c6 5.dxc6 Cxc6 [Más consecuente es tomar de peón y así obligar al alfil a moverse de nuevo, pero también es verdad que la jugada del texto desarrolla una pieza]
6.d3 [A Fischer le incomoda el peón negro y se decide por una antigua jugada que utilizó Chigorin en 1898]
6…Cf6 [El joven aficionado, simplemente, desarrolla piezas tal y como aconsejan los libros de nivel más elemental]
7.dxe4 [Fischer, tomándose la partida muy en serio y quizás intuyendo ya algún peligro, propone el cambio de damas, conformándose con jugar un final con un simple peón de ventaja]
7…Da5+ [¡Sorpresa! García Palermo elude el cambio propuesto, buscando posiciones de ataque, y sacrifica otro peón a cambio de más desarrollo. Repasemos el escenario: El negro ha desarrollado tres piezas y tiene el camino libre a sus dos alfiles; Fischer tiene bajo amenaza la única pieza desarrollada. Parecería que estuvieran cambiados los papeles de maestro y discípulo]
8.Cc3 [Evidentemente, única, pues hay que defender el alfil de «b5». Ahora, quizás Fischer confiara en que su bisoño rival cometiera el tremendo error 8… Cxe4, que pierde inmediatamente después de 9.Dd5, ya que amenaza el caballo y ganar la dama con 10.Axc6+]
8…Ag4 [¡Ni mucho menos! El joven continúa jugando como un experimentado maestro y desarrolla otra pieza al mismo tiempo que ataca la dama]
9.Dd4 [Fischer, quizás se «picó» con el joven e intentó castigarle cuanto antes, de otra forma no se entiende que no hiciera un movimiento tan natural como 9.Cf3 que desarrolla una pieza y prepara el enroque corto]
9…Ae7 [Bien, el audaz conductor del ejército negro, desarrolla la última pieza ligera y prepara el enroque, no obstante, Fischer mantiene dos peones de ventaja]
10.Da4 [Fischer está atento -no por casualidad, de 25 oponentes, ganó a 24–, e intuyendo el peligro, propone el cambio de damas, lo que aliviaría su posición]
10…Db6 [Pero un inspiradísimo García Palermo, está decidido a pasar a la historia y trata de tú a tú a su rival por mucho que se llame Robert Fischer y le niega el cambio propuesto. Con esta retirada de la dama, se acentúa el problema del blanco, pues en este momento, tiene impedidos los dos enroques]
11.h3 [Fischer confiaba en que su rival retiraría el alfil atacado, pero para su desgracia, las sorpresas no han terminado]
11…0–0–0
[¡Bien! el insolente joven juega contra una leyenda y no tiene nada que perder. Es tal la superioridad de su posición que se atreve a sacrificar el alfil. Vean que de repente, el bando negro tiene todas las piezas en juego salvo una torre y el rey blanco, se ha quedado peligrosamente en el centro y sin poder enrocarse ¿Saldrá Fischer de ésta?]
12.Axc6 [¡Pues no, ya no saldrá! aunque a punto estuvo, pues por arriesgado que parezca, podía capturar el alfil y escapar por los pelos tal y como demuestran los análisis de los módulos con la siguiente línea: 12.hxg4 Cxg4 (amenaza mate en «f2») 13.Ch3 Ah4+ 14.Rf1 Cf2 15.g3 (quizás esta jugada no la vio Fischer) Axg3 16.Rg2 con ventaja clara]
12…Cxe4
[¡El mazazo! ¡Impresionante demostración de un aficionado! La audacia del jovencito tendrá premio. No se puede capturar ninguna de las piezas negras amenazadas porque se produce jaque mate. A buen seguro que Fischer esperaba 12… bxc6. Ahora, Fischer debería abandonar, pero hay mucho público y cámaras rodeando las mesas y el rival es un simple aficionado y casi un niño.]
13.Ad7+ [Vean con estas otras posibilidades, el drama de un rey en el centro]
13.hxg4 Df2 jaque mate
13.Cxe4 Td1 jaque mate
13.Axe4 Ah4+ 14.g3 Axg3+ 15.Rf1 Df2 jaque mate
13…Txd7 14.Dxd7+ Axd7 15.Cxe4 Ac6
[La posición es imposible hasta para Fischer, por lo que finalmente, decide rendirse] 0–1
Posición final:
Bobby Fischer contra García Palermo
Luis Pérez Agustí