Publicidadspot_img
-Publicidad-spot_img
Mientras tantoLife imitates Twitter

Life imitates Twitter


Aprovechando el dopopranzo veraniego y que ayer hizo 1000 días que inicié mi cuenta en Twitter, he escrito esta especie de monólogo sincopado a partir de unos cuantos twitts. (A propósito, pueden conseguir todos ellos GRATIS TOTAL haciendo click aquí: http://twitter.com/estratega ). La intención del post es regenerar el espíritu ahora que terminan las vacaciones y toca madrugar. Así que, ¡mucho ánimo!

 

Lo primero es tener en cuenta que hay cosas peores que levantarse por la mañana. Por ejemplo, no levantarse por la mañana.

 

Cierto que puede resultar deprimente pensar que, si tienes unos 30 años, si juntas todos los lunes que quedan en tu vida laboral harán 5 años seguidos. Serán más aún si el gobierno extiende la fecha de jubilación, lo que me parecería fatal. Sugiero como soluciones alternativas (1) legalizar el trabajo infantil (2) crear con robótica o bioingeniería seres cotizantes artificiales.

 

No piensen que deliro. Terminator era el modelo T800 y la Thermomix va ya por el T31. Creo que hay suficiente material para arrancar otra burbuja económica alrededor de la robótica, o si no, alrededor de la sostenibilidad o las células madre. Es una demanda popular. Además, a qué estas estrecheces. Antes uno sabía que era pobre. Ahora te lo tiene que demostrar una agencia de rating, y éstas pueden comprarse.

 

Hay razones para el optimismo. No debemos olvidar al abandonar las chanclas y esas siestas que salen en Google Maps, que el trabajo también tiene sus alegrías. Por ejemplo, esas presentaciones que tienen tantos adornos y colorines que parece que están hecha en Flowerpoint. O sus misterios, como saber dónde se refugian todas las tapitas perdidas de los pendrive o hasta qué distancia sería posible lanzar la Blackberry. Lo que no creo que sirve de consuelo es pensar que, al pie del Asahi Dake, los serbales orientales estallan de rojo otoñal entre los pinos enanos de Siberia, mientras tú estás en el atasco rumbo al teclado y a la luz eléctrica. Una solución para no salir muy tarde es hacerse con una percha autooscilante, para que siempre parezca que te acabas de ir. Recuerda que, como en las cartas, si pasas de las siete y media, pierdes.

 

Otra fuente de diversión inagotable es el tema de la innovación. Si tu empresa es muy innovadora, puede tener el éxito de Google, que es premio Príncipe de Asturias de Comunicación y Humanidades. Claro que por esa regla de tres, en las olimpiadas igual Boeing gana el salto de longitud. 

 

Sé que resulta extraño que Google sea Príncipe de Asturias, pero es que con la innovación pasa como con el subconsciente: nunca sabremos lo bastante sobre ellos… por definición. Es una lástima, porque yo mismo, por ejemplo, he tenido grandes ideas que podrían haberme hecho millonario, si no las hubiera tenido. 

 

Ante este poder pernicioso de las ideas, siempre está el colchón protector de la falta de ejecución, la pereza terapéutica. Los hesicastas eran unos monjes quietistas del XIV que alcanzaban el éxtasis místico mirándose el ombligo. Persisten en playas y comités. La prueba de que los hesicastas abundan es que un estudio interno sobre el alto número de proyectos inacabados ha llegado a la conclusión de que. Por otro lado, si eres un hesicasta y has estado estos años esperando el momento adecuado, que sepas que fue ayer.

 

También tenemos la política llena de hesicastas. Podríamos salir de ésta, pero claro, con esta oposición tan rencorosa no se puede hacer nada. Por ejemplo, cuando Salgado propuso olvidar las medidas convencionales y hacer reiki a la economía, se opusieron porque lo impedía la ley del espectro radioeléctrico… Yo creo que lo que pasa es que Rajoy no se explica por qué le han dado la plaza a otro si él llevaba cuatro años seguidos siendo el número uno de la oposición. Y luego está el gobierno. O mejor dicho, no está. El único que habla es el Ministro de Fomento, gran ventrílocuo. De hecho, se rumorea que este año, el mensaje navideño de SM el Rey lo pronunciará también el Ministro de Fomento… Yo ya no es que no sepa a quien votar, es que no sé por qué no me presento. En fin, mejor dejo el tema de la política. No me tidez de da dengua, pod favog.

 

Lo malo es que en realidad es todo el país el que no tiene remedio. Ayer me desvía un agente de tráfico que me indica que «están construyendo el casco histórico».  Es evidente que en este país todo se deja al último momento. Hemos ganado un Mundial, pero casi nos descienden a Afrovisión. Además, teniendo en cuenta de que debemos a Alemania unos 4000 € por español… podríamos haber llegado a un acuerdo antes del partido de clasificación. Pero nada, a por ellos, sin meditar las consecuencias. A propósito, ya que estoy apadrinando a un funcionario, un parado y dos pensionistas, por lo menos podían mandar una postal.

 

Por eso lo mejor es tomarse los temas con filosofía. Que manía tiene la gente en tomarse la vida como algo personal. Vamos a ello.

 

¿Qué es el ser humano? Por lo que veo en Internet, los filósofos se equivocaban. Lo que distingue al ser humano no es la razón, el alma o el pulgar prensil. Es reconocer códigos alfanuméricos borrosos. ¿Y cómo es el ser humano? Es… normal. Yo conozco a mucha gente normal. Pero curiosamente, a todos los conozco poco. 

 

¿Qué es la vida? Dicen que la vida es la mejor escuela. Lástima que no te dejen repetir. ¿Cómo es la vida? Esta vida es anodina. Y estoy siendo positivo. Si fuera negativo, diría que es catodina. ¿Como prolongar la vida?  Con dieta y ejercicio, aunque todas las noches te persiga el abominable hambre de las nueves. Man-zana in corpore sano. Yo de hecho, he ido dos veces al gimnasio. En la primera, lamentablemente, la única máquina libre era la de las chocolatinas. La segunda me esforcé mucho, aunque no sirvió de nada: cuando terminé, todos los aparatos seguían en el mismo sitio que cuando entré, y cuando volví a casa, todos los vecinos me reconocieron… ¿Y cómo acaba la vida? (spoiler) al final, te mueres.

 

Ahora bien, hay buenas noticias. ¡La cosa va bien!. Cada día estamos más cerca del final de la crisis. Exactamente un día más cerca. Una prueba es que hace 20 meses busqué por curiosidad en Google «solución a la crisis» y salieron 300.000 resultados. Ahora hay 16 millones más. ¡Estamos cerca! Otra buena noticia para la industria audiovisual es que el pirateo de películas se está controlando, ya no se ven casi top manta. Ahora viene el siguiente reto: ya ha dicho el ministerio que levantarse a orinar durante los anuncios es tan inmoral como descargar películas.

 

Aparte de los innegables éxitos que conlleva proteger tan bien nuestra cultura (tanto que ni se la ve) me llena de esperanza haber leído que nuestros jóvenes están muy preparados (¿o quizá era «pre-parados»?). Y como último recurso, siempre te puede tocar la lotería. Aunque, es curioso. No aciertas nunca con la llave del portal y estás convencido de que te va a tocar el Euromillón.

Más del autor

-publicidad-spot_img