Imagino que prácticamente todo se puede ver desde distintos ángulos, y que un mismo hecho se puede entender desde el lado positivo y desde el negativo al mismo tiempo según quién lo analice. Con lo que está pasando en Libia ocurre exactamente eso, por un lado te asaltan las ganas de olvidarlo todo y hablar de lo maravilloso que es ver como se produce en este país también “El ataque de los que observaban”… para eso solo tendría que copiar y pegar lo que ya escribí en este mismo blog sobre Egipto -comiéndome lo de la falta de violencia, porque aquí si la está habiendo y bastante por lo visto- De modo que, por no repetirme, y entendiendo que lo más importante de los acontecimientos que están ocurriendo allí es, sin duda, la nueva demostración del poder del pueblo, me voy a poner el traje de rapero puñetero para criticar el papelón que está teniendo la política mundial en este asunto.
Sé que ya se ha escrito sobre esto un montón -a Gadafi le ha recibido el Rey y le ha regalado caballos, a Líbia España le vende armas, durante la segunda Guerra del Golfo se dijo que ese país era un fiel aliado en la zona, etc, etc…- No es eso lo que querría destacar, sino la torpeza descorazonadora de la diplomacia. Gadafi lleva cuarenta y dos años como líder absoluto de su país, tiene una fortuna de varias decenas de miles de millones de euros amasada después de décadas de confundir el patrimonio de la nación con el suyo propio… y la ONU ¡decide reunirse de urgencia esta semana para tratar el asunto! ¡Cuarenta y dos años después de repente es una urgencia! Alguna dirá “claro, pero es que es ahora cuando está bombardeando a su propia gente” pero entonces yo replicaré “Si, pero la bombardea porque la ha llevado a un punto en el que el pueblo prefiere arriesgar su vida a seguir viviendo en las condiciones a las que él le ha llevado durante este tiempo con la perfecta indiferencia del resto del mundo”
Yo no soy partidario de eso de sacar la capa de Superman e ir salvando poblaciones con portaaviones y marines, pero si lo soy de la coherencia, si las dictaduras son inaceptables y malísimas, que no se trate con ningún dictador, simple ¿no? Occidente se aprovecha de la corrupción de los regímenes totalitarios para asegurarse buenos precios en las materias primas, le resulta infinitamente más rentable que el dictador de turno no tenga que responder ante su pueblo porque así puede hacer allí lo que no puede hacer aquí; le viene de perlas esos gobiernos porque así sus multinacionales pueden contratar trabajadores locales que no tienen derecho a sindicarse ni seguridad laboral, la población de esas naciones se preocupa de la supervivencia diaria y no se pregunta por qué su petroleo hace ricos a franceses, estadounidenses, británicos o españoles en lugar de hacerle ricos a ellos… pero ¿qué ocurre cuando todo salta por los aires y de súbito la opinión pública mundial ve lo que ocurre en estos países? Pues que nuestros gobernantes se recolocan su careta de asquerosa hipocresía y dicen: “Uy, qué malo, qué malo, que se vaya…” al tiempo que piensan: “Anda que como a estos desgraciados les de por coger las riendas de su destino… ¿a ver cómo lo hacemos para mantener nuestro estatus de superioridad basado en la injusticia más vil?
Yo tengo clarísimo una cosa: si existen dictaduras es porque son convenientes para los que manejan los hilos… perdón, tengo clarísimo dos cosas, esa, y que si lo que está ocurriendo ahora acaba con ellas, muchos peces gordos se quejarán amargamente de lo que poco rentable que es la JUSTICIA.
