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Mientras tantoLos candidatos playboy

Los candidatos playboy

El espacio de la diversidad en el contexto social y cultural de GE   el blog de Trifonia Melibea

Varios vídeos «pornográficos» que implican a miembros de la élite política sitúan a Guinea Ecuatorial en la agenda mediática internacional desde octubre de este año. Y lo que parece un escándalo en la lucha por suceder a Teodoro Obiang de 82 años y 45 en el poder es en realidad el desmoronamiento del régimen político surgido con el golpe de Estado de 1979, y que se asienta sobre un sistema de espionaje precolonial que instrumentaliza la sexualidad de las mujeres y de los varones jóvenes para eliminar al enemigo político. Los varones jóvenes se han rebelado: quieren ser presidentes. Las mujeres se han rebelado: son empresarias políticas de su sexualidad, del placer propio, y quieren ser presidentas en la sombra.

Libro que cuestiona la estratificación social fang, la exclusión de las mujeres y las expectativas proyectadas en los varones primogénitos. La portada es una ilustración del Abáha, la institución representativa étnica.

Introducción

La difusión de videos pornográficos en internet situó a Guinea Ecuatorial en destacados medios de comunicación internacionales[1] el 31 de octubre de este año. El escándalo se hizo viral porque el protagonista, Baltasar Ebang Engonga, alias «Bello», es personaje público, sobrino del jefe de Estado Teodoro Obiang, y aparece en los videos manteniendo relaciones sexuales con esposas de autoridades[2]. La prensa analizó el suceso como una estrategia del vicepresidente del país, Teodoro Nguema Obiang Mangue, alias «Teodorín», en el proceso de relevar a su padre en la jefatura de Estado sin contrincantes.

La carrera por suceder a Teodoro Obiang de 82 años y 45 en el poder está marcada por el porno, la endogamia política y el transfuguismo. En agosto del año pasado otro «candidato en la sucesión», Juan Carlos Ondó Mbá Angué —quien se ha pronunciado sobre el «caso Bello»[3], fue grabado en un hotel de París[4]. Los medios de comunicación nacionales y las redes sociales difundieron sus imágenes desnudo, exponiéndolo como un actor porno que, encandilado por una mujer hermosa, revelaba presuntos planes golpistas. Juan Carlos es además de expresidente de la Corte Suprema de Justicia, presidente de la plataforma Nexos[5] e hijo de la política Purificación Angué Ondo, quien es familia de la primera dama Constancia Mangué Nsue Okomo.

La carrera sucesoria está generando candidatos playboy cuya imagen pública se pretende asemejar a la consolidada por los medios de comunicación occidentales sobre Teodoro Nguema Obiang Mangue: exuberancia, mediocridad, despilfarro, vida ociosa y sexualmente promiscua, más un guante de Michael Jackson y mansiones lujosas[6]. Este conjunto de factores deslegitima al actual vicepresidente como sucesor de cara a Occidente y de la élite política gerontocrática que controla el país desde que su padre tomara el poder en 1978 mediante un golpe de Estado.

Los candidatos playboy son en su mayoría varones primogénitos, cuya identidad oficial es «hermano mayor» o ntó fam en la lengua local fang. Los padres esperan de ellos a unos herederos títeres y las madres a sujetos políticos chaqueteros de sus padres. El resultado de esta educación calamitosa les transforma en pusilánimes, mesiánicos, autoritarios, y solitarios. Francisco Macías primero, y Teodoro Obiang Nguema Mbasogo después, son los presidentes que han gobernado la Guinea Ecuatorial independiente. Los dos dirigentes, originarios de la etnia fang[7], se han erigido sobre la base de la cultura política negativa de sus ancestros, desmontando en lo que no es útil el modelo de Estado occidental e institucionalizando a los hermanos mayores como sucesores en un país no monárquico.

Los hermanos mayores son una construcción de la corrupción política precolonial fang. Son los únicos que adquieren derecho al voto y a la voz en la institución gubernativa (edjue) fang que es el Abáha o Casa de la Palabra, en representación de sus madres. El derecho se hace efectivo a la muerte del padre. Y los barones con ayuda de la medicina moderna no terminan de fallecer ni toman decisiones, hecho que refuerza la endogamia política y el transfuguismo.

El escándalo le ha dejado solo y deshumanizado a Baltasar Ebang Engonga. Tan solo cuatrocientas mujeres, sus presuntas víctimas, le hacen compañía en relaciones sexuales «placenteras y grabadas». Ellas no tienen nombres. Figuran en la prensa como esposas de autoridades[8]. Sin embargo, Baltasar y las esposas de autoridades forman parte de un régimen político gerontocrático que trata a mujeres y a varones jóvenes, miembros del gobierno, como a chavales y recaderos[9].

Los chavales y recaderos se están desmarcando desde hace años. Quieren ser presidentes. Las esposas de autoridades pretenden deshumanizarse: quieren ser presidentas. Son presuntos autores/as de sonados golpes de Estado y de palacio que se han producido en el país en las últimas décadas.

De Baltasar Engonga se ha dicho que es empresario del porno. Nada se ha dicho sobre las esposas de autoridades, hijas de autoridades y descendientes varones jóvenes miembros de la élite política que, sin desligarse de intereses propios, trabajan prestando servicios sexuales con fines de espionaje al servicio de la gerontocracia que dirige el país con Obiang desde hace 45 años.

La gerontocracia está conformada por hombres mayores, los barones del régimen, estructurados en el Movimiento Amigos de Obiang[10] (en adelante MAO) y esparcidos geopolíticamente en todo el territorio nacional. Cada miembro tiene a su servicio una red de espionaje de origen precolonial orientada en «dejar morir y hacer vivir»[11], y que utiliza la sexualidad femenina y de los jóvenes varones para identificar al enemigo político, humillarlo, matarlo[12].

Guinea Ecuatorial es una criatura artificiosa (1968-2024). Representa el modelo de Estado despojado que describe el filósofo Joseph-Achille Mbembe. Estado nacido después de la Segunda Guerra Mundial (1968), se manifiesta disfuncional en sus competencias. Son otros dispositivos coercitivos (gobierno privado indirecto) los que en connivencia con poderes públicos esquilmados dictaminan cómo algunas personas pueden vivir, cómo otras deben morir, en manos de quién, y cómo se vive el duelo de estas muertes.

En este artículo y a través de la necropolítica y el gobierno privado indirecto analizamos el «caso Bello», un indicador del desmoronamiento de la estratificación social fang precolonial. Desde los poderes públicos y la endogamia política se enfrentan tres estamentos históricamente acostumbrados a darse muerte. Primero, los varones jefes de la gerontocracia, que son los mayores (be ñá boro) del MAO y en proceso de deslocalización. Segundo, las mujeres esposas de autoridades: instrumentalizan a sus hijos para derrocar a los varones. Tercero, los varones jóvenes y primogénitos.

El gobierno privado indirecto en el Movimiento Amigos de Obiang

El régimen político de Guinea Ecuatorial nacido en 1979 controla el poder a través de tres dispositivos coercitivos (gobierno privado indirecto). Se sitúan en primer lugar los varones mayores (be ñía boro). Su fuente de legitimidad son los vestigios de la gerontocracia precolonial y la retradicionalización. Están estructurados en el MAO más una red de intelectuales nostálgicos. Entre sus funciones figura la determinación de los valores de «un buen bantú» a través del biopoder discursivo.

Los varones no tendrían poder sin el espaldarazo del miedo a la muerte: la brujería. Constituye el segundo dispositivo coercitivo. La imagen pública que proyectan está marcada por el sincretismo religioso, la dirección del mundo invisible (be me sé me lugu o jefes de la maldad), y la determinación sobre la vida y la muerte.  Ahora, a su servicio trabaja el tercer dispositivo conformado por «mujeres y varones jóvenes. Son los parias de la estratificación social fang que prioriza la edad masculina —ñá moro, ñá mot— y el género masculino —be fám, bot—»[13].

De sonada terquedad política en el pasado, las mujeres y los varones jóvenes están incluidos en la institución representativa étnica (el Abáha o Casa de la Palabra) a través de la sexualidad rentable. De hecho, el Abáha tiene su antítesis: la casa de la mujer o Ndá e Bina. Situada estratégicamente en el espacio privado de cada hombre () y reprimida, ha logrado atravesar a los varones mayores a través de la maternidad. Los primogénitos varones (mi tó mi bot, mi tó be fám) de cada mujer son los únicos con acceso a sus tejemanejes en representación de sus madres, un derecho que se hace efectivo a la muerte paterna. Y los varones, con ayuda de la medicina moderna, no terminan de fallecer, una lentitud mal avenida que recrudece la guerra entre familias políticas y fabrica candidatos play boy.

El presidente Francisco Macías (1968-1979) promovió la participación política de hombres jóvenes a través del escuadrón de la muerte Juventudes en marcha con Macías, una estructura semejante a la tonton-macutización[14] de Haití. Actuaba en la calle y solo a él le debía fidelidad[15]. En los poblados y ministerios reforzó a la gerontocracia: solo a él le rendían cuentas. Y a las mujeres, aunque en un principio les otorgó poder mediante la Sección Femenina, pronto fueron repudiadas. Los tres estamentos compartían espacio para darse muerte. Macías, a pesar de la previsión, murió a manos de un candidato play boy de fabricación propia: su sobrino Teodoro Obiang Nguema Mbasogo, actual presidente.

El golpe de Estado de 1979 hizo que Obiang ascendiera al poder. La gerontocracia tomó el mando en solitario: es el MAO. Obiang ejerce de árbitro y moderador para múltiples familias políticas que se dan muerte, y se encarga de «hacer vivir y dejar morir» mediante la conservación de una cultura política ancestral que sexualiza el acceso al poder y suspende el derecho a la vida. El «caso Bello» revela servicios de espionaje paralelos y el uso político de la trata de mujeres y de varones jóvenes.

La rebelión de las esposas de autoridades

Las esposas de autoridades se enfrentan a una brecha enorme porque la movilidad social de la mujer fang depende de su sexualidad rentable. A nivel tradicional el matrimonio (alúk) le otorga el estatus de esposa subalterna (ngá mot)[16]. La soltería consolida su esclavitud (oloa) familiar (ndá e bot)[17]. La búsqueda activa de empleo la confronta con la violencia sexual en el entorno laboral o consumo interno, implementada por familiares y extraños. A cambio de favores, los familiares naturales y políticos tienen derecho a comercializar su sexualidad. La dote (nsua), reguladora del matrimonio, constituye un modelo de trata de mujeres prohibido por el Protocolo de Palermo. Y aunque la Constitución reconoce la igualdad de género, la imposición de la tradición frente al Estado moderno deroga de facto su personalidad jurídica (mot)[18].

Un hombre fang miembro de la élite política (MAO) es empresario de la sexualidad de esposas, hijas y hermanas. Fabrica una familia política burdel de la que es jefe (nnó nvong e bot). Además, personifica, por un lado, la tradición guerrera de los ancestros (echang)[19], cimentada en la supremacía del honor y la valentía masculina[20]. Aprende, por otro lado, a través de epopeyas y cuentos infantiles que la vida, en sí misma, constituye un reto y frente a cualquier adversidad puede fallecer. Por lo tanto, le corresponde evitar la muerte: sus ancestros le vencieron a la muerte. Entonces, invalidadas las prácticas de tortura y la muerte física para derrocar al enemigo, solo se contempla una tentación: la vulva, talón de Aquiles de cada hombre. Y solo las mujeres, hermanas, hijas y esposas, tienen vulvas.

Las hermanas, hijas y esposas de los barones del MAO prestan servicios sexuales en los lechos de adversarios políticos para conseguir información. Son enviadas para liquidar a enemigos políticos. Son cedidas a los jefes para ascender. Son enviadas a hombres desconocidos para averiguar planes desconocidos. Y son cedidas a amistades y familiares para mero disfrute[21]. Mario Vargas Llosa, en La fiesta del chivo, describe con maestría la dictadura de Rafael Trujillo en términos semejantes. La Guinea Ecuatorial contemporánea podría ser la República Dominicana del pasado.

Cada barón del MAO tiene una familia política burdel y, al menos, a un Baltasar Engonga utilizando su verga para humillar, espiar y eliminar a enemigos políticos a través de los cuerpos de las mujeres que tutoriza este. Las operaciones quirúrgicas de engrosamiento y alargamiento de penes de jóvenes por encargo de la gerontocracia son un secreto a voces en el país.

Las esposas de autoridades al igual que las hijas y hermanas en el contexto familias políticas burdeles disponen de agencia. A través de la reproducción de un hijo varón (ntóo fam, ntóo mot) «hermano mayor», que instrumentalizan, atraviesan los muros de la élite política. La mayoría de los presuntos golpes de Estado que se han producido en Guinea Ecuatorial en las últimas décadas están orquestadas por varones primogénitos. Cuentan con el espaldarazo materno: las primeras esposas de hombres del régimen y de «mujeres políticas» del régimen.

Conclusión

La mujer guineana (y de paso, los primogénitos), no está(n) ubicado(s) en el espacio público (Abáha) ni privado (), sino en la carretera[22]. La microfísica del poder deslocaliza y reubica a mujeres, varones y a varones jóvenes en la estratificación social, pero los barones, desde la nostalgia, señalan con el dedo acusador a España. Y no les falta razón. La pretendida españolización a toda la población implantada en la Guinea Española se canalizó a través de la escolarización más la imposición del capitalismo. Y El poder, una bestia magnífica[23] «llegó a los parias a través del dinero y el conocimiento»[24]. Más tarde la globalización hizo el resto. «Los blancos mandando, otra vez».[25]

Los varones jóvenes no tenían acceso al dinero (ekuele) ni a las mujeres sin la cesión y/o decisión de la gerontocracia en el periodo precolonial. Actualmente restriegan opulencia, masculinidad hiperpatriarcal y capacidad para complacer a mujeres cedidas y no cedidas frente a un grupo de varones en andropausia. Las mujeres, por su parte, no tenían acceso al espacio público. Hoy, escolarizadas y empresarias políticas de su sexualidad y del placer sexual propio, boicotean desde la subalternidad.  Los dos estamentos constituyen una creación blanca al igual que las carreteras, se lamenta en el MAO. Quizás por esta razón Baltasar Ebang Engonga está solo, oficialmente. Los parias han sido repudiados. Todo se desmorona[26].

 

Notas:

[1] https://www.bbc.com/news/articles/cr4ledr19nyo

[2] https://www.infobae.com/america/agencias/2024/11/05/guinea-ecuatorial-prohibe-el-sexo-en-despachos-y-ministerios-tras-videos-virales/

[3] https://radiomacuto.org/divulgacion-de-videos-privados-de-caracter-sexual-en-las-redes-sociales/

[4] https://elpais.com/espana/2024-01-15/graban-y-difunden-imagenes-intimas-del-principal-testigo-en-la-causa-por-torturas-contra-el-hijo-de-obiang.html

[5] https://www.nexos-ge.org/

[6] https://elpais.com/internacional/2017/10/27/actualidad/1509097032_406845.html

[7] La etnia fang forma parte de los grupos humanos más grandes de África Central. Su población reside en Guinea Ecuatorial, Gabón, Congo Brazzaville, Camerún, Santo Tomé y Príncipe, etc.

[8] https://www.infobae.com/america/agencias/2024/11/05/guinea-ecuatorial-prohibe-el-sexo-en-despachos-y-ministerios-tras-videos-virales/

[9] Obono, T. M., Mberbí: el llanto más grande de las mujeres, Women´s Perspectives on (Post) Migration. Between Literature, Arts and Activism-Between África and Europe, 1/2023, pp. 388.

[10] Organización creada por los amigos de Teodoro Obiang Nguema Mbasogo para resaltar su humanismo y la heroicidad del golpe de Estado (1979) que lo llevó al poder.

[11] Mbembe, J. A., Necropolítica seguido de Sobre el gobierno privado indirecto, Melusina, 2011.

[12] Las epopeyas fang (nvet oyeng) recogen la historia oral de la cultura política étnica. Una de las más destacadas se titula Akoma Mbá ante el tribunal de Dios. Un conflicto enfrenta a Akoma Mbá, un cacique, frente a su sobrino: se acostó con una de sus esposas, la amada, dejando de lado las otras esposas que sí le regaló nada más llegar para mero disfrute. El tío ordena asesinar al sobrino. La epopeya es una historia de espionaje a través de la sexualidad de las mujeres.

[13] Obono, T. M, Terapias de conversión y otras violencias aplicadas a mujeres lesbianas y hombres transgénero en la etnia fang de Guinea Ecuatorial (2023), tesis doctoral pendiente de publicación.

[14] Policía secreta y milicia personal del dictador haitiano François Duvalier organizada en forma de grupos paramilitares. Son responsables de miles de asesinatos de marcada impunidad. Se ensañaban principalmente contra disidentes políticos.

[15] Gustau Nerín, Nguemismo. Las dictaduras de Macías Nguema y Teodoro Obiang en Guinea Ecuatorial: continuidades y rupturas (1968-2003), Rúbrica Contemporánea, vol. XIII, n. 27 (2024), pp. 153-173.

[16] Rope, I., EBIHI NGA-MBOT (El clamor de una esposa), Wanáfrica, 2019.

[17] Obono, T. M, La albina del dinero, Altaïr, 2017.

[18] Obono, T. M, Allí debajo de las mujeres, Wanáfrica, 2019.

[19] Echang es el nombre originario de la etnia fang. Los colonos pañoles, que conocen primero al pueblo costero ndowé y que había combatido en guerras contra los fang, aprenden de estos que los fang son bestias y caníbales. Información disponible en Corisco y el estuario del Muni (1470-1931): Del aislamiento a la globalización y de la globalización a la marginalización de Gustau Nerín, p., 141-142.

[20] El honor y la valentía del varón se expresan en la lengua fang como mot é yua. Es frecuente su uso en las peleas y la superación de retos personales.

[21] Las epopeyas narran los orígenes del pueblo fang. Akoma Mbá ante el tribunal de Dios (Nzama) es una epopeya basada en un juicio. Akoma, político y polígamo, ordenó el asesinato de su sobrino, porque mantuvo una relación sentimental con la mujer que este amaba y se negó a aceptar a otras esposas que este sí cedió para que se divirtiera durante una visita.

[22] NÉNGONO, V., Simbología de los espacios Nseng y Faa en la tradición Fang: una aproximación al concepto de la mujer, en: J. ARANZADI/G. ÁLVAREZ (coords.), Guinea Ecuatorial (des)conocida. (Lo que sabemos, ignoramos, inventamos y deformamos acerca de su pasado y su presente) Volumen II, Madrid, UNED, Centro de Estudios AFRO-HISPÁNICOS (CEAH), 2020, pp. 333-350.

[23] Foucault, M., El poder, una bestia magnífica. Sobre el poder, la prisión y la vida, Siglo XXI, 2023.

[24] Obono, T. M., La hija de las mitangan, Baile del Sol, 2023.

[25] Obono, T. M., Las mujeres hablan mucho y mal, Sial, 2008, pp. 149.

[26] Achebe, C., Todo se desmorona, Ediciones del Bronce, 1998.

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