Los Países Bajos hacen examen de conciencia

0
419

A su regreso de su más reciente viaje a África (ha pasado unos meses en Suráfrica) la periodista Carla Fibla hizo escala en Ámsterdam y se pasó un día entero en el Rijmuseum, donde se examina la relación del ingenioso país de los pólder contra las crecidas del mar con la esclavitud. Algo que podemos leer al trasluz de la lúcida mirada del añorado W. G. Sebald en libros como Austerlitz (ya nunca se vuelven a contemplar las fachadas de Amberes o Bruselas con la inocencia del amante de la arquitectura, y el rey Leopodo II se convierte en un abejorro azul). Como advierte la propia página web del museo (que también incluye una muestra sobre Las partes perdidas de La ronda noctura), “esta exposición sobre la esclavitud adopta la forma de historias personales y de la vida real en lugar de conceptos abstractos. Hay historias de Brasil, Surinam y el Caribe, y de Sudáfrica y Asia”, y se puede disfrutar de manera oline: diez historias en 1 hora y 41 minutos. El pasado 2 de julio, la veterana corresponsal de El País en La Haya, Isabel Ferrer, escribía un artículo bajo el título Países Bajos revisa su pasado como potencia colonial y esclavista, donde hablando de Ámsterdam se refería a “inmuebles enteros levantados con los beneficios generados por las plantaciones en el Caribe o en Surinam (antiguas Antillas holandesas)”. La alcaldesa de la ciudad, Femke Halsena (Izquierda Verde), recordó que la provincia de Holanda del Norte, donde se encuentra la capital, “fue uno de los actores principales del tráfico y explotación de los esclavos, de cuyo esfuerzo procedía el 40 por ciento del crecimiento económico local en el siglo XVIII”. Añade Ferrer: “La Compañía de las Indias Orientales (VOC, en sus siglas en neerlandés) transportó entre 660.000 y 1,1 millones de personas a la actual Indonesia y a las granjas de Sudáfrica, según los datos aportados por la muestra Esclavitud. La misma fuente señala que del total de 12.5 millones de personas esclavizadas por mercaderes europeos entre los siglos XVII y XIX, los holandeses llevaron a la fuerza a unas 600.000 personas desde África hasta Surinam, Brasil, el Caribe y América del Norte (donde también tenían enclaves comerciales). En este caso, el control estaba en manos de la Compañía de las Indias Occidentales. Según Pepijn Brandon, investigador del International Institute of Social History, todo el país estuvo involucrado en esta forma de explotación, ‘y Ámsterdam fue el epicentro, porque la mayoría de los productos de las colonias, desde cacao y tabaco a café, procedían del esfuerzo de los esclavos y llegaban a la ciudad’”.

Dónde: Rijmuseum, Ámsterdam

Cuándo: Hasta el 29 de agosto