Abelardo Gil-Fournier pertenece a los años fundacionales de fronterad, con aportaciones en el mundo de los juegos de ordenador elevados a la potencia del arte, que en la revista recordamos con admiración y gratitud. Por eso nos llenó de alegría descubrir la exposición que prepara en la Fundación Cerezales-Antonino y Cinia, en Cerezales del Condado (León): La balsa. Tres actos para una intemperie. Así se lee en la propia web de una institución que cuenta con un impresionante sede obra del arquitecto Alejando Zaera: “Mirar a lo lejos supone proyectar la vista sobre una línea en tránsito: el horizonte se evapora hoy antes de dibujar uno nuevo, ligeramente elevado sobre el que hemos conocido desde que estamos en la Tierra. Ese desplazamiento sin escala aparente engrana economía, ciencia, historia, imágenes, cambio climático… En él queda expuesto un abismo: lo inhumano de una parte, de otra lo histórico. La intemperie, una condición que empuja a buscar resguardo donde protegernos de lo que se agita al margen de nuestro control, barre ese lugar y atraviesa cuerpos y espacios. Las dualidades interior-exterior, materia y representación, dejan entonces de tener sentido. Por la brecha abierta entre esos horizontes desplazados sentimos cómo oscila el equilibrio entre la materia y la atmósfera. Afrontar su movimiento supone narrar al margen de dominios conocidos, escuchar otras formas del diálogo entre voces: ecos, reclamos, réplicas y resonancias. Guiados por la idea de intemperie, cabe pensar: ¿podrá señalarnos la materia el lugar donde convergen el dibujo de la línea del horizonte y la medida de la altura del nivel del mar, donde –como apunta el historiador Dipesh Chakrabarty– historia y geología, o política y clima, dejan de ser binarios excluyentes?
Masas de agua, montañas reducidas a escombros y otras corrientes utilizadas para diseminar semillas y expandir plantaciones han sido creadas, modificadas o canalizadas durante siglos como triunfo de un espíritu globalizador. El globo, apunta la filósofa Gayatri Spivak, mantiene su morfología abstracta como un lugar sin habitantes”. Gil-Fournier aporta perspectivas en este proyecto para imaginar otros niveles de relación. “La palabra-idea que tomamos como punto de partida para abordar esta relación es la de planeta. Es, por un lado, una idea que visibiliza: equilibrios energéticos con la radiación solar, corrientes atmosféricas y oceánicas, cadenas tróficas, límites de recursos vitales y de materias primas… Por otro lado, es también una idea que enajena: está vinculada a un sujeto que se imagina fuera del planeta, a una lógica y logísticas de dominación de todo aquello que no es Hombre y a una clausura de la imaginación donde lo posible queda reducido a lo probable”.
Dónde: Fundación Cerezales-Antonino y Cinia, León, España
Cuándo: Del 3 de diciembre al 31 de marzo de 2023