La antigua galería Antonio Machón, reconvertida en Espacio Salesas, acoge durante tan breve espacio de tiempo las exposiciones «Urdimbres», de Luis Palmero, y la colectiva «Los amores imposibles», con la participación de Rocío Arévalo, Karina Beltrán, Marina Vargas y el propio Luis Palmero, que solo cabe decir: “¡Corred!”, o “¡Corran!”. Tiene el pintor canario Luis Palmero aprestos de pájaro curioso, que otea y copia en la retina colores, atmósferas, hilos invisibles, y aires del maestro que sigue siendo, capaz de enseñar desde lo alto de un poste de la luz como desde el camino sinuoso que lleva al mar y a los misterios isleños. Con una creatividad hecha de insaciable curiosidad y humilde fascinación ante todas las maravillas de la existencia, aquí muestra dibujos, cerámicas, lienzos y tapices. Dice el galerista Manuel Ojeda, que viene de pisar umbrales inquietantes, y que acoge desde hace años el genio íntimo de Palmero: “Antiguamente se elaboraban en Canarias tejidos de trapo, reciclando los tejidos viejos y estropeados llamados traperas. Para los textiles de Luis Palmero hemos querido recuperar esta técnica antigua pero utilizando trapos de primera mano resistentes al paso de los años”. Fátima Hernández Domínguez, Mª Isabel Ariño Pérez y Teresa Pérez Hernández son las tejedoras que han enhebrado estos hilos siguiendo los diseños elaborados por el pintor. Ni estampados ni superpuestos, sino parte integrante del tejido: filosofía trapera y rica de un pintor que sigue fiel a sí mismo, recreando el mundo como un pájaro nada espino.
Cuándo: Hasta el 19 de febrero
Dónde:
Galería Manuel Ojeda, temporalmente en el Espacio Salesas, Madrid