Cascos, banderas, fotografias, documentos, botones, zapatos… objetos que forman parte de nuestras rutinas, de nuestro planisferio de acciones cotidianas, y que por un arrebato violento pasan a convertirse en fetiches, con su amable y al mismo tiempo dudoso culto. Memoria a fin de cuentas de lo que somos y de lo que súbitamente dejamos de sere. Bajo el título de “Remembrance and Reflexion” (“Recuerdo y reflexión”), por espacio de muy pocos días se presentan en este museo del Smithsonian Institute más de cincuenta objetos recuperados de los atentados mortíferos del 11-en Nueva York, el Pentágono y el campo de Shanksville, Filadelfia.