Si Manuel Barbero tuviera que dar una receta para esta exposición en la galería Blanca Soto de Madrid sería la siguiente: “Introducir en una batidora lo que le dijo una vez el padre de Jeff Bridges a su hijo, los mini libros sobre reinos animales de 1980, unas gotas de ron Barceló, algo de Escher, Fontcuberta y Félix, un par de museos de ciencias naturales, la colección que puedas tener guardada en un cajón del armario, una licencia de buceo y varias inmersiones, los bestiarios que tengas por casa, los musgos de las charcas y las travesías por los charcos, los montes de Biar o de algún otro pueblo que te emocione y alguna otra cosa más que puedas creer de necesidad. Mezclar bien estos serios ingredientes y servir en caliente una exposición parecida a esta”. Es un conjunto de pinturas y esculturas inspiradas en una visión variopinta de la naturaleza. En una reciente charla, el artista introducía de esta manera su último proyecto: “Recuerdo que en mi infancia algunos de los libros sobre naturaleza hacían referencia a una visión épica del mundo natural. Los propios títulos incluían adjetivos que atrapaban la atención del joven lector como si se fuese a sumergir en una gran novela de aventuras: animales salvajes, sorprendentes criaturas, insondables selvas, peligrosos reptiles, seres maravillosos, fabulosos reinos vegetales y minerales”. El artista ha querido recuperar esa presentación épica de lo natural, puesto que “de lo que hablaban todos aquellos libros de naturaleza no era de otra cosa que de la supervivencia, de la necesidad de sobrevivir y utilizar todas las herramientas posibles para conseguirlo. La belleza de la naturaleza y de sus protagonistas reside en su capacidad de escoger de manera inmaculadamente hermosa y eficaz los colores, tamaños, formas y diseños más adecuados para sobrevivir”.
Cuándo: Desde el 5 de mayo
Dónde: Galería Blanca Soto. Madrid.