Nunca es el mismo mar de todos los veranos. Porque nunca somos los mismos. “En su travesía por unas Baleares aún salvajes, Josep Pla escribió algunos de sus textos más exquisitos, que reunió en Les illes, donde se definía como un islómano: ‘Es, probablemente, una enfermedad del espíritu aún no cualificada por los facultativos ‒una añoranza siempre permanente, excitada por mi soledad vagamente misantrópica pero recalcitrante‒’. Para Pla, el Mediterráneo no era una geografía, sino un espacio interior, pura literatura”. Son palabras de Vanessa Graell en ‘La Lectura’, la revista cultural del diario El Mundo, que prosigue: “Sus descripciones más líricas explican ahora las fotografías de Toni Catany en una deliciosa exposición: Mi Mediterráneo. Se trata de una icónica muestra que Catany inauguró en 1991 en Palma y que después viajaría al FotoFest de Houston, la muestra que catapultó su fama internacional (la revista Life le nombró uno de los 100 fotógrafos más importantes del mundo”. Graell recuerda cómo explicaba el propio fotógrafo su muestra: “Quería, con imágenes, ofrecer la versión personal de un espacio geográfico y cultural, complejo y apasionante, que considero mío. La visión que tengo de este espacio parte de las Baleares, como si fueran su centro. Desde la terraza de mi casa, en Llucmajor, mirando al sur se ve la isla de Cabrera. Sé que más allá hay otras tierras, la costa de África que me invita a soñar…”. Soñemos, pues.
Dónde: Fundación Catany, Llucmajor, Mallorca, España
Cuándo: Hasta el 31 de agosto