“Mi obsesión es crear un clima de complicidad, hacer que el personaje se relaje y acabe retratándose a sí mismo”. Son palabras del fotógrafo Pedro Madueño, que lleva treinta años trabajando de fotoperiodista en el diario “La Vanguardia” y que expone cincuenta de sus retratos en laCaixa. De la complicidad entre su ojo, su cámara y el retratado hay pruebas de diferente hondura, que el espectador deberá calibrar por sí mismo al encararse con figuras como los escritores Quim Monzó, o Joan de Sagarra, artistas como Tàpies o Jaume Plensa o políticos como Jordi Pujol. Es evidente que Madueño tiene poderes persuasivos, si no hubiera sido muy difícil lograr que Sagarra se dejara retratar en su cama, fumándose un puro tras una noche ajetreada, o Monzó a medio afeitar en un hospital.
Cuándo: Hasta el 24 de junio
Dónde:
CaixaForum Barcelona
