El sentimiento de la vista,
de Miguel Casado.
Tendido a oscuras, con las ventanas
abiertas, respira la brisa
de los árboles, ve la sombra
más negra de la habitación
de las ramas del moral, y la extraña
luz que se difunde en el cielo.
Luz de la noche,
equilibrio de verdad y mentira,
corriente sin manantial. Oye
el leve goteo del agua en la acequia,
tan rato desde hace años.
Oye lo que sabe y lo que no sabe
resuena en sus tendones. Luz
de la noche, no sabe si queda tiempo.
•
Dos hojillas de romero
arrancadas en la calle, apretadas
en los dedos. Huelen.
Aún dura, digo cada vez.
•
Tocan palmas, jalean: gemidos
de la alegría. Van viniendo
nubes de la tarde, con la mosca
gruesa en el cristal. De mayo
y abril, canta. La aridez
de la primera escritura, abrir
el texto, que el hilo de las notas
dispersas también nombre
la vida. Este estado siempre
pánico, vacío disuasorio
a que no alcanza oficio. Los ayes
del compás, dolores rítmicos,
racimos de flores amarillas.
La campana de la vela cuando
me voy a dormir. Las hojas
de papel, un montoncito.
Sobre la mesa, un montón
de polvo de ladrillo, casi
anaranjado. En el papel
el trazo de un dedo.
•
No te olvides, en esta tregua
de frío, de la balanza, ya
que tanto hablas de paréntesis
y contrapesos, de esto por lo otro:
así venía formulado
en el breve paseo de la mañana.
¿Estaba arrumbada, como se dijo,
o fue encontrando sutilezas
para imponerse?, ¿hizo
platillos del tiempo?
Entra algo más tarde al trabajo
y aprovecha para cambiar la arena
del gato, tender la ropa,
escribir. Trazadas en el suelo
las rayas, como poniéndole límites
al destino, acaso se cruzan
luego, como vivir empieza a parecerse
a sobrevivir, las medidas
y contrapesos, esto por lo otro.
•
Ya no escoge la mesa más luminosa
o más caldeada, sino la que tiene
en torno más espacio, aquella
en que de espaldas se aísla. Pone
el tabaco sobre la mesa, el teléfono
móvil, el periódico, la taza
de café: conoce su geometría,
izquierda o derecha, las leyes
de la distancia, de la necesidad.
Lo que está por venir
—vario, misceláneo, ajeno
a jerarquía— mantiene la vida
tensa: en movimiento y casi
a punto de romperse. La llena
vaciándola. No viene.
•
Autorretrato ante el espejo
del hombre flaco
y ya mayor, impreciso
de formas, completamente
cano. Pudo pintar
la miopía mirándose con esos ojos
hundidos y velados, con esos
ojos de no ver, toda la vida
mirando y sintiendo
el sentimiento de la vista.
•
Voy contigo como tú vas otras veces
conmigo, acompaño el silencio
de la espera, los nervios se fijan
en el estómago, la cabeza se va,
imagina. Llevo el volante, freno
y acelero, me acurruco en el carril
angosto de las obras. Esta vida
elegida, compartida. Oigo dentro
tus poemas nuevos, los
que ahora dirá tu voz, resuenan
en su sintaxis, sus animales
y estaciones, los muertos comunes.
Tus ojos fluyen en tu voz, la piel
suave de tus manos. Voy contigo,
te escribo este poema de amor.
Poemas seleccionados del libro El sentimiento de la vista, en colección Marginales | Nuevos textos sagrados (Tusquets editores, 2015)
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Miguel Casado nació en Valladolid, el 4 de febrero de 1954, y reside actualmente en Toledo. Es autor de una amplia obra poética, crítica y de traducción.
Su obra poética comprende los libros Invernales (1985), La condición de pasajero (1986), Inventario (Premio Hiperión 1987), Falso movimiento (1993), La mujer automática (1996), Tienda de fieltro (2004), El sentimiento de la vista (2015) y Allí donde nombraste la estepa (2019), antología de sus poemas entre 1984 y 2004. Aparte de la selección de su obra en francés, Pour un éloge de l’impossible (2017) y de la edición en árabe de Tienda de fieltro (2010), sus poemas se han traducido al portugués, inglés, alemán y neerlandés.
Ha dedicado su atención crítica especialmente a la poesía contemporánea y a cuestiones generales de poética, en libros como La puerta azul. Las poéticas de Aníbal Núñez (1999), Del caminar sobre hielo (2001), La poesía como pensamiento (2003), El vehemente, el ermitaño. Lecturas de Vicente Núñez (2004), Los artículos de la polémica y otros textos sobre poesía (2005), El curso de la edad. Lecturas de Antonio Gamoneda (2009), La experiencia de lo extranjero (2009), La palabra sabe (2012), Literalmente y en todos los sentidos (Desde la poesía de Roberto Bolaño) (2015), La ciudad de los nómadas (México, 2019; España, 2020), Un discurso republicano (2019) o Fidelidad, ¿qué alientas? —Lecturas de José-Miguel Ullán (1994-2022)—. Es también responsable de las ediciones críticas de Antonio Gamoneda, José-Miguel Ullán o Vicente Núñez, el ensayo biográfico Ramón del Valle-Inclán (2000) o la serie aún abierta de ensayos sobre la poesía de Fernando Pessoa, que viene publicando desde 2011.
Ha traducido obras de Paul Verlaine, Arthur Rimbaud, Francis Ponge o Bernard Noél, Roberto San Geroteo y Gastão Cruz. Fue miembro de la dirección de revistas como Los Infolios, El Signo del Gorrión o Hablar/Falar de Poesía, y del colectivo «Estudios de Poética».