
El torneo de Londres de 1899, significó una gran victoria para el campeón del mundo, el alemán, Emanuel Lasker. Fue una durísima competición entre 15 jugadores a doble vuelta y aunque el marcador final refleja una tremenda superioridad de Lasker, no fue sino mediante un descomunal esfuerzo, el que consiguiera el triunfo final.
El campeón tuvo que esperar a la 10ª ronda para por fin, comenzar a luchar por el primer puesto, momento en el que inició su exhibición, hasta terminar aventajando al 2º clasificado en 4,5 puntos. Tal era la fuerza de Lasker que ganó a todos el doble enfrentamiento. Bueno, a todos menos a uno, contra el que además tuvo que inclinar su rey en una de las dos partidas que jugaron, siendo ésta la única que perdió el campeón mundial. Y ya con ello, podemos presentar a su verdugo y héroe de nuestro artículo, el inglés Joseph Henry Blackburne, apodado por los alemanes “La Muerte Negra”, dado su agresivo estilo de juego y su peligrosidad como jugador de torneo.
Blackburne, fue un talentoso y peligrosísimo jugador de ataque que dominó el ajedrez británico durante un período del siglo XIX. En 1874 estableció un record mundial al jugar 15 partidas simultáneas a la ciega. En este torneo en 1899, se enfrentaba ya con 58 años a un campeón mundial en plena forma, que además de ser el mejor jugador alemán de la historia, conserva el record de mantener el máximo título durante 27 años. Antes de esta partida, Blackburne llevaba un escore lamentable contra Lasker, pues había sido derrotado por él 9 veces, con una única victoria, pero de nada valen las estadísticas cuando tienes tu día de gracia. Y fue ese mágico día cuando daba comienzo la 4ª ronda, en el que Blackburne iba a amargar la jornada al todopoderoso Lasker, y de paso, se haría merecedor del Premio de Belleza, por su genial juego de ataque, culminado por su inolvidable jugada 31, de la que se cuenta la siguiente anécdota:
Después de hacer su jugada 31.f3, Lasker se acercó al bar del salón a calmar la sed. Rápidamente vinieron a comunicarle que su rival había jugado 31… Th1+. La sorpresa de Lasker fue tan grande que ¡dejó caer al suelo el vaso que tenía en su mano!
Aparte de la sorprendente jugada 31, hay más motivos para rememorar esta partida: Blackburne confiesa sus pensamientos y gracias a ello, sabemos que en la jugada 11, ¡había decidido que iba a dejar a su rey en el centro del tablero! Además, nos obsequia con una auténtica lección de ajedrez, fijando primero el flanco de dama antes de lanzar su ofensiva contra el enroque, aprovechando de forma extraordinaria la debilidad creada por Lasker al avanzar su peón de torre.
¡A disfrutar!
Blancas: Emanuel Lasker (1868-1941)
Negras: Joseph Henry Blackburne (1841-1924)
Lugar y fecha: Londres, 1899
1.e4 e5 2.Cf3 Cc6 3.Ab5 [Apertura Española o Ruy López]
3…d6 [Defensa Steinitz]
4.d4 Ad7 5.d5 [Ambos jugadores habían llegado a esta posición en 1985 y Lasker jugó la más conocida y superior 5.Cc3, pero como Blackburne le superó y ganó, ahora se decide por este avance que se considera inferior a 5.Cc3. Curiosamente, aquella partida y ésta, son las únicas que ganó Blackburne en las 17 ocasiones en que se enfrentaron a lo largo de sus carreras]
5…Cb8 [¡Quién diría que este caballo ya ha sido jugado! El principiante podría preguntarse por qué es débil el avance del peón blanco si al fin y al cabo, con ello se ha conseguido que el caballo negro vuelva a su casilla de origen. La respuesta es que con dicho avance se elimina la tensión en el centro y se favorece el contraataque del negro mediante c6 o f5 en el momento oportuno. ¡Los peones tienen la palabra!]
6.Ad3 [¡Precisamente, para impedir la reacción negra con 6… f5!]
6…Ae7 7.Cc3 Cf6 8.Ce2 c6 [¡Eso es! Blackburne pone en marcha la otra reacción de la que hablábamos. Con ella, disputa el dominio del centro a su rival]
9.c4 [Pura estrategia. El peón en «c4» podrá sustituir al de «d5» en caso de intercambio en esa casilla]
9…Ca6 10.Cg3 Cc5 11.Ac2 b5 [Blackburne nos desvela ahora, sus pensamientos ¡Vean cómo funciona la mente de un maestro!: «Ya he tomado la audaz y excepcional decisión que mi rey está mejor situado en el centro. En este momento estoy concentrado en el acoso y derribo del flanco de dama. Cuando esto haya sido alcanzado, tengo la intención de atacar sobre el flanco de rey«] (Ver diagrama)
El negro ha decidido que no se enrocará
12.b4 Cb7 13.dxc6 Axc6 14.cxb5 Axb5 15.a4 Ad7 16.0–0 g6 17.h3 [Lasker debilita levemente su enroque para impedir que el caballo enemigo se sitúe en «g4»]
(Ver diagrama)
El avance del peón blanco a “h3”, propiciará una ruptura en su enroque
17… h5
[La excepcional aptitud de Blackburne para el ataque queda reflejada en esta inmediata reacción contra el leve movimiento que ha debilitado el enroque blanco.]
18.Ae3 a5 [Está claro que Blackburne tiene su día. Juega en ambos flancos simultáneamente]
19.b5 [Ahora, Blackburne tiene un peón débil en «a5» y otro en «d6» y Lasker tiene un peligroso peón pasado en «b5», entonces ¿dónde están las opciones del negro?, pues en su iniciativa en el flanco de rey contra el monarca enemigo. Ataque al enroque para el que Blackburne tenía una facilidad extraordinaria]
19…Tc8 20.Tc1 Cc5 21.Cd2 h4 [¡Comienza la fiesta! No parece que el blanco esté en problemas, pero esperen]
22.Ce2 (Ver diagrama)
El negro inicia el asedio a la guarida del monarca enemigo
22…g5
[¡¿Qué les dije?! Blackburne sacrifica un peón que amenaza con llegar a 23… g4, aprovechando la ruptura que existe desde que Lasker movió su peón de torre. ¡Magistral lección de ataque al enroque! «Un sacrificio que hay que aceptarlo» (Blackburne)]
23.Axg5 [Los módulos no aprecian que el monarca blanco se halle en peligro, pero esto es ¡puro arte humano!]
23…Tg8 24.Axh4 [Jugando con fuego. De sobra sabía Lasker que era más prudente 24.Axf6, pero quizás no quería mostrar a su rival ningún indicio de temor]
24…Axh3 [Evidente. El peón de «g2» está clavado]
25.Ag3 [Ahora, Lasker amenaza capturar el alfil con ventaja decisiva]
25…Ae6 26.Te1 [Lasker habilita una casilla de escape a su rey y lo cierto es que tiene un final ganado gracias a su peón pasado en «b5», pero como decía acertadamente Siegbert Tarrasch «Los dioses han puesto el medio juego antes que el final«]
26…Cg4 [Sigue sin vislumbrarse peligro inminente, pero ¡ojo! que el apodo de «La Muerte Negra» se lo ganó Blackburne por algún motivo]
27.Cf1 [Una jugada bastante artificial. ¿Empieza Lasker a dudar de la seguridad de su monarca?]
27…Ag5 [¡Más madera! Poco a poco, Blackburne acumula efectivos contra el rey enemigo y ahora sí que comienzan a aparecer amenazas reales a través de la columna «h» ¡Cuánto se habrá arrepentido Lasker del avance del peón a «h3»!]
28.Tb1 [Lasker retira la torre atacada, pero mientras tanto, su temible rival continua montando la maquinaria infernal]
28…Th8 [¡Por supuesto! Seguimos disfrutando de una lección gratuita de «asedio al enroque» por parte de este grandísimo jugador de ataque. La columna «h» está abierta y ni el mismísimo Lasker podrá hacer nada contra un rival como el que tiene enfrente. Tácticamente, los módulos «lo ven todo» y «dicen» que 28… Df6 es incluso más fuerte, pero poco le importa eso a Blackburne.]
29.Cc3 Af4 30.Cd5 Dg5 [¡Blackburne en su elemento! Ya hay amenazas muy serias que comienzan con 31… Dh6 con ataque de mate]
31.f3 [Lasker confiaba en esta jugada que ataca el caballo y habilita la casilla «f2» por la que «saldrá corriendo» su rey en caso de necesidad. En este momento, se levantó confiado hacia el bar para relajarse de tanta tensión, pero lo que no sospechaba es que Blackburne tenía preparada una respuesta tan inesperada como mortal] (Ver diagrama)
Un cohete se va a infiltrar en terreno enemigo
31…Th1+
[¡Golpe magistral! ¡Jugada fabulosa! ¡Tremenda imaginación! Utilicen el adjetivo que prefieran. En este momento, le comunican a Lasker la jugada de su rival y el vaso que tenía en las manos ¡aterriza en el suelo hecho añicos!]
32.Rxh1 Axg3 [Se amenaza el rey (33… Dh4 seguido de 34… Af2 jaque mate) y la dama (33… Cf2+). No olvidemos que el conductor del ejército blanco era ni más ni menos que el campeón del mundo ¡Tremendo Blackburne!]
33.Cxg3 [No hay mejor opción]
33…Cf2+ 34.Rg1 Cxd1 [En este momento, Lasker podía y debía abandonar, pero prefiere continuar. Está en su derecho]
35.Cf5 Axf5 [Cualquier libro para aficionados, aconseja que el bando con ventaja material, debe cambiar cuantas más piezas, mejor]
36.exf5 Dd2 37.Texd1 Dxc2 38.Tbc1 Dxf5 [Si cuentan el material, observarán que el negro dispone de una dama contra una torre, lo que es una ventaja aplastante, entonces ¿por qué no abandona Lasker? Bien, lo cierto es que éticamente, debería hacerlo, pero quizás le animaba a seguir el hecho de que hasta entonces, le aventajaba a Blackburne por el impresionante escore de 9 victorias y una sola derrota. Además, Lasker perdía poquísimas partidas -de hecho, ésta es la única que perdió en todo el torneo- y era famosa su habilidad para salir airoso de situaciones críticas]
39.Cb6 Td8 40.Cc4 Cb7 41.Ce3 Df4 42.Rf2 [Ni Lasker saldrá de ésta. Algo de pataleo antes de rendirse]
42…Dxa4 43.Tc7 Cc5 44.Th1 [¡Un chiste! Amenaza 45… Th8 ¡¡ jaque mate !!]
44…Td7 45.Tc8+ Re7 46.Thh8 Dd4 [Amenaza 47… Dd2 capturando el caballo y por fin, Lasker abandona] 0–1
Posición final
Dicen las crónicas que
“El error de Lasker fue ceder la iniciativa a un jugador tan peligroso”
Luis Pérez Agustí