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Mientras tantoPremio de Belleza (XI)

Premio de Belleza (XI)


 

1876 figura como la fecha “oficial” del primer Premio de Belleza, debido a la iniciativa de Mr. Lieders, propietario del Café Internacional en Nueva York, donde celebró un torneo que enfrentó a maestros americanos contra ingleses y otorgó dicho premio a la partida más espectacular. No obstante, qué duda cabe que antes de dicha fecha, se jugaron históricas y extraordinarias partidas que hubieran merecido semejante premio, tales como “La Inmortal” o “La Siempreviva”, ambas disputadas por el genio alemán Adolf Anderssen.

 

Aunque no tan “oficialmente”, sí que se adjudicaba con frecuencia tal premio, como por ejemplo, cuando se concedió en el fuerte torneo de Londres en el año 1862, -disputado con ¡relojes de arena!-. Por cierto, que los organizadores tuvieron la “brillante” idea de que las partidas tablas no contabilizaban para la clasificación y deberían repetirse hasta que ganara uno de los dos. Esta cláusula, simplemente, provocó que varios jugadores se retiraran hartos de tantas repeticiones.

 

El torneo lo ganó el genial Anderssen y él mismo fue el que consideró la partida más bella del torneo la que les muestro hoy. El autor fue el joven austriaco de 26 años Wilhelm Steinitz, precisamente el que 4 años más tarde (en 1866) sería su verdugo al vencerle en un match por ocho victorias a seis, hecho que le valdría el reconocimiento como campeón del mundo oficioso, pues hasta 1886 no se disputaría el primer campeonato mundial que por cierto, lo disputó y ganó el propio Steinitz proclamándose así primer campeón del mundo oficial.

 

La partida seleccionada mereció la atención de numerosos expertos. El propio Anderssen la calificó como “la más aguda y brillante de la competición”. Los organizadores del evento la denominaron “el diamante del campeón austriaco” y como decía, le concedieron un premio especial como la más brillante del torneo. La víctima de Steinitz y coautor de esta fabulosa partida, fue el maestro inglés Augustus Mongredien, el cual, al año siguiente, disputaría un match a siete partidas contra su verdugo, con el apabullante resultado de 7-0 a favor del genial austríaco. Mongredien era un magnífico jugador, pero ciertamente, no alcanzó el nivel de los mejores, aunque llegó a disputar encuentros contra leyendas como Paul Morphy y Howard Staunton.

 

Steinitz no brilló especialmente en este fuerte torneo de Londres, pues significaba su primera aparición en eventos de primer nivel y únicamente alcanzó el sexto puesto, pero sí nos dejó esta extraordinaria partida para la historia que es una auténtica lección de cómo debe conducirse con éxito un ataque al enroque:

 

 

 

Blancas: Wilhelm Steinitz (1836-1900) 

Negras: Augustus Mongredien (1807-1888)

Evento: II Torneo Internacional de Londres

Lugar y fecha: Londres, 1862

 

 

 

1.e4 d5 [Defensa Escandinava. La idea es atacar inmediatamente el centro blanco]

(Ver diagrama)

 

Defensa Escandinava

 

 

2.exd5 Dxd5 3.Cc3 Dd8 [Hoy día se prefieren otras casillas para la dama como «a5» o «d6» ¡pero es que hemos retrocedido a 1862!]

 

4.d4 e6 5.Cf3 Cf6 6.Ad3 Ae7 7.0–0 0–0 8.Ae3 b6 9.Ce5 Ab7 10.f4 [Suenan tambores de guerra. Steinitz va con todo contra la guarida enemiga, pero ésta no presenta debilidades]

 

10…Cbd7 11.De2 Cd5? [Una partida muy correcta por ambas partes, pero ahora, Mongredien toma una extraña decisión, pues este caballo es el mejor defensor del enroque y no hay razón para moverlo. Lo indicado era la jugada natural «c5». Estos pequeñísimos errores son peligrosos cuando enfrente está un genio. A partir de ahora, asistiremos a una lección magistral del gran Steinitz]

 

12.Cxd5 exd5 [Ahora el alfil negro en «b7», queda encerrado por su propio peón y ya no será más que un simple espectador el resto de la partida] !] (Ver diagrama)

 

 

Triste labor la del alfil en “b7”. Steinitz inicia el ataque

  

13.Tf3

 

[¡Cinco piezas contra el enroque negro, con lo que ya tenemos la primera amenaza seria! Steinitz anuncia la demoledora secuencia Axh7+, Th3 y Dh5. Todo ello aprovechando la falta del magnífico caballo defensor en «f6» ¡Qué fácil parece el ajedrez cuando un genio nos muestra el camino!]

 

13…f5 [Mongredien deja escapar la última oportunidad de situar un caballo en «f6». Con su jugada de peón, intenta neutralizar el alfil enemigo de casillas blancas.]

 

14.Th3 [La presión aumenta, pero ¿cómo evitarla?]

 

14…g6 [Mongredien cree que le salen las cuentas. Con esta jugada evita que la dama blanca llegue a «h5» y («a buenas horas, mangas verdes»), pretende llevar el caballo a «f6», pero…]

 

15.g4 [Jugada muy controvertida, pues después de 150 años, ni leyendas como Lasker o Kasparov se ponen de acuerdo sobre su validez ¡Inmenso ajedrez! De paso, decir que contra 15… Cf6, simplemente 17.gxf5 con ventaja decisiva]

 

15…fxg4 [No obstante, 15… Cxe5 mantenía equilibrada la partida. Mongredien ya no dispondrá de más oportunidades] (Ver diagrama)

 

 

Ante ustedes ¡Wilhelm Steinitz!

 

 

16.Txh7!

 

 [¡¡Así se gana un premio de belleza !! Esta jugada inicia la demolición del enroque enemigo. La falta de coordinación de las piezas negras, más el talento de Steinitz, dan a luz una partida memorable]

 

16…Cxe5 [Antes de comerme la torre, elimino el caballo, debió pensar acertadamente Mongredien, pero su rey está con el c… al aire (con perdón) y a pesar del reducción de efectivos, su fantástico rival va a ofrecer todo un recital de juego de ataque]

 

17.fxe5 [Desapareció el intimidante caballo de «e5», pero ahora cobra vida el alfil de casillas negras ¿Les dije que este juego parece fácil?]

 

17…Rxh7 [Rechazar el regalo, es todavía peor. Por ejemplo: 17… Ag5 18.Axg6]

 

18.Dxg4 [Dama y dos alfiles (y una torre en reserva) contra el rey ¡Ni Houdini saldría de ésta!]

 

18…Tg8 [18… De8 aguantaba más, pero sin ninguna esperanza]

 

19.Dh5+ [El peón «g6» está clavado]

 

19…Rg7 [Y ahora ¡¡¡ ojo al chiste: 20.Dxg6+ Rh8 y Mongredien gana la dama y la partida !!! ¡Viva el ajedrez!] (Ver diagrama de análisis)

 

 

Un despiste del blanco y pierde la dama y la partida

¡Hasta el rabo, todo es toro!

 

 

Volvamos a la partida:

 

20.Dh6+ [Mongredien tiene una torre de más pero su rey va a pasarlo mal]

 

20…Rf7 21.Dh7+ Re6 [Hay red de mate, pero Mongredien juega lo mejor, tratando de refugiar a su monarca en «c8», vía «d7», con lo que ganaría la partida gracias a la enorme ventaja de material ¡así que cuidado Steinitz, que todavía no has ganado!]

 

(Quiero indicar que si 21…Tg7 22.Axg6+ Rf8 23.Dh8+ Tg8 24.Ah6 jaque mate)

 

22.Dh3+ [Steinitz está atento y corta inmediatamente la ruta de escape al monarca negro] (Ver diagrama)

 

 

Perdón valeroso monarca, pero por ahí no

 

 

22…Rf7 [Triste, pero hay que regresar al campo de minas]

 

23.Tf1+ [Por si tres no fueran suficientes, Steinitz llama a filas a la pieza que le queda ¡pero qué sencillo parece el ajedrez!, no obstante, 23.e6+ abreviaba el suplicio del bando negro]

 

23…Re8 24.De6 Tg7 25.Ag5 Dd7 [Acelera el desenlace, pero bien mirado, casi es mejor para la salud de Mongredien]

 

26.Axg6+ Txg6 [26…Rd8 27.Tf8+ De8 28.Txe8 jaque mate]

 

27.Dxg6+ Rd8 28.Tf8+ De8 29.Dxe8 [Jaque mate]

 

 

Posición final:

 

 «Las partidas consideradas brillantes en torneos recientes, no son rivales para ésta»

(M. Chigorin en 1890)

 

 

 

Luis Pérez Agustí

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